Domingo 16 de junio 2024

Lluvias en Brasil: Voluntarios siguen con rescates en zonas inundadas



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Mientras que en algunas áreas de Porto Alegre, como parte del Centro Histórico y barrios de la Zona Sur, el agua del río Guaíba ha retrocedido y la limpieza ha comenzado, las inundaciones permanecen en la Zona Norte de la ciudad. Agencia Brasil acompañó un punto de rescate y acogida montado por centenares de voluntarios en el barrio próximo al aeropuerto Salgado Filho, terminal que permanece cerrada indefinidamente precisamente porque sigue inundada.

En la tarde del sábado (18), más de dos semanas después del inicio de las inundaciones, las tiendas y casetas instaladas bajo el viaducto seguían prestando asistencia a las personas y animales rescatados en la zona.

“Sólo hoy [sábado 18] hemos sacado a 37 personas de la inundación”, explica Edmilson Brizola, uno de los voluntarios. Residente en la zona, él ayudó a coordinar la logística de los barcos que navegan por las calles y calcula que sólo en este punto se ha rescatado a más de 5 mil personas, así como a otros 2 mil animales, entre gatos, perros, gallinas, caballos, pájaros e incluso cerdos.
 

La avenida Cairú sigue siendo prácticamente una vía de agua, con más de 1.500 metros de inundación. El nivel del río Guaíba en la mañana del domingo (19) registraba 4,43 metros, según la alcaldía de la capital, unos 10 centímetros menos que el día anterior. El nivel de inundación es de 2,5 metros.

La pensionista Marlene Terezinha Silveira pasaba por el punto de acogida en busca de ropa y mantas. Su casa sigue bajo el agua y ella aún no puede calcular los daños. “He ido hoy en barco, pero sólo para ver la parte de arriba. Vivo en Sarandí desde hace 60 años y suele inundarse, a veces cerca de la puerta, pero no así. Nunca en mi vida imaginé esto. Ahora voy a entrar a la casa cuando pueda, sacar todo y limpiar.”

El reportaje recorrió varias calles del barrio de Navegantes a bordo de una lancha de los bomberos. Algunos de los residentes decidieron quedarse, a pesar de que se había cortado la luz. Además de rescatar a las personas, una de las tareas de los voluntarios y los equipos de salvamento es proporcionarles suministros para sobrevivir, como pilas y comida.


Del rescate a la acogida

El punto de rescate y acogida de la avenida Benjamin Constant parece un campamento de guerra. Hay varias tiendas, divididas en zonas de atención médica, farmacia, alimentación y ropa y mantas, así como un sector de apoyo psicológico y un equipo de transporte solidario para llevar a las personas rescatadas a refugios o a casa de familiares. En el lugar hay un taller improvisado y una zona de repostaje de embarcaciones.

El centro logístico de rescate de animales cuenta con su propia estructura de primeros auxilios veterinarios y un refugio temporal. Una de las voluntarias es la veterinaria Sheila Kircher, que dice haber perdido a una amiga en la tragedia y viene dedicándose al apoyo solidario.

“Perdí a una amiga en la inundación y me sentí muy impotente sin poder ayudarla cuando lo necesitaba. Así que, para ocupar mi mente, pensé que lo mejor era venir y ayudar en lo que pudiera, ¿no?”, dice.
 

En general, cuando llegan los animales, están hipotérmicos y tienen muchas lesiones en la piel. “Tomamos medidas, los secamos, los limpiamos e intentamos estabilizarlos. Los casos más graves intentamos derivarlos a clínicas y cirugías.”

Decenas de animales, aún sin sus tutores, esperan a ser enviados a refugios o a la adopción. Según cifras del gobierno local, hasta ahora se han rescatado más de 12 mil animales en el estado.

Para ayudar en este trabajo de acogida, más de 20 toneladas en donaciones de comida para mascotas llegaron en un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) enviado por el gobierno federal, que también llevó artículos esenciales como cajas de transporte, camas y bebederos. En las redes sociales, se multiplican las campañas por la adopción de los animales.
 


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