Un biberón de hace 7.000 años para los bebés del neolítico
26/09/2019 - 12:48:50
SINC.- En la regi�n de Baviera (Alemania) se descubrieron varios recipientes de arcilla, de unos 5 a 10 cm de ancho, en tumbas infantiles datadas alrededor del 5.000 a. C. Estos vasos presentaban una boquilla muy estrecha por la cual se puede succionar l�quido.
Estos peque�os vasos pod�an haber servido para alimentar a adultos y ancianos enfermos, pero su tama�o era lo bastante peque�o como para caber en las manos de un beb�.
Por eso, un grupo de investigadores liderados por la Universidad de Bristol (Reino Unido) se propuso estudiarlos para constatar si se trataba de la primera evidencia de biberones prehist�ricos del Neol�tico. Escogieron tres de ellos e hicieron un an�lisis qu�mico e isot�pico para identificar los residuos de alimentos.
El estudio confirm� que conten�an leche de rumiantes de ganado domesticado (ovejas o cabras). Este hecho, combinado con la presencia de los recipientes junto a restos infantiles, constata que se usaron para alimentar a los beb�s, ya sea para sustituir a la leche humana o durante el destete, como alimento suplementario.
�Sabemos que los vasos de arcilla utilizados para alimentar o destetar a los ni�os aparecen por primera vez en el per�odo Neol�tico en Alemania hace unos 7.000 a�os y luego se vuelven m�s comunes en la Edad de Bronce y Hierro en Europa�, explica a Sinc Julie Dunne, autora principal del estudio que publica la revista Nature e investigadora de la Universidad de Bristol.
Hasta ahora los alimentos para reemplazar la leche materna en las dietas de los beb�s en los tiempos prehist�ricos no se conoc�an completamente. �Este documento es importante, ya que constituye la primera evidencia directa de que la leche animal estuvo contenida en estos biberones para alimentar a los beb�s�, dice Si�n Halcrow, profesor asociado de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda), que no participa en el estudio pero publica un art�culo de opini�n en el mismo n�mero de la revista.
Formas de animales imaginarios
Las tumbas son parte de un gran complejo de cementerios de la Edad del Hierro en el valle inferior de Altm�hl en Baviera. El primero abarca 99 entierros en 72 tumbas y el �ltimo 126 entierros.
�La tumba infantil n�mero 80 en Dietfurt-Tennisplatz conten�a una inhumaci�n orientada de este a oeste de un ni�o peque�o (de cero a seis a�os), del cual solo se conservaron partes del cr�neo y huesos largos. El primer recipiente de alimentaci�n se coloc� a los pies del ni�o, con un peque�o brazalete de bronce que se hallaba donde habr�a estado su brazo izquierdo�, apunta Dunne.
La tumba 65 en Dietfurt-Tankstelle comprendi� la inhumaci�n de un ni�o de un a�o de edad, colocado extendido sobre su espalda, con la cabeza orientada hacia el sur y los brazos doblados sobre la parte superior del cuerpo. La segunda vasija analizada, con forma de tubo peque�o, se encontr� dentro de un recipiente depositado en la cadera derecha.
�Ambos vasos eran de tama�o similar, unos 50 mm de di�metro, aunque el recipiente I tiene una boquilla mucho m�s corta. Tambi�n se analiz� otro vaso roto, de un entierro de un ni�o de uno a dos a�os en Augsburg-Haunstetten, una necr�polis de la Edad del Bronce Tard�a hace entre 1.200 a 800 a�os a. C.�, a�ade la investigadora.
Estos vasos presentan diversas formas, algunos tienen pies o cabeza y formas de animales imaginarios. Vasos similares han aparecido en otras culturas prehist�ricas de Roma y la antigua Grecia, as� como en diversos lugares del mundo. �Nos gustar�a llevar a cabo un estudio geogr�fico m�s amplio e investigar si sirvieron para el mismo prop�sito�, afirma Dunne.
Recipientes con riesgo de provocar infecciones
El acto de introducir la leche animal en la dieta de un beb� probablemente tuvo efectos negativos en su salud y pudo haber hecho que enfermaran. �Los vasos en s� mismos probablemente eran dif�ciles de limpiar y presentan riesgos de exposici�n a infecciones potencialmente mortales para beb�s, como la gastroenteritis�, dice Halcrow.
Un trabajo adicional que analice la patolog�a de los restos esquel�ticos de los beb�s puede dar pistas sobre los efectos que este tipo de alimentaci�n con leche animal tuvo en su salud, seg�n los cient�ficos.
�Claramente, los beb�s que fueron enterrados con los vasos murieron j�venes, por lo que probablemente no estaban bien. Podemos buscar evidencia en los huesos y dientes en busca de infecciones o insuficiencias nutricionales. Tambi�n hay nuevos m�todos para evaluar las historias individuales de destete infantil a trav�s de an�lisis isot�picos estables de dientes de formaci�n temprana�, asegura el cient�fico.
