Lunes 06 de mayo 2024

Por qué la Bolivia socialista de Evo Morales no terminó como la Venezuela de Maduro y Chávez



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El Comercio.pe.- Evo Morales en Bolivia y Nicol�s Maduro en Venezuela son los remanentes de una �poca en la que l�deres pol�ticos de izquierda estuvieron al mando de la mayor parte de Sudam�rica, un periodo que fue bautizado por Hugo Ch�vez como el socialismo del siglo XXI y que ha mostrado diversos finales en la regi�n.

En el caso espec�fico de Bolivia y Venezuela la diferencia es dram�ticamente antag�nica, mientras millones de venezolanos salen de su pa�s escapando de la crisis econ�mica, pol�tica y social que lo aqueja desde hace por lo menos un lustro, el gobierno de La Paz ha sido alabado en diversas oportunidades por el manejo que ha conducido al pa�s a una bonanza econ�mica nunca antes vista en su historia. Aunque analistas recalcan que esta no fue aprovechada debidamente y hoy se encuentra en peligro.

�Por qu� ambos pa�ses tuvieron destinos tan diferentes si fueron conducidos -te�ricamente- bajo la misma ideolog�a?

Antes de abordar a fondo las diferencias entre Bolivia y Venezuela debemos repasar las similitudes entre Morales y Maduro. El l�der boliviano, el primer dirigente ind�gena en gobernar el pa�s altipl�nico, es uno de los pocos aliados que le quedan al dictador venezolano en la actualidad.

Ambos son confesos admiradores de la �pol�tica antiimperialista� del fallecido l�der cubano Fidel Castro y Morales no ha dudado en comparar a su contraparte venezolana con la figura hist�rica de Sim�n Bol�var.

Ambos, adem�s, han encontrado la forma de perpetuarse en el poder haciendo uso de un sistema judicial cuestionado por la comunidad internacional. En el caso de Maduro, con el cierre de la Asamblea Nacional controlada por la oposici�n y el establecimiento de una Asamblea Constituyente que la reemplaz� en funciones. En el caso de Morales, con una pol�mica sentencia desde la Corte Suprema que ignor� al refer�ndum al que fue sometida su intenci�n de postularse a la reelecci�n, tras casi 14 a�os en el poder.

Sin embargo, regresando a las diferencias, mientras Venezuela supera todos los l�mites posibles en cuanto a inflaci�n de costos en sus productos y escasez de los mismos, en los �ltimos a�os se ha alabado en m�s de una ocasi�n el denominado �milagro econ�mico boliviano�.
DUDAS SOBRE EL MILAGRO

�Dudo que se pueda hablar del �milagro boliviano�, m�s parece un exceso ret�rico. S�, es verdad que en Bolivia el manejo de la econom�a ha sido m�s sensato y no se ha llegado a los extremos de irracionalidad de la pol�tica de Ch�vez y Maduro pero es inconcebible que Bolivia, bajo este mismo gobierno, hubiese perdido una oportunidad �nica e irrepetible de utilizar los ingentes ingresos de la exportaci�n de gas natural para financiar un proyecto de desarrollo nacional de largo plazo, con cambios estructurales para un crecimiento sostenido�, explica a El Comercio el soci�logo y analista boliviano Henry Oporto.

Oporto, quien tambi�n es director de la fundaci�n Milenio, reconoce que entre los mayores aciertos de Morales est� haber mantenido la inflaci�n bajo control y equilibrar las cuentas fiscales durante los casi 14 a�os en el poder, aunque recalca que un factor determinante fue �la coyuntura excepcional de precios extraordinarios de las materias primas�.

La raz�n detr�s del buen manejo econ�mico boliviano es producto del aprendizaje que tuvieron sobre uno de los periodos m�s duros en el pa�s, bajo el gobierno de Hern�n Siles.

"En los a�os 80, en Bolivia tuvo lugar un gobierno de izquierda y llegamos a tener la cuarta hiperinflaci�n m�s grande en la historia del mundo, eso marc� a la izquierda boliviana por muchos a�os. Tanto as� que personalidades que hab�an servido en ese gobierno, que luego han trabajado con Evo, trajeron esa herencia y ese temor de que la econom�a podr�a ser su lugar de derrota", detalla para El Comercio el analista pol�tico boliviano Gonzalo Mendieta.

