Empleo independiente e informalidad altos en Bolivia

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El Diario.- La informalidad y el empleo independiente son significativamente altos en la econom�a boliviana, de acuerdo con informes de organismos internacionales, que advierten que esta situaci�n deja sin beneficios sociales a las personas. La incidencia del empleo independiente exhibe, en general, una correlaci�n negativa con el nivel de desarrollo del pa�s, y este resulta ser significativamente m�s elevado en los pa�ses de Am�rica Latina que en los europeos, Estados Unidos y Canad�, seg�n el informe �Rotaci�n ocupacional e informalidad laboral: El caso de los trabajadores independientes en Am�rica Latina�, de la Organizaci�n Internacional del Trabajo (OIT). El documento se�ala que en Honduras o en Bolivia este tipo de inserci�n laboral concentra alrededor del 60 por ciento del empleo total. Este panorama parece sugerir que la elevada incidencia del autoempleo en la regi�n no es resultado de un mayor �esp�ritu emprendedor� en relaci�n con pa�ses m�s desarrollados, sino un reflejo de insuficientes oportunidades de empleo asalariado. Mientras que en Estados Unidos solo un 6 % de los trabajadores se desempe�a de manera independiente. Sin embargo, OIT advierte alta inestabilidad en trabajo independiente en Am�rica Latina y baja opci�n de avanzar al empleo formal. En febrero pasado, Seg�n el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo, que public� la Organizaci�n Internacional del Trabajo (OIT), m�s del 90 % del empleo es informal en Bolivia, en los trabajadores del comercio. �Con la excepci�n de las actividades financieras, la informalidad sigue siendo generalizada en los diversos segmentos de servicios de mercado. Por ejemplo, un promedio del 65 % de los trabajadores en el comercio al por mayor y al por menor sector se emplea informalmente, en pa�ses individuales. Esta proporci�n var�a del 22 % en Costa Rica a m�s del 90 % en el Estado Plurinacional de Bolivia, Ecuador y Nicaragua�, indicaba el informe. Tambi�n se�al� que la cuota del empleo informal en los sectores de transporte, almacenamiento y comunicaci�n var�a del 10 % en Uruguay a m�s del 90 % en Bolivia y Ecuador. El documento sostiene que el n�mero de trabajadores asalariados en Latinoam�rica (en oposici�n a los que lo hacen por cuenta propia o en negocios familiares) es alto. Del 63 % en 2018. Pero que ello no es sin�nimo de calidad en el empleo, ya que casi la mitad de ellos (45 %) se desempe�a en trabajos informales. En ese documento, la OIT sostiene que un 53 por ciento de los trabajadores latinoamericanos se dedica a la econom�a informal (fuera del control estatal y no fiscalizada), y el porcentaje sube hasta cerca del 80 por ciento en pa�ses como Bolivia, Guatemala y Nicaragua. De acuerdo al informe �Rotaci�n ocupacional e informalidad laboral: El caso de los trabajadores independientes en Am�rica Latina�, esta categor�a ocupacional representa alrededor de un cuarto del total de los ocupados en la regi�n durante los �ltimos a�os. Factores como la baja cobertura en seguridad social, inestabilidad en los ingresos y la frecuente rotaci�n entre empleos son algunos de los principales responsables de las dificultades que tienen trabajadores independientes de Am�rica Latina para poder transitar a un empleo formal, seg�n se�ala la nueva edici�n de la serie de Informes T�cnicos de la Oficina de la OIT para el Cono Sur de Am�rica Latina, publicado en su p�gina web de americaeconomia La elevada y creciente heterogeneidad interna de ese grupo de ocupados se traduce en baja cobertura de la seguridad social e inestabilidad en los ingresos, entre otros aspectos. El informe se�ala que la frecuente rotaci�n entre empleos que presentan los trabajadores independientes, puede atentar contra su empleabilidad, pues reduce las posibilidades de ir acumulando alg�n tipo de capacitaci�n espec�fica. Adem�s, destaca que una elevada intermitencia ocupacional podr�a afectar de manera negativa su bienestar y el de sus familias, en la medida en que implique intensas fluctuaciones de ingresos. Tal situaci�n resulta dificultosa especialmente para las familias de menores recursos, por estar asociada a mayores niveles de vulnerabilidad frente a riesgos sociales.