19/08/2019 - 07:46:34
Página Siete.- El Programa de Intervenciones Urbanas (PIU) del Ministerio de Planificación ya premió a 539 personas y proyectos con fondos que ascienden hasta los 2,4 millones de bolivianos, de acuerdo con información disponible en su página web.

Hasta el momento, 19 fondos concursables y tres certámenes en las cuatro categorías principales del PIU fueron adjudicados a los 539 proyectos y personas ganadoras. Las asignaciones de dinero incluyen pasajes aéreos, viáticos y gastos de estadía diaria valuados entre 700 y 1.400 bolivianos para creadores, deportistas o gestores que representen al país en el extranjero.

El monto más alto asignado en el programa llega a 2.450.000 bolivianos, en el caso de la producción de un largometraje.

El PIU, según sus creadores, fue diseñado para incentivar la creación y producción de contenidos culturales, el apoyo al deporte, la inclusión de nuevas tendencias creativas y el fortalecimiento de la innovación científica, empresarial y social.

Los fondos están dirigidos a artistas, gestores culturales, cineastas, innovadores tecnológicos, agentes de cambio social y deportistas que postulan a fondos repartidos en cuatro grandes categorías: Cine y Audiovisual, Industrias Culturales, Innovación Social y Tecnológica, y Deportes. El programa del Gobierno cuenta con 140 millones de bolivianos de presupuesto.

Dinero a cambio de promoción

“Me parece una idea genial, está apoyando a gente que trabaja mucho en sus áreas y estaba a punto de tirar la toalla por falta de apoyo, pero que ahora ha retomado sus ideas con más fuerza. Sin embargo, me temo que también estamos siendo usados por el Gobierno”, explicó el ganador de un fondo, quien prefirió mantener su nombre en reserva.

Página Siete habló con algunos postulantes y beneficiarios de los diversos fondos concursables del PIU, para conocer su opinión sobre el programa. Si bien el consenso general es que la idea del programa es positiva, muchos temen que no sea sostenible en el tiempo y que haya sido puesto en marcha para obtener réditos electorales.

Por eso, una de las señales que genera más preocupación es uno de los últimos puntos incluidos en las bases de los fondos concursables, que exige a los ganadores promocionar la imagen y una frase del programa estatal.

Los ganadores deberán “comunicar los créditos e imagen institucional del Estado Plurinacional de Bolivia, del Ministerio de Planificación del Desarrollo y del Programa de Intervenciones Urbanas en toda entrevista, presentación, promoción o difusión que realice, cuyo objeto sea el estímulo otorgado e incluir y hacer constar los logotipos oficiales proporcionados por la organización, con la siguiente frase: ‘Esta obra (proyecto o actividad) ha sido beneficiaria del Programa de Intervenciones Urbanas del Ministerio de Planificación del Estado de Bolivia’”, se exige.

“Mi mayor preocupación es que este programa sea un caramelo para mantenernos calmados mientras se aprueban leyes y normas que no nos benefician como artistas. Todo apoyo es bien recibido, pero creo que debemos ser críticos con lo que pueda venir después”, explicó otro creador que se postula a uno de los fondos del programa.

Otros indican que el hecho de que el PIU se haya implementado este año levanta sospechas sobre su verdadero propósito: servir como herramienta de campaña en las próximas elecciones.

“He podido hablar con varios artistas y deportistas que nos hemos postulado, también con gestores y actores culturales y sociales, y he detectado esa preocupación: de que estamos siendo instrumentalizados. La verdad, espero estar equivocado y que este programa sobreviva y no se convierta en una herramienta electoral, que se garantice su sostenibilidad sea cual sea el gobierno que asuma la Presidencia el próximo año”, argumentó otro de los postulantes.

De acuerdo con las declaraciones de las autoridades, entre ellas el vicepresidente del Estado Álvaro García Linera, el PIU es sostenible y tendrá continuidad en los siguientes años.

Punto de vista

Claudia Eíd Asbún, Gestora cultural
“El programa parece un truco”

El Programa Intervenciones Urbanas parece parte de un sueño hecho realidad, esa parte del sueño en la que el Gobierno boliviano reconoce que el arte y la cultura merecen su apoyo, promoción e incentivo.

Hasta la fecha hay muchos proyectos, giras y emprendimientos que se han beneficiado con el PIU y eso se agradece y se aplaude. Demuestra que el Estado, cuando quiere, puede responder a las necesidades urgentes de un sector que hasta ahora no ha sabido reconocer ni entender.

El problema es que este programa no aparece dentro de una política real, aparece en un año electoral y ni siquiera parte del Ministerio de Culturas, que ha estado promoviendo un anteproyecto de Ley del Artista que no ofrece políticas culturales destinadas a la promoción de las artes y la cultura.

Entonces, el PIU parece un truco, aunque realmente quisiera que no sea así, pero sólo el tiempo va a confirmar si ha sido una cortina de humo para parar la discusión sobre las leyes que demandamos como sector o si realmente el Gobierno quiere dar un estímulo a las artes.

Lo que estoy diciendo no significa que los artistas no debemos postular a estos fondos; postulemos y ganemos para que nuestro trabajo crezca, pero sepamos que lo más probable es que el año que viene el Gobierno salga con que “después de evaluar la respuesta y resultados del PIU, hemos visto que hay que recortar los fondos…”, así como ha pasado con el Premio Abaroa, etc.

De todas maneras, ninguno de los estímulos mencionados se constituye en política cultural y eso es lo que los artistas debemos seguir exigiendo.