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El deterioro en la conducta de quienes gobiernan y nos gobernaron, ser perdurable, ya no pueden cambiar, su perversidad es inmanente, seguirn diseminado maldades, es la esencia de su vida, es su manera de ser.
Cual viborezno rastrero, cual ponzooso trepador, dejan destilar sus venenos hiriendo a la sociedad, no les interesa el pas hay alguien que todava lo dude?
Este pas llamado Bolivia est posedo de indignante ignominia, de oprobio, mentiras y vergenzas, nos gobiernan personajes pblicos repletos de frivolidades, protagonistas de bochinches carentes de moral, la gobernanza est vaca de principios esenciales que hacen a la paz y el buen vivir. Lo importante ahora es la actitud: indiferencia y desprecio, no hagamos tragedia, ni tejamos sueos de esperanza para descargar la conciencia, ms pronto que tarde llegar la frustracin.
Parece que el tiempo confabul en contra nuestra, porque nos lleg todo de pronto y reuni a estos actores para representar un libreto de mal gusto, con mal principio y peor final. Nuestra historia poltica no es rica de buenos sucesos: cruentos golpes de estado, revoluciones, corrupcin, latrocinio y narcotrfico. Las tantas veces que votamos elegimos a un verdugo.
Pero todo es pasado, el que dejaron padres y abuelos que seguramente decan "yo quiero un mejor futuro para mis hijos". As son las cosas; estamos diciendo lo mismo.
Por eso, est quien est, gane quien gane, es mejor una oposicin permanente, para evitar desengaos, logrando que sea edificante el dicho: "cada pueblo tiene el gobierno que se merece". No es necesario nombrar a los actores, ya se sabe de quienes se trata, no son muchos, aunque incorregibles, barulleros y pendencieros que se las arreglan para ser la agenda de todos los das.
Volvamos entonces a lo principal, semejante desemejanza no va a cambiar en ninguno de los cuatro poderes a cargo de vidas y haciendas; por tanto, al propio pueblo le toca cambiar este destino. Lo que ahora corresponde es que desde lo ms profundo del alma, desde donde nace el pensamiento y la emocin , surja el sentimiento hiriente del desprecio y la indiferencia, al mismo tiempo que todo ese mal hacer de los que gobiernan solamente provoque manifiesta intolerancia social (habr que hacer excepcin con algunos empresarios que despus de saludar a Lucho no se lavaron las manos tres das, y ahora como novia recin pedida de mano esperan que el gobierno prepare los esponsales, ilusos).
La sociedad debe acostumbrarse que sus pensamientos y comportamientos vigilen en todo tiempo al gobierno, el de ahora y el que venga, para que cumpla las leyes y las haga cumplir. No cabe duda que a la sociedad le falta ms formacin democrtica. Sera del caso preguntar por ejemplo cunto de responsabilidad ciudadana existe en lo que est sucediendo?
El desprecio (cuyo sinnimo es rechazo) es un recurso lcito para defenderse, sabiendo que el desprecio es el irrespeto, el desdn, es la negacin a otro, de quien se pone en duda su capacidad e integridad moral. Y cuando le toque elegir recuerde: "El burro pude fingir ser caballo, pero cualquier rato rebuzna".
El punto preciso es que los bolivianos, estn por todo este tiempo obligados a soportar, an as sera torpeza optar por medidas de hecho, no. -Pero algo tengo que hacer!- claro que s, desprecie; y que su actitud trasmine, contagie, trascienda a millones.
En estos 24 meses que vienen no habr cambios favorables, al contrario se acentuaran los males: no habr dlares, pero si narcotrfico e inflacin; los parlamentarios seguirn con sus disturbios y la justicia ser perseverante con lo suyo: la corruptela y el sometimiento al gobierno.
Por eso, al ciudadano que decida asumir su responsabilidad histrica su consciencia le dir: desprecia al mundo poltico gobernante!, demustralo, y atiza las veces que puedas.
* Periodista.