Viernes 12 de diciembre 2025

Pensando en voz alta



240 vistas

Dicen tanto el uno del otro que al final acaban diciendo lo mismo, el uno del otro. Ambos resultan ser de derecha ("aliado con la derecha" y de la "nueva derecha" ), el uno dice del otro que protegen el narcotrfico; ambos saben cun corrompido es el TCP para resolver de la forma como desean; ambos judicializan la poltica, invocan a los movimientos sociales, alegando que los autnticos son ellos; convocan a congresos y cabildos, por un lado con quechuas, y por el otro con aymaras; el uno, y el otro, conocen las trampas de las nforas y sus resultados.

El hecho es que trabajaron juntos, a veces dicen dislates de grueso calibre producto de su calentura mental, a tal punto son ambos que no cabe duda: son harina del mismo costal, y se afanan alegando, el uno del otro, que no vienen del mismo trigo. En todo esta trama se desconocen detalles del momento cuando el jefe del partido decidi el nombre del candidato, (entre un economista de opaco pasado poltico, frente al apoyado por las bases, un aymara de doctrina e indigenista); ha tenido que decirle algo ms, nadie ha divulgado ese momento trascendental; acaso fue reunin estrictamente privada? Hubo algn compromiso? Qu se dijo sobre la siguiente eleccin? Aqu est la cuestin, en qu quedaron para las elecciones del 2025?

A pesar de lo mucho que ha crecido la torta de la burocracia no alcanz para la militancia, entonces comenz el descontento, despus el arrebato, por algo as de sencillo hizo crisis la discordia. Se puede contar as la historia: haba una vez un movimiento poltico cuyo jefe pasaba a ser sacrosanto, si le ocurra algo "no saldra el sol"... Los movimientos sociales son el respaldo y custodia para el presidente (como los mosqueteros del rey) lo fueron antes, corresponda que sigan con el nuevo gobierno; sin embargo, la subvencin a los dirigentes los convirti en apoyo sectario y prebendal, en contra del jefe de su partido, haciendo ms fuerte al mandatario y su causa.

El uno, y el otro, utilizan los movimientos sociales como abanderados portantes de la wiphala, los unos tienen empleo, enfrentados con quienes piden cambio de ministros para tener opciones con la rotacin. Entre el uno, y el otro, dispusieron a troche y moche 13 mil millones de dlares del RIN, obviamente da para pensar.

Ante todo esto surge la pregunta existe alguna otra opcin? No, solamente alusiones difusas, mencionadas de cuando en vez. Entonces invade un desvalimiento, como cuando sopla un ventarrn fuerte y no hay donde arrimarse, es un pramo donde ni ramas existen, buscas, miras, oteas, no hay nada ni nadie, solamente promesas desvadas, remotas.

As las cosas, se reflexiona y conjetura acerca de quin ser la minora esta vez, augurios no son deseos, cuando el viento sopla del norte las ramas se rinden al sur. Ser acaso la derecha? (Ya est acostumbrada). Apremia el devaneo, exaspera la confusin, son millones de conciencias que jugaran como electores para resolver la situacin, teniendo en cuenta que no solo piensan diferente, su visin est confinada en los extremos, rebozada de fanatismo, de fundamentalismo pragmtico, ms an de aquellos que trabajan para el gobierno; nunca fueron tantos, ahora pasan del medio milln.

Se dice que algunos personajes polticos estn perdiendo vigencia, tal extremo puede ser verdad, lo importante es cmo se comportarn los votos, mantendrn los que ahora gobiernan los 3.3 millones? es tema que entra en el campo de la probabilidad, los votantes en su pendular eleccin solo tienen dos opciones: la izquierda o la derecha.

A propsito de derecha, hasta ahora es solamente una categora de probable existencia que tiene su clculo propio para definir su cariz (acaso indecisin, miedo porque no? este pas est gravemente daado), si gana la izquierda seguirn los arrumacos con China, si gana la derecha llegar el FMI. Todas son cavilaciones y la voz interior que revuelve el pensamiento inquieto, estando escrita es mejor.

*Periodista.