InSight Crime: El ELN es la organización criminal más poderosa de Latinoamérica
26/01/2020 - 08:26:06
El Nacional.- �El �ltimo ej�rcito insurgente de Colombia es ahora la agrupaci�n criminal m�s poderosa de Latinoam�rica por su expansi�n en toda Colombia y en Venezuela y por su mayor participaci�n en el tr�fico de drogas�, se�ala InSight Crime en un art�culo publicado en su p�gina web
�El Ej�rcito de Liberaci�n Nacional (ELN) ha resistido los mejores esfuerzos del gobierno colombiano, y de su aliado Estados Unidos, durante m�s de cinco d�cadas. Amigos en altos cargos en Caracas han ayudado al ELN a convertirse en un ej�rcito revolucionario colombo-venezolano, lo que tendr� profundas consecuencias para ambos pa�ses y para el panorama criminal de la regi�n�, destaca.
Sin embargo, en la regi�n habita una gama cada vez m�s diversa de grupos criminales, muchos de los cuales ampliaron su territorio o sus econom�as criminales, o bien consolidaron su base de poder en 2019, contin�a.
�Esta lista solo incluye a los actores ilegales no estatales, pues deja de lado los gobiernos donde el crimen organizado ha penetrado a los m�s altos escalones y puesto los bienes del estado al servicio de la actividad criminal, como Venezuela y, posiblemente, Honduras�, afirma.
InSight Crime lleva los dos �ltimos a�os trabajando en una metodolog�a para medir y comparar a los grupos criminales de toda la regi�n. Para ello hemos utilizado los siguientes indicadores:
1. Estructura
Es aqu� donde el ELN sobresale, por su estructura pol�tico-militar, que ha sobrevivido las ofensivas de los gobiernos colombianos apoyados por Estados Unidos, de grupos paramilitares de derecha y de otros grupos criminales colombianos durante m�s de cinco d�cadas. Pese a haber sido casi aniquilado varias veces, el ELN siempre se ha recuperado, reconstruyendo y compartimentando a�n m�s su estructura y aumentando su resiliencia a todas las formas de ataque. Las divisiones guerreras, o frentes de guerra, proporcionan el marco estructural y los frentes individuales act�an como batallones militares, divididos en compa��as y unidades. No existen otras estructuras criminales, a excepci�n de las ex-FARC mafia, que puedan competir con este tipo de cohesi�n cuasi-militar. La naturaleza de las pandillas carcelarias como el PCC, el Comando Rojo, la MS13 y Barrio 18 es resiliente, pero fragmentada en diferentes prisiones y en varias clicas, lo que significa que operan m�s como franquicias que como una organizaci�n con una direcci�n central. El cartel de Sinaloa, tras la captura de Joaqu�n �El Chapo� Guzm�n, puede haber concentrado m�s poder en las manos de Ismael Zambada Garc�a, alias �El Mayo�, pero es una federaci�n de elementos distintos y muchas veces desconectados, cada uno con gran autonom�a e independencia de movimientos.
2. Liderazgo central
Parte del liderazgo central del ELN, los miembros del Comando Central (COCE) han estado con el grupo desde su fundaci�n, o se unieron poco despu�s de esta, lo que significa que el grupo tiene l�deres supremos con d�cadas de experiencia. No hay estructuras criminales en Latinoam�rica que tengan jefes tan veteranos y experimentados. Con la llegada de Gustavo An�bal Giraldo Quinch�a, alias �Pablito�, al COCE en 2015, la jefatura del ELN gan� un impulso significativo. Beligerante, innovador y radical, Pablito representa una generaci�n m�s joven de comandantes insurgentes, que est�n comprometidos ideol�gicamente, pero no permiten que sus ideolog�as revolucionarias limiten su recaudaci�n de ingresos o su estrategia. Entre los otros grupos listados hay m�s l�deres con vasta experiencia, como El Mayo del Cartel de Sinaloa, quien inici� su trayectoria en la d�cada de 1980 con el Cartel de Ju�rez, y que ha evadido todos los intentos de captura. Dairo Antonio �suga, alias �Otoniel�, se inici� en los ochenta como guerrillero marxista, antes de transformarse en paramilitar de derecha, y es hoy la cabeza de los Urabe�os o Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC).
