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El cambio es inevitable pues es la nica constante en la vida (que est vinculada al futuro); y, por consecuencia, es habitual que emerjan los conflictos; sin embargo, estos problemas provienen en realidad de la desintegracin, el cual es consecuencia del cambio.
De all, la importancia de aprender a manejar el cambio a travs de la integracin, la toma de decisiones, la implementacin vinculado con el inters comn y la responsabilidad.
En un pas como en una familia o en una gran empresa, lo ms valioso es la cultura organizacional, entender y reconocer que todos somos distintos pero todos unidos en la diferencia. Es decir, no se trata de pretender que todos seamos enteramente iguales, pues es absurdo y no habr crecimiento. Una pared no se hace con un solo ladrillo, hay que pasar del yo y el t, al nosotros.
Como dira Stephen Covey, las fortalezas estn en nuestras diferencias, no en nuestras similitudes.
Para ello, es menester una estructura diversificada que incluya equipo complementario con trabajo colaborativo (no son intenciones sino escuchar y aprender unos de otros) y con unidad de propsito, tanto con valores ticos morales comunes como con una visin comn mediante metodologa y reglas de comportamiento, cabe mencionar, entre ellas: leyes tiles y justas, no con fanatismos, dogmatismos, caprichos, ni con pragmatismo corrupto y menos an con normativas instrumentalizadas para la dominacin, la manipulacin, el engao (la trampa), el sometimiento y la esclavitud.
Para mantener una integracin slida es mediante la confianza mutua y el respeto mutuo, lo cual posibilita, encontrar las salidas a los conflictos, a las crisis y a los problemas de toda ndole.
Como bien sabemos, estamos sujetos a cambios, no siempre ser lo mismo ni se mantendr todo exactamente igual. Es decir, los cambios siempre existirn (mientras ms cambios existan conllevarn ms conflictos), pero depender de nosotros verlo el cambio como problemas o como oportunidades para mejorar, siendo ntegros, integrales y pragmticos. Los problemas pueden ser destructivos como pueden ser constructivos, todo depende de nosotros mismos.
No es cuestin de resistirse al cambio sino manejar el cambio acorde a nuestras capacidades, implementando las decisiones sustentadas en el inters comn (no en el inters propio o el inters de grupo, motivados por la codicia, avaricia, lujuria y la angurria de poder), sabiendo nuestras limitaciones, conforme a la realidad, sin renunciar principios y valores, cubriendo determinadas necesidades, evitando la sobrecarga, el desgaste crnico, agudo y el sobreendeudamiento, sin descuidar el peligro de la desintegracin interna, tomando nfasis en la confianza y el respeto mutuo, lo cual posibilita una continua reintegracin.
En un pas, donde no exista la confianza ni el respeto mutuo tampoco valores ticos morales comunes, inters comn ni visin comn, es un pas desintegrado, por ende, experimentarn permanentes problemas y conflictos destructivos, debilitndose cada vez ms entre s mismos, mediante incesantes disputas por el poder, la posesin y la impunidad.
Lo ms peligroso, de todo aquello, es cuando acaban en su total desintegracin como ocurri en pases como Checoslovaquia, Yugoslavia, entre otros ms. Lo mismo ocurre con las familias y las grandes empresas cuando acaban desintegrndose por falta de afecto natural, amor y un verdadero liderazgo.
Es as que los llamados a la integracin, son los lderes, pero no cualquier lder sino aquellos lderes de confianza y respeto.
La base de la confianza y el respeto est en la integridad, no la mentira y el engao; por lo tanto, lderes corruptos y mentirosos conllevan al desastre, al autoritarismo, a la muerte, al caos, a la destruccin y a la desintegracin.
Si en un pas, la gente se enriquece con la mentira porque las dems personas quieren siempre ser engaadas, corre el riesgo de ser liderados por mafias, condenndose a ser un riesgo pas de manera perenne donde reine la inseguridad total, la miseria y las psimas condiciones de vida.
Entonces, queda claro, que lo peor es tener gente que solo desea escuchar mentiras porque su final como sociedad y como pas ser catastrfico, se fundir.
Siempre que exista gente que desee escuchar lo real, lo veraz (aunque les moleste, pero estn predispuestos a aprender y a mejorar), evitando ser manipulados con la distraccin, el entretenimiento, la superficialidad, el idilio, la mentira y el engao, tiene posibilidades de manejar el cambio y solidificar la integracin, que los llevar a una sociedad densa con crecimiento ms sostenido en el tiempo, viviendo con sentido comn y no de crisis en crisis.
Advirtase, los gobiernos autoritarios y corruptos en el mundo, buscan tener sociedades laxas y con moralidad distrada, para asegurarse impunidad, control, dominacin, sometimiento, hegemona, abuso de poder consolidando cleptocracias y/o Estados fallidos.
En ese sentido, de nada servirn aquellos lideres (por muy multifacticos que sean), que tengan ojos altivos, envidia, poco o nada de carisma, que sean pretenciosos, que vivan fingiendo decencia, simulando que son invencibles, implacables e infalibles, pregonando una falsa humildad, que confunden autoestima con egolatra, con arrogancia intelectual, que no ven lo esencial, que quieren que los miren y respeten pero ellos no respetan a los dems, pues por mucho que sepan o tengan altos conocimientos, si en realidad no es una persona ntegra, que sea realmente decente, con honestas intenciones y autnticas actitudes nobles, no son ni sern personas de confianza ni de respeto.
No existe respeto mutuo, quien se considere mejor que otros por sus presumidas posesiones, esto es, por tener opulencia, por tener ms cosas, por poseer supuesta intelectualidad o sabidura, engreimiento, soberbia o por simple vanidad y/o prejuicios. Ms que escucharlos o mirarlos en los medios hay que ver su conducta (moral y tica), sus actos y ademanes.
Los lderes que jalarn un pas hacia su mejoramiento (es decir, aquellos que buscan la calidad de vida de todos los dems y entienden que, si se desea un mejor futuro, es mejorando el presente, estableciendo arquitectura organizacional donde se refleje la diferencia - los estilos diferentes-) son personas integradoras, de confianza y respeto, no aquellos que aparentan serlo o que se esfuerzan ininterrumpidamente en propagandearse como tales (bombardendonos con la idea de que son una eminencia, de que son humildes, buenitos o de que son los mejores), sino que simplemente son autnticos e ntegros y lo demuestran a diario con sus actos, su pasado historial o testimonio de vida.
Con esto no digo que se desprecie el saber o de que no sirva el saber, sino que eso no basta, en liderazgo, adems, es importante y primordial ser, no parecer (cayendo luego en la petulancia, dictaduras, totalitarismos o en dictamocracias).
De la era de la razn y del conocimiento (que lleva consigo mucho cerebro y ansias de poder), con su intelecto dominante, el cual es finito (es decir, el porvenir, no ser tan solo, ilusionarse y aprender inteligencia artificial, pues al final se extenuar); y, toda vez que el futuro es cambiante, se deber dar un salto a la era del corazn, un cambio hacia la conciencia. Se debe sembrar y desarrollar conciencia, en bsqueda de cambiar la calidad de vida de las personas (el bienestar comn, el inters general humanitario).