�Esa cultura m�s prudente y menos heterodoxa le viene a Evo de ah�. Evo trat� de manejarse de otra manera, que no fue la corriente de otros gobiernos de izquierda en Latinoam�rica. Por ejemplo, en Argentina los Kirchner nacionalizaron Repsol y Evo, en los mismos a�os, lleg� a un acuerdo con Repsol que sigue explotando los recursos gas�feros. Evo es pragm�tico, tiene un verbo muy �cido pero en los hechos no es tan extremo�, a�ade.

Sumado a ello, Oporto considera que la estrategia de inclusi�n social implementada por Morales le sirvi� para fortalecer sus bases.

�El ascenso de Evo y el MAS (Movimiento al Socialismo, su partido) al gobierno ha propiciado la incorporaci�n de sectores ind�genas, campesinos y trabajadores urbanos y de clase media baja a esferas de poder pol�tico. Este cambio pol�tico ha coincidido con el super ciclo de las materias primas que ha impulsado el crecimiento de la econom�a y le ha dado al pa�s estabilidad social y pol�tica. Estas dos circunstancias explican el �xito pol�tico de Evo Morales y su prolongada permanencia en el poder�.
SOMBRAS EN EL CAMINO DE EVO

Los principales cuestionamientos sobre Morales han venido desde el frente pol�tico y social. La decisi�n que m�s caro le podr�a costar en las pr�ximas elecciones fue haber ignorado el refer�ndum al que convoc� en el 2016 y en el que la mayor�a vot� en contra de una nueva postulaci�n.

Sin embargo, en el sector econ�mico el piso tambi�n parece tambalearse. Durante los a�os de bonanza, Bolivia logr� reducir en un tercio sus tasas de pobreza seg�n el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, este periodo concluy� en el 2014 y se tradujo en una disminuci�n del crecimiento econ�mico.

Adem�s, un informe reciente de la Cepal advierte que del 2015 al 2017 la pobreza extrema pas� del 14,7% al 16,4% en Bolivia, mientras que la pobreza vio un incremento del 35% al 35,2% en el mismo periodo.

" Finalizada la bonanza exportadora, Bolivia vuelve a mostrarse como una econom�a atrasada y escasamente competitiva, muy vulnerable a las fluctuaciones de los precios de los commodities y altamente dependiente de importaciones y en la que lo que m�s crece es la informalidad y la econom�a ilegal", explica Oporto. "Lamentablemente Bolivia no ha construido un sistema de protecci�n social que pueda evitar que muchos bolivianos recalen en el ciclo de la pobreza".

Otro factor que preocupa al analista es que el d�ficit fiscal del pa�s mantiene una curva de crecimiento en los �ltimos cinco a�os. �En 2018 el d�ficit fiscal fue de 8.1% del PBI, extremadamente alto para cualquier econom�a; este a�o ser� incluso superior a esa cifra. Estos d�ficits se financian con p�rdidas de reservas internacionales y endeudamiento p�blico creciente, que pueden alcanzar niveles cr�ticos. Se suma a ello la persistente reducci�n de los vol�menes de producci�n de gas y de minerales, que pone en manifiesto el debilitamiento de la capacidad productiva de dos sectores econ�micos fundamentales, adem�s de la ca�da de los precios internacionales�.

Ante el escenario electoral que convocar� a los bolivianos a las urnas este domingo para elegir entre la continuidad de Morales en el poder o el ingreso de un nuevo mandatario, Oporto no se muestra optimista, principalmente porque asegura que ning�n candidato ha definido un camino a seguir en el sector econ�mico.

"La econom�a no ha sido tema de debate en esta contienda electoral. El oficialismo ha ocultado los problemas, al punto que acaba por creerse sus propias mentiras. Los candidatos opositores, por su parte, han eludido la discusi�n econ�mica, quiz� por sus carencias en cuanto a propuestas concretas", dice. "Nuestra econom�a requiere de nuevos motores de crecimiento que no pueden ser otros que la inversi�n privada, la diversificaci�n productiva, la innovaci�n y la productividad. Lo que no sabemos es si el pr�ximo gobierno podr� encarar esta agenda de reformas estructurales".

Oporto a�ade que la �nica forma de evitar un escenario como el que enfrentan Len�n Moreno en Ecuador o el que encar� Mauricio Macri en Argentina, tras los gobiernos de Rafael Correa y Cristina Fern�ndez de Kirchner respectivamente, es trazando un programa econ�mico determinado.

�Y cuanta menos claridad exista en las definiciones pol�ticas y m�s se aplacen los remedios, el tratamiento puede ser mucho m�s doloroso. Es la lecci�n de las experiencias de Argentina y Ecuador�.

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