3. Identidad
Todas las estructuras criminales buscan alguna identidad, un c�digo o ideolog�a que faciliten el reclutamiento y creen una reputaci�n y una marca, adem�s de garantizar la lealtad. Las estructuras criminales m�s exitosas de la historia, como la Mafia Siciliana o la Yakuza, han logrado crear una mitolog�a que se traduce en un estricto c�digo de conducta, con ritos de iniciaci�n. El ELN tiene como esencia el marxismo-leninismo, donde figuras como Fidel Castro y el Che Guevara constituyen �conos ideol�gicos. Aunque se han dado debates en torno a c�mo esta ideolog�a se reconcilia con la actividad criminal, el ELN tiene un fuerte componente ideol�gico, y la mayor�a de sus miembros creen luchar por una causa justa. Esto da una motivaci�n poderosa y lealtad.
Las pandillas carcelarias en El Salvador, como la MS13 y Barrio 18, han crecido r�pidamente porque adoptan rituales de iniciaci�n y el uso de tatuajes que forman una marca clara y uniforme de pertenencia y lealtad. Aunque tienen un reglamento, su causa es la protecci�n de los suyos, de manera muy parecida al PCC y el Comando Rojo en Brasil. Al igual que las mafias italianas, muchos de los carteles mexicanos tienen un fuerte componente geogr�fico. El Cartel de Sinaloa, por ejemplo, depende en gran medida de reclutas del estado del mismo nombre y de su fuerte cultura regional.
4. Poder�o econ�mico
Esto corresponde no solo a la acumulaci�n de poder de una estructura, sino a la diversidad de su portafolio criminal y a la capacidad de absorber p�rdidas, como decomisos de drogas y otros. La capacidad de lavar dinero y su penetraci�n de la econom�a legal tambi�n se miden en este aspecto. El ELN ha aumentado su resiliencia econ�mica en los �ltimos cuatro a�os. Alguna vez dependiente por completo del secuestro y la extorsi�n, el �ltimo grupo insurgente colombiano ahora est� profundamente involucrado en la miner�a ilegal, el contrabando y el narcotr�fico. El ELN ha aprovechado el caos en Venezuela y su afinidad con el r�gimen para tomar control de rutas claves en esta atribulada naci�n, y ha invertido en propiedad ra�z a lo largo de la frontera.
El explosivo crecimiento del PCC en los �ltimos a�os se debe a su mayor participaci�n en el tr�fico de coca�na. Aunque sus ganancias iniciales se derivaban del microtr�fico en las prisiones y luego en su ciudad de origen, S�o Paulo, hoy el PCC se abastece de coca�na en Bolivia, Colombia y Paraguay, y participa en el movimiento de cargamentos de droga al exterior, en especial a Europa, por puertos como el de Santos. El Cartel de Sinaloa es la excepci�n que confirma la regla; ha resistido a la tentaci�n en la que han ca�do otros carteles mexicanos de entrar en la extorsi�n, el secuestro y el tr�fico de personas, para concentrarse en su fortaleza: el narcotr�fico.
5. Penetraci�n del Estado
El crimen organizado usa dos instrumentos principales: la violencia y la corrupci�n. La condici�n ideal para un grupo criminal es no solo que el Estado no interfiera en sus operaciones, sino que de hecho las protejan. Al contrario de �frica, donde muchas de las estructuras criminales est�n insertas en el Estado, en Latinoam�rica la mayor�a son actores no estatales, y por ende son vulnerables a las acciones de este.
Es el caso del ELN en Colombia, donde se ha declarado al grupo enemigo p�blico n�mero 1. Pero en Venezuela la historia es muy distinta, pues el presidente Nicol�s Maduro ve a la guerrilla colombiana como un puntal de su r�gimen y como un escudo a lo largo de la frontera con Colombia. Esto ha permitido al ELN prosperar en Venezuela, echar ra�ces m�s profundas y afianzar el control de las econom�as criminales.
