16/07/2019 - 07:59:20
Los Tiempos.- Doce meses para buscar nuevos mercados de gas, con nuevas reglas y probablemente con resultados que impliquen menores tiempos de contrato y a menores precios. Ésa es en síntesis la situación en la que dejan los cambios estructurales ejecutados recientemente en Brasil.

Ante esta situación, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) indica que toma medidas, pero un experto en hidrocarburos advierte que hay que cambiar de mentalidad para competir en el nuevo mercado y que se acaban los plazos.

Un documento al que accedió este medio, “Rumbo al nuevo mercado de gas” (8 de julio de 2019), elaborado por un comité de empresas privadas advierte que el monopolio de la estatal brasileña Petrobras (compra, distribución y venta del energético) encarece la venta del gas para el sector industrial de ese país.

El documento muestra, por ejemplo, que mientras en Brasil el millar de BTU se vende por encima de los 14 dólares el millar de BTU, en Europa la misma unidad se vende a un precio promedio de 8 dólares. Y los precios son más bajos aún para América Latina: Argentina y Perú, de 5 a 6 dólares, y México, de 4 a 5. En Estados Unidos se llega incluso a 4 dólares, la tercera parte de Brasil, lo que hace que las empresas privadas de este país pierdan competitividad.

Estas empresas, representadas en el documento en cuestión por el Comité de promoción de la competencia de gas de Brasil, exponen que la razón de este encarecimiento es el monopolio de Petrobras, por lo que su propuesta fue que la estatal brasileña ya no sea el único comprador, vendedor y transportador de gas; que venda todos sus activos y compre sólo el gas que necesita para su funcionamiento propio y se privaticen las distribuidoras de gas que estaban en manos estatales, además de que se levanten algunos impuestos.

Las empresas consiguieron estos objetivos a principios de mes, pero no mediante una ley, pues no tenían el suficiente apoyo en el Parlamento para alcanzar los dos tercios de votos, sino a través del Consejo de Administración de Defensa Económica (CADE), que forzó a que los ministerios de Finanzas y de Hidrocarburos y Energía a proceder con la reforma.

¿Qué implica todo esto para Bolivia? Para empezar, el documento en cuestión no menciona para nada el gas boliviano. El experto en hidrocarburos Álvaro Ríos explica que Brasil ha incrementado su producción de gas en 54 millones de metros cúbicos por día y está en mejores condiciones que hace 20 años, cuando firmó el contrato de gas con Bolivia.

En este sentido, Ríos avizora al menos tres efectos inmediatos: 1) hay que olvidarse de un contrato de Estado a Estado. “Petrobras probablemente compre acá los volúmenes que necesite para su uso propio de sus refinerías y actividad que tenga”, explica. Ya no comprará gas para venta en el mercado interno de Brasil, lo que estará relegado a las empresas privadas.

2) La reducción de precios obliga a competir con el gas producido en el mismo Brasil (a través de Empresal) y con el GNL importado. “Bolivia tendrá que ir a buscar clientes privados en Brasil, como las distribuidoras de gas, generadores eléctricos y grandes usuarios”, añade.

3) Muy probablemente, los plazos serán más cortos y los precios más bajos, debido, justamente, a la competencia y a que las empresas privadas serán reacias a buscar contratos largo aliento en un mercado inestable.

¿Cuánto tiempo hay para lograr esto? Doce meses. El contrato con Brasil fenecía en julio de este año, pero como no hubo ninguna negociación y de acuerdo a cláusulas, el acuerdo se renueva automáticamente por un año más. “Pero todos sabemos que un año pasa volando”, advierte Ríos al explicar que, además, ahora hay una competencia feroz con otras importadoras de gas.