La Fiscalía acorrala a Luis Arce por millonarios desembolsos a cuentas particulares

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La noticia que sacude el panorama político boliviano se centra en las graves acusaciones que el fiscal del caso Fondo Indígena (Fondioc), Miguel Cardozo, ha planteado contra el exministro de Economía y actual figura política, Luis Arce Catacora. 

Este caso, que ha destapado un presunto entramado de corrupción masiva durante la administración de Evo Morales, está adquiriendo dimensiones críticas, implicando directamente a quien fuera la cabeza de las finanzas del país. La ciudadanía observa con indignación cómo fondos públicos millonarios, destinados a comunidades indígenas vulnerables, habrían terminado en cuentas personales y proyectos inexistentes.

El fiscal Cardozo, en declaraciones a Erbol, ha sido enfático al detallar los elementos de prueba que existen contra Arce. La investigación se remonta a las irregularidades en la distribución y manejo del dinero del Fondioc. 

El escándalo estalló cuando se evidenció que numerosas obras financiadas eran, en realidad, "fantasmas" o quedaron incompletas, un flagrante despilfarro de recursos estatales. La responsabilidad de Arce, según la fiscalía, surge de su rol como Ministro de Economía y su participación directa en las decisiones operativas del Fondo.

Uno de los puntos clave de la imputación es un acta notariada de una reunión de directorio del Fondo Indígena realizada en Tarija en 2009. En este documento, que el fiscal considera una prueba contundente, se registra la participación de Arce. Según Cardozo, en esa asamblea, Arce habría afirmado textualmente que existían 925 mil millones de bolivianos disponibles y aprobados para proyectos en 2010, e incluso habría instruido la inversión de ese dinero en la compra de bienes inmuebles y vehículos para las organizaciones sociales, lo cual es altamente irregular.

Más allá de esa reunión, el fiscal señala que Arce fue parte activa en la aprobación de proyectos de forma directa, eludiendo la documentación y los procedimientos correspondientes. La falta de un seguimiento riguroso a estos proyectos es otra de las graves omisiones que se le imputan, así como su ausencia en asambleas cruciales que determinaron la aprobación de iniciativas.

Sin embargo, la acusación más comprometedora se relaciona con el manejo de las finanzas. El Fondo Indígena ha sido severamente observado por la práctica de desembolsar dinero a cuentas particulares de dirigentes. El fiscal Cardozo afirma que Arce “ha aprobado los proyectos, ha autorizado los desembolsos a terceras personas en cuentas particulares, no ha hecho el seguimiento de estos proyectos, de este dinero que ha erogado, que es del Estado”. 

La obligación del entonces ministro era velar porque los desembolsos se realizaran en cuentas mancomunadas de las organizaciones, un requisito que se habría ignorado sistemáticamente, facilitando un entorno propicio para la corrupción.

En conclusión, la trama del Fondioc se estrecha en torno a Luis Arce Catacora, cuya situación legal se complica ante la solidez de los indicios presentados por la fiscalía. Las acusaciones de incumplimiento de deberes y conducta antieconómica, respaldadas por actas y testimonios, dibujan un panorama sombrío para el exministro, poniendo de manifiesto fallos sistémicos en la supervisión de fondos públicos que el Estado boliviano busca ahora esclarecer y sancionar.