El Cartel de Sinaloa, al contrario que el de Jalisco y que antiguos rivales como Los Zetas, ha preferido usar �plata� en lugar de �plomo�, donde le sea posible. Este es un modelo de negocio m�s eficiente, y explica por qu� Los Zetas quedaron en la historia, mientras que Sinaloa se mantiene fuerte. Las pandillas carcelarias son por naturaleza antagonistas del Estado, aunque las treguas que la MS13 y Barrio 18 en El Salvador negociaron con el gobierno desde 2012 demostraron que incluso las pandillas callejeras m�s brutales est�n abiertas al di�logo y la pol�tica.
6. Amenazas o ejercicio de violencia
La violencia y el crimen organizado en Latinoam�rica son indivisibles. En un mercado donde no hay recursos legales ante el incumplimiento de acuerdos, una reputaci�n de violencia es un elemento clave para hacer negocios. Con solo el ocho por ciento de la poblaci�n mundial, Latinoam�rica pone el 33 por ciento de los homicidios. Brasil, Colombia, M�xico y Venezuela representan una cuarta parte del total de homicidios del planeta. Sin embargo, las organizaciones criminales m�s violentas no son necesariamente las m�s exitosas. Tres de los grupos de nuestra lista �la MS13, Barrio 18 y el Cartel de Jalisco� tienen una reputaci�n de niveles de violencia indiscriminada y brutal; aunque esto les da una enorme credibilidad en el escenario criminal, tambi�n garantiza que son objetivos prioritarios para las fuerzas de seguridad.
El ELN no es ajeno a la violencia, pero buena parte de ella es de naturaleza insurgente, m�s que puramente criminal. Esto hace de la guerrilla un objetivo prioritario del gobierno colombiano, pero dado que controlan y regulan la violencia dentro de Venezuela, son vistos all� como una fuerza casi leg�tima.
7. N�meros y capacidad militar
Una cosa es perpetrar homicidios indiscriminados y otra es la capacidad de realizar operativos sofisticados y precisos estilo militar para facilitar y proteger empresas criminales y tener el personal entrenado para esas actividades. Las pandillas callejeras centroamericanas puede aterrorizar a la poblaci�n para que paguen extorsiones, han sido capaces de emboscar una unidad de polic�a y pueden convocar a miles de miembros de los pa�ses del Tri�ngulo Norte (El Salvador, Honduras y Guatemala). El ELN, por su parte, ha sido capaz de paralizar departamentos enteros de Colombia, realizar ofensivas militares para tomar territorio del Estado y poner bombas en instalaciones policiales de Bogot�.
Hoy en d�a este ej�rcito insurgente puede convocar hasta 4.000 efectivos con adiestramiento militar y a miles de colaboradores m�s. El ELN ha podido fabricar lanzabombas caseros y tiene un arsenal que compite con el de muchos ej�rcitos de la regi�n.
Como parte de la medici�n miramos no solo la capacidad operativa de los grupos criminales, sino tambi�n su armamento, adiestramiento militar y aplicaci�n estrat�gica de violencia. Una de las razones por las que el PCC de Brasil ha avanzado a la primera divisi�n de la liga criminal ha sido su capacidad de ejecutar operativos sofisticados. En 2017, hasta 50 miembros de la pandilla, usando dinamita y rifles de asalto, lograron robar US$8 millones de una b�veda paraguaya y lanzar un ataque distractor contra una estaci�n de polic�a antes de huir en lanchas r�pidas.
8. Alianzas criminales
En un mundo criminal cada vez m�s fragmentado, que a diario extiende su influencia global, no puede subestimarse la importancia de las alianzas. Los d�as del Cartel de Medell�n, que controlaba la industria de la coca�na desde la producci�n hasta la distribuci�n en Estados Unidos, quedaron bajo el polvo de la historia. Ahora la mayor�a de las estructuras criminales son redes que dependen de m�ltiples nodos para conformar complejas cadenas de suministro por todo el mundo y manejar los millones de d�lares que se mueven en la direcci�n contraria. La �nica forma de prosperar es trabajar con otras organizaciones criminales y corromper a funcionarios gubernamentales.
