Miércoles 17 de diciembre 2025

En boca del mentiroso...



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El refrn "en boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso" viene bien a la situacin.

La historia popular del lobo y las ovejas es una manera didctica que ensea a desdear la falsedad.

Hablar de la mentira poltica es adentrarse en otra dimensin nociva por sus efectos perversos, en la buena fe y la credulidad del conglomerado social.

An no est claro si el mentiroso poltico se hace cuando ingresa a la poltica activa, o despus, cuando en funcin pblica las circunstancias le ensean a no decir la verdad.

Las verdades son cosas fiables, porque se corresponden entre el relato y los hechos, eso crea una sociedad optimista y confiada, lo cual le hace mucho bien. Si as fueran las cosas, otro sera el cantar.

Ms por contrario, esta nuestra sociedad vive en contnua autodefensa contra la no verdad: la falacia, la trampa y el engao. La gobernanza se llena de vanidad y miente, los parlamentarios profanos de la verdad, mienten, y los jueces mienten cuando sus sentencias no son la verdad jurdica.

La mentira es una declaracin por alguien que cree, sabe o sospecha que hay falacia en todo o en parte, se trate de incendios o de sequa, disponibilidad de dlares, escasez de combustible, licitacin de obras, concesiones mineras aurferas, todos estos casos advertidos 'in fraganti". Ministerios y sus dependencias son larvarios de mentira que han hecho de ella una fiel aliada, y la convierten en parte de su personalidad. Senadores y diputados, exponentes de la oclocracia (autoridad del populacho corrompido y tumultuoso), enfrascados en balaceras de improperios y mentiras.

Sin embargo, hay cosas buenas que suceden que vale pena contar, y aqu viene el castigo del mentiroso: es no ser credo aun cuando diga la verdad, porque existe la conviccin de que el mentiroso no cambia. Las personas que mienten de manera reiterada acaban siendo obsesivas, elaboran en su mente una realidad que no existe.

Y por el otro extremo contribuyen a formar una sociedad descreda, desconfiada, defraudada, desconsolada en extremo, ante la mendacidad desparramada desde el ms alto nivel. Acaso podra vivir tranquila rodeada de mentirosos? Es como est dicho, los mentirosos no cambiaran; pero cuando menos que sepan que el pueblo se da cuenta, y no les cree, dicen tanta mentira que si alguna verdad hubiera en lo que dicen nadie les creer. Mentiroso es el ministro, se adscribe el viceministro, la secretaria y el ujier. Es probable que algunos les crean, son esa gente sencilla que vive en poblaciones rurales, en alrededores del Titicaca, el Uru Uru o el Poopo, donde les dicen que el sol nace porque canta el gallo, ellos no saben de embustes. Para ellos todava existe el "ama llulla". Tambin es palabra santa para militantes fieles, ellos la aceptan diciendo: "me gusta esta mentira porque va con mi religin".

La poltica est sucia (repugnante sera mejor decir) entre otras razones por la mentira, y al parecer seguir as cuando vemos a los nuevos postulantes a parlamentarios, varios de ellos precoces, que ya tejen bien los hilos de la falacia, anunciando que en esas cuentas sern iguales o mejores a quienes pretenden sustituir, ya practican la versin distorsionada para sacar ventajas de los dems; as las cosas, parece que a este pas le espera una larga vida prdiga en mentiras, donde la mxima fuera "gana el que miente ms".

En ningn tiempo conocido se minti como ahora, eso tiene explicacin, la realidad boliviana es preocupante y ninguno quiere admitir, es ms, no le conviene aceptar (van a mentir ms tarde, y mentirn maana). La honestidad viene como fruto del desarrollo moral, y al ser nula la moralidad de quienes vienen gobernando, se dedican sin disimulo a socializar la impostura y la malicia, con la aviesa intencin que les valga como verdad, pero aunque as fuera el pueblo no les creer, a pesar del descarado cinismo de persistir. Porque "en boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso"

* Periodista.