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La pelea en la cpula masista consiste en que un bando acusa al otro de haber robado Bs 425 millones en piscinas de evaporacin y el aludido pregunta dnde estn los US$ 1.000 millones del proyecto del litio.
La pelea tira para rato, porque la lista de hechos de corrupcin cometidos desde 2006 por el masismo es interminable, o casi, porque la suma total de lo robado llega a US$ 55.000 millones.
Deben mostrar a los culpables de que los US$ 960 millones de la planta de Bulo Bulo no hayan servido para nada, o los US$ 700 millones de la separadora de gas a Yacuiba, o los US$ 250 millones de la planta de licuado de gas, etctera, etctera, hasta casi el infinito.
En esto, hay que anotarlo, los dos caudillos son responsables, porque ese despilfarro fue aprobado por el ministro de economa y promulgado por el presidente de entonces.
Lo curioso, o paradjico, o inconcebible, es que ambos bandos pugnan por poner a su caudillo como candidato en las elecciones de 2025, disputndose el privilegio de dar el tiro de gracia al pas.
Ambos ofrecen resolver los problemas econmicos, pero ninguno de ellos tiene la ms mnima idea de cmo se lograra ese milagro.
Lo que estn dejando hasta ahora es haber convertido a Bolivia, la saud de los aos 90, que iba a exportar gas natural hasta Estados Unidos, en un pas que dentro de dos aos tendr que importar gas para el consumo
interno.
El coletazo de este magnicidio es que, al no haber gas natural, no habr electricidad, porque 72% de ella se genera en plantas termoelctricas que usan gas.
La otra cola del dragn masista de la corrupcin destruir la posibilidad de explotar el litio, porque para que el proyecto funcione se necesita contar con, por lo menos, 30MW de electricidad.
Haba la esperanza de que Argentina y Brasil tomen en alquiler los ductos bolivianos para pasar el gas de Vaca Muerta, pero ahora Paraguay les ofrece un camino ms corto, con un ducto que pase por su territorio.
La posibilidad de que los ductos bolivianos sean usados para llevar el gas argentino a Brasil dejaba abierta la eventualidad de que, como pago, como peaje, nos dejen algo de gas, aunque sea slo para las cocinas. Pero ahora eso tambin est en duda.
The Economist y Bloomberg hablan de un inminente derrumbe del sistema financiero boliviano, aunque el presidente Luis Arce insiste en que su modelo econmico de nombre muy largo ha hecho del pas el segundo en crecimiento en el mundo.
Otra seal de que estos no entienden nada.
Siglo21bolivia.com