El ELN, para ser un ej�rcito guerrillero de base supuestamente ideol�gica, ha sido sorprendentemente pragm�tico en lo que respecta a aliarse con otros actores criminales cuando es necesario o para prestar servicios a otras redes ilegales. El ELN puede contar con las ex-FARC Mafia como aliados, con elementos del Estado venezolano, as� como con los �colectivos� venezolanos. Mediante su trabajo pol�tico, esta guerrilla puede contar con una constelaci�n de grupos radicales de izquierda en toda la regi�n. A nivel local, el ELN trabaja con docenas de actores criminales en el cobro de �impuestos� para permitir el paso de organizaciones narcotraficantes por su territorio o en la prestaci�n de servicios de protecci�n para laboratorios de drogas, viveros de marihuana, pistas de aterrizaje ilegales y astilleros de submarinos. Casi no existe un eslab�n de la cadena de la droga en Colombia donde el ELN no tenga participaci�n en sus zonas de influencia.
Lo mismo sucede con la miner�a ilegal. Las unidades del ELN en la Costa Pac�fica trabajan con carteles mexicanos para garantizar el flujo regular de coca�na hacia Centroam�rica. El Cartel de Sinaloa opera en nada menos que 54 pa�ses de todo el mundo, dependiendo de una compleja serie de alianzas. Pandillas como la MS13 y Barrio 18 no son tan buenas trabajando con otros actores, de ah� que muchas de sus actividades criminales sean puramente nacionales (extorsi�n y secuestro), m�s que transnacionales (narcotr�fico, tr�fico de personas, etc.), donde es esencial una mayor cooperaci�n.
9. Influencia territorial y gobernanza criminal
La mayor�a de las econom�as criminales requieren control del territorio. Pueden ser los codiciados puntos de cruce en la frontera entre M�xico y Estados Unidos, o los cultivos de coca en Colombia, o los dep�sitos aur�feros aluviales en varias partes de Suram�rica. No es coincidencia que algunas de las ciudades m�s violentas de Latinoam�rica sean la sede de puertos, que son los puntos de salida de cargamentos de droga de varias toneladas. Sin importar qu� actores criminales controlen estas �reas, en ellas se garantiza el control de las rentas ilegales que contienen. De igual relevancia en este aparte es c�mo los grupos criminales mantienen el control de estos territorios. Los m�s sofisticados han creado estados paralelos, o enclaves criminales, donde ejercen funciones que normalmente se reservan a los gobiernos, como el incremento de impuestos o la aplicaci�n de la justicia. El control de esas zonas no solo proporciona rentas criminales, sino tambi�n un flujo constante de reclutas.
El ELN hace exactamente eso en muchas de sus zonas de operaciones, infiltrando las autoridades municipales, cobrando cuotas de �protecci�n� y haciendo de juez en disputas locales. En varios lugares de Colombia y Venezuela, se considera a los insurgentes una fuerza leg�tima, capaz de ejercer una gobernanza mucho m�s efectiva y confiable que el Estado. Para las pandillas carcelarias, el control de las prisiones, que muchas veces son centros de crimen organizado, es una caracter�stica regular de su �gobernanza criminal�, as� como fuente de reclutas y rentas.
10. Longevidad
La prueba de fuego para un grupo criminal es su longevidad. Si un poderoso cartel criminal es capaz de sobrevivir durante a�os, o como es el caso de muchos de nuestra lista, por d�cadas, esto da testimonio de su resiliencia, acumulaci�n de poder y de su capacidad operativa. De nuevo, el ELN se impone: existe desde 1964 y es m�s poderoso hoy que antes. La mayor�a de las poderosas pandillas carcelarias de nuestra lista son relativamente j�venes en comparaci�n con el ELN. La m�s antigua es el Comando Rojo, que naci� en una prisi�n de Rio de Janeiro en la d�cada de 1970, como un grupo para la protecci�n de los presos. El PCC naci� en 1993, mientras que la MS13 y Barrio 18 evolucionaron en el Tri�ngulo Norte tras la deportaci�n masiva de delincuentes de Estados Unidos a comienzos del siglo. El m�s nuevo de la lista, las ex-FARC Mafia, surgido despu�s de la firma del acuerdo de paz entre las FARC y el gobierno colombiano en 2016, aprovecha la experiencia de los excombatientes y ha buscado adoptar la mitolog�a y el discurso pol�tico de las FARC para crear su identidad y su marca. Aunque los Urabe�os solo se formaron en 2006, han adoptado buena parte de los s�mbolos y la identidad de sus predecesores, los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), lo que les da mayor poder y madurez criminal que lo que su juventud dar�a a entender.
