Conoce este método de curación en función del temperamento.

Lo primero que debemos conocer para estar saludables es determinar a qué clase de morfotipo pertenecemos. Este es un paso clave para elegir luego la mejor dieta para nuestras necesidades, y los tratamientos naturales y terapias alternativas que podrán mejorar nuestro estado de salud. La morfopsicología es un método de curación en función del temperamento, que tiene en cuenta factores como la morfología, la fisionomía y el carácter.

¿Qué son los morfotipos?

En la morfopsicología, el morfotipo es uno de los puntos que más se tienen en cuenta. La mayoría de las personas lo situarán fácilmente, aunque puede ocurrir que se tenga un temperamento mixto; entonces, habrá que tener en cuenta las recomendaciones de cada uno de los tipos correspondientes. En este caso, nos decantamos por los cuatro temperamentos (delimitados según Hipócrates) sobre la base de los cuales se establece la morfopsicología.

Clases de morfotipos

Si se tiene un temperamento bilioso, se es musculoso y se ofrece una impresión de fuerza a través de una cara cuadrada, de tez rojiza o mate, cabello y cejas pobladas, un cuerpo atlético, puño firme y musculado. Enérgico, decidido y organizado, extrovertido, emprendedor, orgulloso, autoritario y rencoroso y celoso. Es un temperamento propenso a sufrir problemas relacionados con el estrés.

Para tener éxito con la morfopsicología, se debe evitar el alcohol, las grasas, las carnes, los lácteos, y aumentar el consumo de frutas y verduras crudas. Se deben consumir tisanas digestivas, ligeramente amargas y caldos de verduras.

Si la persona es de tipo nervioso –con cara en forma de triángulo, tez pálida, delgado y friolero, agitado, con gestos rápidos y bruscos, de naturaleza introvertida, emotivos y sensibles pero fieles–, es realmente importante practicar algún tipo de deporte, limitar el consumo de grasas y glúcidos, evitar las especias calientes y secas.

Otro morfotipo es el del reservado, y a veces pesimista, susceptible e irritable. En este caso –el tipo sanguíneo– se está predispuesto a sufrir problemas de sueño, depresión, desarreglos psicosomáticos... La morfopsicología se verá mejorada gracias a ciertas plantas: regaliz, jengibre, cúrcuma, limón, valeriana.

Por último está el tipo linfático, es decir, algo rellenito, con cara de luna, mirada perdida, con tendencia al relajo, pasivo. De naturaleza introvertida, dulce, fiel y perseverante, pero con tendencia a la negligencia, al desorden y a la indiferencia. Por culpa del sedentarismo, el sistema digestivo se ve sobrecargado, de ahí una mala eliminación de los residuos del organismo. Conviene en este caso consumir productos del mar ricos en iodo, bebidas calientes, verduras aromáticas. Las plantas más convenientes son la salvia, el romero y las algas.

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