El gobierno de Arce convirtió el pan, el oro, los dólares y el combustible en patrimonios familiares

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El ministro de Economía y Finanzas Públicas, José Gabriel Espinoza, criticó duramente al expresidente Luis Arce a través de sus redes sociales, acusándolo de promover un modelo económico que trasladó los recursos del Estado a los bolsillos de los masistas.

El expresidente Luis Arce (bajo cuya gestión el país vivió el mayor desabastecimiento de combustibles de nuestra historia reciente, con indicios de corrupción relacionados a YPFB superiores a 1.000 millones de dólares revelados en apenas 20 días de auditorías) pretende hoy criticar al Gobierno del presidente Rodrigo Paz, afirmó.

"Hablamos del mismo exmandatario que recibió 42 toneladas de oro en el Banco Central y dejó solo 22, con 6 toneladas ya comprometidas, pulverizando el patrimonio estratégico del país", escribió Espinoza.

Hablamos del exgobernante que acumuló más de 30.000 millones de dólares de déficit fiscal durante su administración, el periodo de mayor desajuste sostenido desde el retorno a la democracia. Hablamos del expresidente que deja al país la inflación más alta desde la UDP, consecuencia directa de un modelo agotado y sin reservas, añadió el ministro.

Dijo que hablamos del mismo Arce cuya gestión está rodeada por denuncias públicas sobre redes familiares de influencia y corrupción, designaciones irregulares en altos cargos para personas allegadas a él, de uso indebido de bienes del Estado y responsabilidades personales que no ha aclarado. Todo ello es materia de investigación y el país espera respuestas.

Ese exmandatario (que dejó instituciones debilitadas, reservas destruidas, deudas impagas y una economía en crisis) no tiene autoridad, ni moral, ni ética, ni profesional, ni de ningún tipo, para criticar a un gobierno que, en menos de un mes:
• Restableció la provisión de combustibles.
• Estabilizó el tipo de cambio y redujo la volatilidad creada por su administración.
• Inició la regularización de pagos a gobernaciones, alcaldías y entidades públicas, abandonadas financieramente por el gobierno anterior.
• Logró que el riesgo país retroceda a niveles previos a su mandato, devolviendo credibilidad internacional.
• Y, sobre todo, reabrió las puertas del mundo, recuperando la confianza externa que él perdió.

Antes de lanzar cuestionamientos, el expresidente Arce debería explicar (no a la prensa, sino al país entero) qué pasó con los combustibles, qué pasó con las reservas, qué pasó con el oro, qué pasó con las finanzas públicas, qué pasó con las empresas estatales, y por qué Bolivia llegó al punto más crítico en 40 años.

Hoy Bolivia da pasos firmes para reconstruirse. Y quienes la llevaron al borde del colapso deberían, al menos, guardar silencio mientras el país intenta levantarse