La nueva moda de los funerales extravagantes se va imponiendo en diferentes lugares del mundo.
Miriam Burbank, no se movió mucho en su funeral. Sentada en una mesa, cerveza, whisky y cigarrillos cerca, con las uñas pintadas con los colores de su equipo favorito de fútbol americano.
Queriendo demostrar que su madre fue una persona llena de vida, los hijos de Mirian, decidieron que su despedida de este mundo sea con ánimo festivo.
Los servicios fúnebres extraños (por lo menos no convencionales), tuvieron su origen en la ciudad de Nueva Orleans en el año 2012 con la muerte del músico de
Jazz Lionel Batiste. En su velatorio Lionel estaba de pie, apoyado en un poste de luz, con las manos en su bastón, sombrero e inclinado elegantemente a un lado.
En el funeral del
Alexander Bernard Harris, importante ejecutivo discográfico, su cuerpo fue presentado sentado en un Lamborghini amarillo, llevaba pantalones vaqueros, una gorra de béisbol y gafas de sol.
En Puerto Rico,
Angel Pantoja Medina, quien fue asesinado en 2008 y tirado por un puente en ropa interior, ahora es recordado eternamente como “el muerto parado” o “muerto de pie”. Su cadáver fue apoyado contra una pared, vestido como un rapero y con su gorra favorita de los Yankees de Nueva York.
Otro caso de funerales extravagantes en Puerto Rico fue el de
Georgina Chervony Lloren, de 80 años, fue velado en su silla mecedora. Además por decisión de su hija, Georgina lleva puesto el vestido de boda que uso para sus segundas nupcias hace poco más de 32 años.
David Morales fue embalsamado sentado en su amada Honda. Edgardo Velázquez fue embalsamado en su uniforme, sentado en el asiento del conductor de su propia ambulancia.
Una familia pidió que el difunto posara como el Che Guevara, con las piernas cruzadas, la cabeza inclinada, cigarro en mano.
El boxeador C
hristopher Rivera Amora fue velado de pie en el ring, con los guantes y la cabeza inclinada, en la que podía haber sido la pelea de su vida.
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