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Guillermo Capobianco Ribera, falleci el pasado 12 de mayo, a las 10 de la noche. Su cuerpo batallaba haca aos, hasta que dijo basta. Su ausencia la llena su historia personal y la colectiva, en la construccin del instrumento vital del provenir: el partido poltico para la Bolivia que so siempre.
l fue pivote imprescindible en la construccin del Movimiento de la Izquierda RevolucionariaMIR- en Bolivia, a inicios de los aos 70.Fue uno de sus fundadores. En principio, ese MIR era proclive a la lucha armada, y luego, cuando sus hombres y mujeres se dieron cuenta de que la lucha poltica era ms noblequeandar tirandotiros, se convirti a la social democracia. Guillermo fue uno de sus mejores hombres.
Saba que sin partidos polticos como correas de transmisin entre la sociedad y el Estado, la democracia caminara siempre coja. Tenemos que rescatar ese impulso poltico. Fuimos la generacin de la democracia, tiene que surgir la otra, deca, cuando la memoria le filtraba las imgenes de la historia vivida por un mejor futuro.
Al MIR le dio su vida entera, lo mejor de su vida: su juventud arrolladora, su voz potente de lder y de conductor que convocaba a jvenes y adultos para construir el instrumento vital del porvenir, con sus mensajes ya con mstica juvenil, como l mismo seala en sus Memorias de un militante, o con febril arrojo al escribir y diagramar el Bolivia Libre el peridico clandestino del MIR, o con madurez poltica que se gana con la experiencia. En ese recorrido est su anhelo de un maana con olor a proletario, a campesino, a pueblo, a clase media en la Bolivia multi y pluri que vivi y conoci desde su Concepcin natal, all en la Chiquitania, pasando por San Javier y Puerto Pailas. Culminara entre La Paz y Santa Cruz, polos estratgicos del eje poltico, econmico y social del pas, en el ltimo tercio del siglo XX, hasta ahora.
Leticia Sainz fue su compaera de vida en esa etapa sembrada de luchas, derrotas, victorias, persecuciones, crceles y exilios. Antes, hubo el amor de juventud que le dio dos hijos hombres y una madre amiga. En el exilio de Quito, Guillermo y Lety se casaron, un da de septiembre de 1981, en una ceremonia que se semejaba ms un mitin poltico que un matrimonio. Es que aquel fue el de dos militantes de las lides democrticas que encontraron el amor en medio de la turbulencia de la lucha por la reconquista de la democracia en Bolivia. Y luego las luces, como sus dos hijas, Susana Suki- y Celia. Como dice en su libro, Mis dos hijas llevan nombres con simbolismo en nuestras vidas. Suki lleva el de Susana Seleme, amiga entraable y compaera de tantas trincheras, y Celita el de la gran Celia Snchez, la cubana inolvidable. Y tambin sombras, como los olvidos de los hombres y la historia.
Cuando cay preso en Santa Cruz de la Sierra, el da del golpe del brutal Luis Garca Mesa -17 de julio de 1980- fue detenido por un comando de paramilitares, junto a otro compaero del MIR, Jorge Mndez. Estuvieron 5 das en una casa de seguridad, y dos de ellos encerrados en un apretado closet, en completa oscuridad, que pens sera la antesala de la muerte. Se los consider como desaparecidos para angustia de sus padres, la familia del Flaco Mndez y de Lety, quien sala por las noches, con un buen amigo, a buscar sus cadveres por canales y lejanas suburbanas, hasta que se supo que estaban presos, pero con vida.
Para entonces, el MIR ya era un referente poltico. Guillermo Capobianco Ribera era conocido como activo militante y dirigente de ese joven partido que generaba adhesiones y simpatas: era un joven metedor. En sus memorias, Guillermo cuenta que el ser cruceo me salv la vida, pues cuando lo llevaban preso, sac la cabeza por la ventana de vehculo y grit soy Capobianco. El jefe en la casa de seguridad y los dems custodios eran cruceos, de clase media popular, algunos compaeros de aulas en el Colegio Nacional Florida. Pedan nmeros de telfonos para avisar a sus familias que estaban vivos. El 22 de julio, despus de largas gestiones en las que particip el Arzobispo de Santa Cruz, el propio prefecto del Departamento y otras personas de la lite crucea, salieron al exilio a Paraguay, con otros dos jvenes ms, uno de ellos, tambin del MIR.
Con el triunfo de la Unidad Democrtica y Popular (UDP) en 1982, Guillermo fue Ministro de Urbanismo y Vivienda. En 1989, con Jaime Paz Zamora presidente, fue ministro del Interior. La generacin de la democracia, como la llam el propio Jaime, estaba a la cabeza del poder poltico. Nos quedamos en la utopa.
Los fines de semana de los ltimos aos, Lety y Guillermo escuchaban msica y canciones. l ya hablaba poco y la msica fue, adems de Lety, su otra compaera. De todo lo que escuchaban, hay una cancin que mejor define al Guillermo con el queme quedo: Samba de la utopa. Con ella, desde mi duelo, entre la nostalgia y la melancola, le digo gracias al hombre que me abri las puertas al MIR, partido por el que dej atrs el radicalismo de izquierda, por el que entr a la lucha democrtica para construir el instrumento vital del porvenir.Gracias Guillermo. Gracias Lety.
Samba de la utopa de Jonathan Silva
Si el mundo se pone pesado / Voy a pedir prestado/ La palabra poesa
Si el mundo se hace aburrido/ Voy a rezar para que llueva/ La palabra sabidura
Si el mundo va para atrs/ Escribir en un cartel/ La palabra rebelda
Si la gente se desanima/ Voy a cosechar en el huerto/ La palabra terquedad
Si sucede, despus de todo/ Que entra en nuestro patio trasero/ La palabra tirana
Toma el tambor y la ganz/ Salgamos a la calle y gritemos/ La palabra utopa.