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Ser vlida la sentencia de Huxley de que la nica leccin de la historia es que no aprendemos nada del pasado?
Como todo lo relacionado con el gnero humano, ya resulta difcil creer o caer en absolutos: ni en los no apocalpticos, ni en los s a raja tabla. Unos y otros eliminan el pensamiento crtico, la mesura y sume al mundo globalizado en un ocano polarizado. De yapa, con noticias falsas que desinforman, mal informa, o son informacin tendenciosa y mal intencionada que pretende cubrir con un manto de neutralidad informativa verdades que se ocultan, se manipulan o se pretenden olvidar.
Desde que el Sapiens domin a todas las especies del Reino Animal, hace millones de aos, hemos confirmado que somos muy mortales: la pandemia COVID 19 nos los recuerda aqu y ahora. El virus sigue su ciclo y mata sin perturbarse, igual que las muchas otras pandemias habidas en la historia. En la del 1918 ya se usaron barbijos y tapabocas. De ese pasado, la humanidad s aprendi que las cuarentenas protegen para evitar contagios masivos. De ah el imperativo global actual: qudate en casa, que se ha cumplidobien, poco o mal, dependiendo de pases y regiones.
El pasado tambin nos remite aquello tan sensible al hombre como el instinto de dominacin, ncleo central del poder, cualquiera que sea. Ese instinto, ya natural o cultural, est estrechamente ensamblado al ejercicio del poder que se ejerce siempre sobre los dems. Quizs por ese instinto, el hombre no ha aprendido ni comprendido que el poder no es eterno, que no es inmutable y que cambia, porque el cambio es una constante.
Eso es lo que el ex Evo Morales no aprendi ni quiere aprender. l, que renunci el 10 de noviembre de 2019, hace 6 meses, que al da siguiente huy y pidi refugio despus de montar fraudes electorales sin medida ni clemencia, como el padrn electoral inflado en 1,2 millones de votantes para su beneficio; o el de las circunscripciones uninominales que tira por la borda el principio de un ciudadano un voto, de donde la poblacin rural, que es un tercio del total del pas, est sobre representada, y la urbana, que responde a un fenmeno global de concentracin en las ciudades, est disminuida; o la Ley 421 que le quita al cuarto poder del Estado, el Electoral, la potestad de administrar la delimitacin territorial de las circunscripciones y, finalmente, el fraude de 20 de octubre del ao pasado, fraude con el que pretenda quedarse en el poder para toda la vida.
l, el cocalero, que crey a pie juntillas lo que en 2015 dijo su entonces meloso Vice: si el Evo no est el sol se va a escapar y la luna se va esconder. Los nicos que se escaparon fueron ellos dos y otros, exministras incluidas. Sin embargo, aqu sigue brillando el sol que suele rajar piedras y ms de un sapo, cancionero como el de los Charchaleros, le sigue cantando a la luna llena, o a la que le toque porque est enamorado.
Al cocalero Morales s se le puede atribuir la frase de Huxley: no aprendi leccin alguna de la historia. De la dialctica tampoco. Es decir, de la contradiccin y de las mltiples determinaciones de la realidad. S aprendi, o sus asesores le ensearon y l autoriz su implementacin, que en tiempos de paz no hay mejor arma que la propaganda poltica. Lenin bien aprendido. Tanto que entre 2011 y 2019, su aparato de propaganda gast Bs. 1.718 millones en promover su imagen, en cultivar su ego, millones equivalente a 4.938 respiradores, que en la actualidad ms que bien le hubiesen venido a Bolivia para enfrentar la emergencia sanitaria por pandemia. (ABI). O para equipar Unidades de Cuidados Intensivos (UTI), pues antes de la COVID 19, el sistema de salud pblico solo tena 145 camas. Es decir, una por cada 80.000 habitantes.(Pagina7.Siglo 21)
Y si hablamos de aviones o de vuelos oficiales, bien valen algunos datos para que no se rasguen las vestiduras quienes pretenden pescar en ro revuelto, como los del partido del ex y algunos ms. Por ejemplo, recordar, como recuerda Humberto Vacaflor, que en abril de 2010 Bolivia compr sin licitacin el avin Falcon 900 EX Easy francs, fabricado en principio para el clebre equipo ingls, Manchester United, en $us 38.7 millones. En ese avin presidencial iba y vena dentro de Bolivia y fuera, a unos costes de escalofro. Su mantenimiento, combustible, refrigerios, repuestos, viticos a la tripulacin, pasajes en otras lneas areas para el equipo de apoyo y dems, suman $us 28MM entre 2015 y 2019, apunta Vacaflor. Y agrega que en los primeros 10 aos del gobierno, Morales realiz 4.624 viajes en todo el territorio nacional y lleg a 46 pases; que tena 6 aeronaves a su disposicin, incluidos tres helicpteros en los que sola ir de la casa presidencial a Palacio Quemado, su despacho, en un viaje de 2,8 km. Salvo el semanario Siglo 21, nadie ha registrado ese brutal y vergonzoso despilfarro, en medio de la orfandad del sistema sanitario que hered Bolivia de los 14 aos de Morales.
Mirar la realidad o debatir sobre ella, exige argumentar con datos y hechos, ponerlos en el contexto y compararlos con otros, si se desea darles valor analtico serio, al margen de todo fundamentalismo. Algunos que se inscriben en la actual oposicin democrtica,olvidan que el enemigo principal de la democracia son Morales y su partido, el MAS, no la presidenta.
Mientras tanto, el gobierno se abre un hueco con el periodismo, con sectores de Derechos Humanos internos, externos y otros, con un Decreto Supremo que confunde en vez de dar certezas democrticas, cuando su intencin era combatir la desinformacin venga de donde venga. Falt claridad normativa, si de suyo invoca a la Ley de Imprenta, que es el escudo para el ejercicio de la libre expresin y el buen periodismo.
Como quiera que fuese, entre la pandemia que crece, de acuerdo a las curvas epidemiolgicas, el ex y el masismo que no cesan en sus fines conspirativos, la desinformacin y los olvidos interesados, todava quedan aprendidas lecciones del pasado: fue la sociedad boliviana unida y firme quien hizo huir al tirano en 2019 porque queramos democracia, libertad y paz. Las seguimos queriendo.