Domingo 07 de diciembre 2025

El secreto del ripio



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Tienen diferentes suertes los zares anti-droga del masismo: uno está preso en Estados Unidos y otro acaba de ser condenado por un juez masista a seguir trabajando en su fábrica de cocaína.



El primero fue capturado con un cargamento de droga que estaba llevando a Estados Unidos desde un puerto ocupado por Chile y el otro tiene su fábrica de cocaína y produce ripio para camuflar el negocio.



El cocalero Morales, dice que la detención de Felipe Cáceres es una operación montada por el gobierno de Luis Arce para perjudicar a las seis federaciones, es decir al cártel del Chapare.



En defensa de quien fue su zar antidrogas durante doce años, el cocalero dice que Cáceres no tenía una fábrica de droga, sino solamente una planta para lavar ripio, una "chancadora".



Eso del ripio es un secreto a voces, porque sirve para enviarlo desde Chapare hacia la frontera con Brasil en camiones volqueta que llevan oculta, por supuesto, una carga valiosa, un valor agregado de color blanco.



Decir que se dedica al ripio no es ayudar a Cáceres, es delatarlo, siempre y cuando la justicia, la FELCN, la policía y todo lo demás, lo admitan, aunque tendrían que explicar por qué no lo frenaron antes.



En Santa Cruz es obligatorio usar el ripio del Chapare desde 2008. En el gobierno del cocalero, tanto ENDE como ENTEL ordenaron a empresas constructoras que habían contratado que utilicen el ripio del Chapare incluso en Roboré y Puerto Suárez, en la mera frontera, seguramente porque el ripio de esos ríos no es de buena calidad.



El relato que cubre el verdadero uso del ripio en el negocio más millonario del país es muy imaginativo.



Un relato dice que analizaron el ripio y llegaron a la conclusión de que el extraído de los ríos de Chapare tiene a su favor un no sé qué, un encanto, algo de éxtasis quizá, de sublime encanto.



Mientras que el ripio de los ríos próximos al Pantanal no tiene ningún secreto, y menos pecados, la sal de la vida.



De todos modos, es difícil saber por qué dos empresas estatales exigen que sus inmuebles en la frontera con Brasil sean construidos con ripio que debe viajar unos 700 kilómetros, desde las fértiles tierras del Chapare.



Un ripio que debería ser muy caro, porque los transportistas suelen cobrar Bs 1 por cada kilómetro de cada cubo transportado, pero los dueños de las volquetas son chapareños que seguramente se sacrifican por el país y entregan el producto muy barato, como si tuvieran algún secreto, o quizá sea solamente patriotismo. Uno nunca sabe.



Siglo21bolivia.com