Honduras: ¡Se salió el genio de la botella!

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Luego de 90 d�as de crisis regional, desatada por la destituci�n constitucional del ex presidente Manuel Zelaya, muchos de los gobiernos comienzan a arrepentirse de su comportamiento inicial frente a lo ocurrido en Honduras.

Desde el principio, asumieron una posici�n parcializada, de apoyo irrestricto a Zelaya, pese a las numerosas violaciones constitucionales en que hab�a incurrido el mandatario depuesto. Se apresuraron a afirmar que hab�a habido un �golpe militar�, aunque las Fuerzas Armadas actuaron por orden del Congreso y de la Corte Suprema.

Los gobiernos del ALBA procedieron a intervenir flagrantemente en los asuntos internos de Honduras, amenazando incluso con auspiciar una invasi�n armada. Como el ALBA fracas�, la OEA -y particularmente Insulza- quiso imponer su voluntad a los hondure�os, sin siquiera escuchar a las otras partes en conflicto. Dado que la OEA no logr� sus objetivos, entonces se propuso la mediaci�n de Arias, bajo fuertes presiones del Departamento de Estado para restituir a Zelaya. Cuando esta estrategia tampoco funcion�, la o­nU tom� la batuta, y prometi� graves sanciones al pueblo hondure�o. Por �ltimo, Lula se quit� la careta de moderado; avalando el regreso clandestino de Zelaya y proporcion�ndole medios para que auspiciara una guerra civil.

La crisis hondure�a hizo que los encargados de la seguridad mundial olvidaran sus prioridades: poco importaba que, gracias al ALBA, avanzara el fundamentalismo isl�mico en la regi�n; que el computador de Ra�l Reyes documentase los v�nculos de Ch�vez con las FARC; que se cerrasen los medios en Venezuela; que se violaran los derechos humanos en Bolivia; y que valijas repletas de petrod�lares se usaran para modificar el tablero pol�tico regional. Lo �nico importante era el regreso de Zelaya.

Los pueblos latinoamericanos observaron at�nitos c�mo se conform� una gavilla de los poderosos contra un peque�o pa�s centroamericano, mientras que los gobiernos del ALBA pisotean todos los d�as las constituciones de sus respectivos pa�ses.

Como consecuencia de tanta injusticia, un sentimiento generalizado de indignaci�n comenz� a cundir en toda Am�rica Latina. Centenares de art�culos circularon criticando el doble discurso de la OEA. Los estudiantes venezolanos escogieron la sede de la OEA en Caracas para hacer su huelga de hambre. Sectores pol�ticos en Brasil condenaron que su embajada en Tegucigalpa se convirtiera en un cuartel para promover la violencia. Un candidato presidencial boliviano viaj� a Washington para que la Comisi�n Interamericana de Derechos Humanos se ocupara de cumplir con su funci�n, en lugar de caerle encima a Honduras. La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos se alz� contra el Departamento de Estado y declar� que la sucesi�n de Zelaya fue constitucional. En resumen, �Se sali� el genio de la botella!

Ahora que la hipocres�a de los organismos multilaterales ha quedado al descubierto. Ahora que se ha evidenciado el control de Ch�vez sobre la OEA. Ahora que los pueblos est�n reaccionando frente a tanta injusticia. Algunos gobiernos est�n preocupados; su arrogancia y su intransigencia se est�n resquebrajando, y tratan infructuosamente de meter el genio de nuevo en la botella.

Sin importar lo que ocurra en el futuro, ya nada ser� igual. El valiente testimonio del pueblo hondure�o servir� de inspiraci�n para que las v�ctimas del Foro de Sao Paulo se animen a defender sus derechos y a liberarse de la tiran�a. Sin duda, los latinoamericanos tenemos mucho que agradecerle a los hondure�os.