Domingo 19 de mayo 2024

Investigaciones contra propietario del periódico La Razón no prosperan



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El Diario.- Las investigaciones contra el empresario venezolano � paraguayo, Carlos G. R., quien precipit� las negociaciones con ejecutivos del Grupo Prisa, para la venta del paquete comunicacional que inclu�a a los peri�dicos La Raz�n y Extra, no prosperan, seg�n denunci� la senadora de Unidad Dem�crata (UD), Carmen Eva Gonzales, en contacto con EL DIARIO. La legisladora manifest� que si bien ya se convocaron a varias personas que en alg�n momento tuvieron alguna relaci�n o contacto con los denunciados que son Carlos G. R., Alejandro A. S., Marcelo H. S. (quien se encuentra con detenci�n preventiva), Jaime I. S. (contra quien cursa una orden de aprehensi�n), Carlos Rodolfo G. M., Josefa G. de G., Nicol�s S. P., Sergio S. M., Rodrigo J. C., Andrea B. D., Enrique T. Q., Jos� Luis V. L., Nicol�s Leoncio A. A., Juan Carlos T. E., Alondra Janet M. I., Waldo Rodrigo C. U., Wilfredo Ch. S.; Luis Nolberto C. C., y Karina B. A., las investigaciones est�n avanzando lentamente. �La Polic�a y el Ministerio P�blico est�n convocando uno a uno a todas estas personas que tuvieron que ver con este caso. Marcelo H. ya est� con detenci�n preventiva, pero se tiene que investigar al resto como Carlos G.�, explic�. En ese marco, Gonzales asever� que el Ministerio P�blico debe acelerar las investigaciones y establecer las responsabilidades de cada uno de los denunciados, ya que en semanas pasadas recibieron varios nombres de otros apoderados o �palos blancos�. �Estos personajes han hecho todos los operativos abusivos porque se han sentido protegidos ante el paraguas del anterior gobierno, porque les fomentaba d�ndoles contratos millonarios, entonces tienen que sentarse responsabilidades�, asegur�. Gonzales aclar� que su participaci�n como denunciante se adec�a al rol de asamble�sta nacional que defiende los intereses del Estado, al tratarse de empresas que evadieron millones de bolivianos al fisco a trav�s de empresas fantasmas, primero, para hacerse de los medios y luego, acumular ganancias con la publicidad que les dio el gobierno de Evo Morales. En esa l�nea, lament� que el Servicio de Impuestos Nacionales haya ingresado en un silencio c�mplice y no diga nada respecto a la millonaria deuda tributaria que tiene, por ejemplo, la Red PAT, manejado por Jos� Luis V., quien seg�n los excontadores, era el testaferro de Marcelo H. que administr� estos medios convirtiendo a sus mismos funcionarios en �palos blancos�. La legisladora refiri� que las entidades que agrupan a empresarios de medios no se pronunciaron a la fecha, cuando deber�an ser las m�s preocupadas por sentar un precedente para que en el pa�s no vuelva a repetirse el �asalto a medios de comunicaci�n privados�, a trav�s de presiones o chantajes de parte de empresarios inescrupulosos que act�an bajo intereses pol�ticos. LA RAZ�N De acuerdo con publicaciones de la H Parlante, desde su llegada al poder, en enero de 2006, el gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) vivi� un cerco medi�tico implacable. Los canales de televisi�n, sobre todo los cruce�os, las radioemisoras m�s importantes y casi todos los impresos formaron una barrera protectora a fin de impedir los cambios prometidos por Evo Morales. Varios estudios demuestran (2008) la beligerancia de los medios privados en el per�odo 2006-2008, en lo que podr�a caracterizarse como un cintur�n de protecci�n de las �lites tradicionales contra los cambios constitucionales en marcha. Una indagaci�n precisa del Observatorio Nacional de Medios (Onadem) y del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) conclu�a en 2007 que, con una sola excepci�n, la abrumadora mayor�a de los 15 impresos investigados en el pa�s pr�cticamente militaba en las filas de la oposici�n. No cabe duda de que el MAS se abri� paso a pesar de la bullanguera resistencia de periodistas, empresarios medi�ticos y opinadores. La piedra inaugural del lucrativo aparato comunicacional ya hab�a sido colocada en enero de 2009, por el caraque�o de nacimiento, Carlos Gill Ram�rez, quien adquiri� de manos del grupo espa�ol Prisa las acciones del peri�dico �La Raz�n�, �El Extra� y, aparentemente, tambi�n las de la red ATB. Para la compra de los tres medios, este hombre, que posee nacionalidad espa�ola y fue criado en Asunci�n del Paraguay, us� como paraguas una empresa con sede en Barcelona denominada �Akaishi Investements�. De ese modo, lo que en su momento fueron las principales empresas de la familia Garafulic pasaron a convertirse en los mascarones de proa de un nuevo imperio medi�tico al servicio de Evo Morales y su partido. Las conexiones de Gill Ram�rez con el gobierno anterior est�n plenamente confesadas. Representa en La Paz a la firma austriaca Doppelmayr, que obtuvo del erario p�blico y sin licitaci�n, m�s de 700 millones de d�lares por edificar el sistema de transporte por cable de la sede de gobierno. Todo ese dinero sali� de las b�vedas del Banco Central de Bolivia o de un pr�stamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Adem�s, Gill construy� todas las estaciones del telef�rico y es el rey de los escasos ferrocarriles bolivianos que transportan soya y otros bienes transables hacia los puertos m�s cercanos. Para ganar justamente cercan�a, en octubre de 2009, Gill designa al periodista Edwin Herrera como director de su nuevo diario pace�o. Antes de desprenderse de sus acciones en ATB, el para entonces misterioso empresario coloca al mando del canal a Jaime Iturri, convertido hoy en el primer millonario del MAS con residencia en Buenos Aires. Herrera e Iturri compart�an un rasgo en com�n. Ambos eran periodistas edilicios, es decir, cumpl�an tareas en la exitosa administraci�n de Juan del Granado, en ese momento firme aliado del MAS. En 2009, los nombres de las cabezas ejecutivas de ATB y �La Raz�n� hab�an salido de los cen�culos internos del gobierno. Como recompensa, los negocios para Gill no tardar�an en fluir. El principal de todos fue la asignaci�n de publicidad estatal, que Iv�n Canelas y sus sucesores (D�vila, Paco, L�pez y Canelas) se encargar�an de franquear generosamente a los MAS-media.


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