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"La vida es un juego" y disfruta el que ms gana.
De esa manera se pone de manifiesto otra cualidad del hombre: jugar, le gusta jugar y ganar; el hombre es esencialmente ldico. Llevar el talismn de la fortuna y triunfar, siempre; porque perder significa derrota en los negocios, los naipes o el ajedrez.
"Homo Ludens" habla del juego como una expresin cultural y no como funcin biolgica, (una nueva virtud que se suma al "Homo Sapiens" "Homo Faber", Homo economicus y "Homo atomicus"). Su interaccin primaria con el mundo que le rodea es a travs del juego, como componente social, como convivencia que se manifiesta en los quehaceres cotidianos, innato en su conducta, viviendo en el subconsciente como objetivo esencial que activa sus actitudes, hasta lograr el objetivo de cada instante: ganar, Tambin se puede llamar vencer o triunfar, gozando de esos sentires de progresar y prosperar, de haber vencido a las vicisitudes, en ese transcurrir interminable de la rutina en el crculo mgico del juego.
"Tmalo como un juego" suena como arenga para apoyar una accin, significando con ello que no es necesario demasiado esfuerzo y riesgo para lograr; para demandar en otro momento, en abierta contradiccin diciendo "no tomes el trabajo como una jugarreta"; el hecho es que en esta o aquella circunstancia el ludismo humano est presente
En su libro Homo Ludens (EMECE editores S. A. Buenos Aires, 1957) Johan Huizinga expresa: El concepto ganar est ligado al juego, al desafo y al triunfo, un estado subyacente en el impulso que despliega energa calculada para vencer. La poltica y el poder son juego donde el inters es ganar, cuyas reglas esenciales pasan por el consenso y el disenso, la igualdad poltica, la libertad a libre eleccin, respeto a la minora, buen funcionamiento de las instituciones y escenario poltico idneo.
El juego de la poltica es el proceso ldico que implica la interaccin entre los actores polticos (partidos, organizaciones, ciudadanos, grupos de inters y medios de comunicacin). Los resultados del juego son los efectos que se producen como consecuencia del accionar de los jugadores, (formacin de gobiernos, aprobacin de leyes resolucin de conflictos).
Siguiendo a Huizinga, la guerra es el juego ms perverso y trgico que implica sufrimiento; para ganar es necesario matar. La Poltica regulada en su forma democrtica y parlamentaria es tambin un juego que como otros tiene sus reglas. El poder es un juego donde los triunfadores procuran someter impunemente, y de lograrlo, imponen sus propias reglas: perturbar las movidas y complicar las jugadas. El otro, el electorado que perdi en la votacin, no debiera quedar inactivo, y peor an, ceder sus torres y sus caballos, viviendo en permanente jaque. Unos juegan a ser candidatos y otros a ser electores ambos quieren ganar, donde quien gana se queda con el mandato. Habiendo ganado su misin es jugar a la buena gobernanza, a la mejor gestin, cuya estrategia requiere honestidad, sabidura e innovacin, haciendo jugadas maestras al servicio de su pas, respondiendo a la esperanza de los ciudadanos. Lo que est en juego no es poco.
Una diferencia bsica entre ldico y poltica es que el simple juego es pasin, y la poltica es inteligencia; el juego tiene mucho de albur y la poltica correlacin democrtica. Entre elector y elegido hay "intereses en juego" que debieran ser siempre comunes, aunque con frecuencia no lo son, uno juega a ser gobierno y millones a ser gobernados, no se trata de uno contra millones sino a favor y por el bienestar de millones, as debiera ser.
En resguardo de cuanto comportamiento ldico del gobernante pudiera intentar desvariar jugando de mala fe, los electores (sobre todo aquellos que perdieron la eleccin) les corresponde ser caudillos del contrapeso al poder, deben estar prevenidos para cada trance, "es mucho lo que est en juego".
*Periodista.