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- 2025-12-13
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ARGENTINA
El jefe de Gabinete de ministros y un ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Naci髇 volvieron a defender el libre consumo de drogas, y dejaron entrever que los estupefacientes deben tener precios accesibles a fin de que a鷑 los sectores m醩 humildes puedan consumirlos.
An韇al Fern醤dez y Eugenio Zaffaroni expusieron ayer en la Primera Conferencia Latinoamericana sobre Pol韙icas de Drogas realizada en el Sal髇 Auditorio del Anexo de la C醡ara de Diputados.
El jefe de Gabinete cuestion a quienes reclaman que se castigue a los consumidores. 揘o hay que agarrarse con los 憄erejiles, no podemos criminalizar al adicto, dijo el funcionario y agreg: 揌ablamos claramente de la situaci髇 de no criminalizar al adicto, pero no estamos hablando de facilitar nada, informa una nota del Congreso argentino.
Antes, al arribar al lugar, Fern醤dez hab韆 hablado con la prensa, ante la cual se馻l que 揾ay que dar una lucha despiadada contra el narcotr醘ico y sus formas de financiamiento para luego enviar un claro mensaje a la Corte Suprema.
揕e pido a Zaffaroni que se tape las orejas, pero mentir韆 si no digo que esperamos casi con impaciencia un fallo muy importante, un fallo que no va a despenalizar nada, en el mejor de los casos va a elaborar la inconstitucionalidad del castigo penal a un usuario privado, puntualiz, y agreg que ese eventual fallo ser韆 搈uy importante para nosotros, ser韆 una gu韆 hacia un objetivo que perseguimos.
INCREMENTO DE PRODUCCI覰 Y VENTA DE DROGAS
Sin embargo, Fern醤dez, que durante toda la gesti髇 de N閟tor Kirchner y hasta hace poco m醩 de un mes fue ministro de Seguridad y Justicia, nada dijo sobre por qu, si est tan convencido de que hay que combatir al narcotr醘ico, en la Argentina de los 鷏timos a駉s se ha incrementado tanto la producci髇 y venta de drogas de todo tipo, incluidas las sint閠icas.
El ministro no explic c髆o es que la 搇ucha despiadada que se supone que el Gobierno desarrolla en contra de los narcos da tan pocos resultados. No dio detalles sobre lo que se supone est haciendo el Estado 朼 nivel sanitario- para lograr que los adictos abandonen las drogas y para evitar que surjan adictos nuevos. Nada dijo Fern醤dez sobre la proliferaci髇 del paco ni sobre la evidente complicidad policial sin cuya existencia ser韆 imposible que alguien vendiera drogas a la luz del d韆 y en plena calle sin ser detenido y castigado.
BLANQUEO DE DINERO
Y en cuanto a atacar 搇as formas de financiamiento del narcotr醘ico, el ministro olvid que hace apenas unos meses el mismo gobierno al que 閘 pertenece dispuso un blanqueo de capitales tan ben関olo que puede ser aprovechado por cualquiera sin ning鷑 tipo de riesgo. Tambi閚 por los narcotraficantes.
Por su parte, el ministro de la Corte Eugenio Zaffaroni 杚ue tuvo una exposici髇 accidentada, tanto que calific de 揾ist閞ica a una mujer a la cual le parece que drogarse est mal- tambi閚 defendi enf醫icamente la libertad para consumir drogas.
Mucho menos tolerante con algunas personas del p鷅lico que con el consumo de estupefacientes, Zaffaroni empez a ser abucheado tan pronto como comenz a hablar. Madres de j髒enes consumidores de paco presentes en el lugar le reprocharon de viva voz cuando expres que hace 30 a駉s que viene sosteniendo lo que dice en relaci髇 a la despenalizaci髇 del consumo de estupefacientes.
揈s una raz髇 jur韉ica, una raz髇 de pol韙ica criminal, no podemos derrochar esfuerzos en la persecuci髇 del consumidor, cuando debemos combatir al narcotraficante. Las mujeres 杚ue finalmente fueron sacadas del lugar a la fuerza por expreso pedido del juez supremo- no pod韆n entender ni menos admitir que un ministro de la Corte considere un 揹erroche de esfuerzos el evitar que sus hijos consuman una droga que terminar mat醤dolos.
El ministro insisti en que 揾ay que combatir el tr醘ico y la entrada del paco cambia totalmente el panorama, y reiter que 搉o podemos estar perdiendo el tiempo persiguiendo al adicto
Zaffaroni dijo tambi閚 que 損retender convertir un problema de salud en un problema penal es no resolverlo y se馻l que 揺so es lo que se ha venido haciendo en pol韙ica de drogas a nivel mundial.
Llamativamente preocupado por el precio que a su criterio deben tener los estupefacientes, afirm que 損rohibir t髕icos no tiene un criterio de salud sino econ髆ico pues, seg鷑 閘 揼enera mayores precios y mayor rentabilidad.
Justificadamente hombre de culto para jueces y abogados de todo el pa韘, profesor de profesores, el doctor Zaffaroni no lleg a explicar por qu si vender drogas es un delito, no lo es comprarlas (si alguien vende un auto robado y quien lo adquiere conoce su procedencia, no hay un delincuente, sino dos. 縋or qu con las drogas debe ser diferente?).
El ministro, que durante largo tiempo fue juez de menores, no aclar si su amplio y tolerante criterio para con las drogas abarca a los ni駉s y adolescentes abandonados que aspiran pegamento y se drogan con todo lo que pueden ante la d骳il mirada de la polic韆 en estaciones de trenes y de subtes. Y tampoco dijo si esa pasividad policial forma parte de su idea de 搉o perseguir al adicto por m醩 que ese adicto sea un ni駉 y termine por destruir su propia vida.
Tanto Zaffaroni como Fern醤dez realizaron una defensa a ultranza del libre consumo, que se torna peligrosa y sospechosa porque se realiza en un momento en el cual las drogas parecen estar gan醤dole la batalla a la salud y a la libertad de miles de argentinos. Ante los ojos de todos y sin que nadie haga nada.