- 2010-09-12
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Los venezolanos contemplan -con asombro y admiracin- cmo los hondureos impidieron que el modelo chavista triunfara en su pas y cmo resisten todos los das las ms brutales e injustas agresiones internacionales. Es natural que muchos se pregunten, por qu los hondureos pueden y nosotros no?
Una explicacin razonable es que los hondureos se anticiparon a la tragedia porque ya la conocan. Vieron a travs de los medios lo que Chvez hizo en Venezuela; y cuando Zelaya quiso convocar una constituyente, reaccionaron a tiempo.
Otra explicacin, tambin vlida, es que Zelaya no controlaba el Congreso, ni la Corte; a diferencia de Chvez, que mantiene secuestrados todos los poderes pblicos. Sin embargo, en mi opinin, hay otro motivo ms importante, relacionado con la humildad y con la religiosidad del pueblo hondureo.
En julio de este ao, cuando visit Tegucigalpa, qued impresionado con la sencillez y la claridad de los hondureos. Creo que varios factores influyeron para formar ese carcter nacional; entre ellos, la consciencia de sus propias limitaciones econmicas; la necesidad de trabajar muy duro para sobrevivir; y el empeo en preservar sus valores familiares y creencias religiosas. Pareciera, adems, que el relativismo y el materialismo no han permeado tanto en Honduras, como lo han hecho en Venezuela y en otros pases suramericanos.
Los hondureos muestran una gran firmeza y entereza moral a la hora de defender sus principios. Por eso, han sido capaces de tomar decisiones sin titubear y de soportar enormes presiones, incluso de los sectores internacionales ms poderosos.
Durante mi permanencia en Honduras, me atrev a comentar que all me senta como en la Venezuela rural de mi padre, donde prevaleca la cortesa, la sencillez y la rectitud.
Sin duda, dcadas de bonanza petrolera mal administrada han perjudicado a los venezolanos. El materialismo y el consumismo han afectado negativamente el carcter nacional, diluyendo de la memoria colectiva los principios que compartan nuestros antepasados. Diez aos de gobierno de Chvez -cargados de cinismo, mentiras y frustraciones- han debilitado an ms nuestros valores. Aunque todo esto no signifique que estemos derrotados.
El testimonio de los hondureos debe suscitar una profunda reflexin en los venezolanos. Es hora de analizar nuestros paradigmas y creencias, para recobrar el camino que perdimos en algn momento de la bonanza petrolera. El ejemplo de ese pequeo pas centroamericano puede servirnos de inspiracin.
Hoy, ms que nunca, es necesario recurrir a las enseanzas y recomendaciones de nuestro gran gua espiritual, el Cardenal Rosalio Castillo Lara, quien dijo, el 14 de enero de 2006, con motivo del Da de la Divina Pastora:
Nos encontramos en una situacin de extrema gravedad como muy pocas en nuestra historia. Un gobierno elegido democrticamente ha perdido su rumbo democrtico y presenta visos de dictadura, donde todos los poderes estn prcticamente en manos de una sola persona que los ejerce arbitraria y despticamente; no para procurar el mayor bien de la nacin, sino para un torcido y anacrnico proyecto poltico: el de implantar en Venezuela un rgimen desastroso como el que Fidel Castro ha impuesto a Cuba.
Castillo Lara luego aadi: Nuestro Seor Jesucristo ha querido, quizs, darnos una dura leccin por nuestras infidelidades, por no haber sabido aprovechar los dones que nos dio de una naturaleza tan frtil y rica, de una poblacin inteligente, trabajadora y generosa, y por no haber ayudado debidamente a los ms necesitados y no haber vivido limpiamente nuestra fe cristiana.
La solucin a nuestra crisis no saldr, pues, de una receta poltica, o de un acontecimiento electoral, sino de un cambio interno, basado en la recuperacin de nuestros valores mas preciados; un cambio que nos proporcione la fuerza y la determinacin para enfrentar una dictadura tan perversa y destructora como la que hoy domina a Venezuela.