Quien desea hacer un viaje revelador y de amplio contacto con la historia y la gente del Chaco Boliviano, debe comenzar en las enigmáticas tierras del Izozog, siguiendo la ruta de las comunidades del Bajo Parapetí, hasta llegar a Charagua, la ciudad benemérita de la contienda chaqueña.
En Camiri conocerá las pasadas glorias del comienzo de la explotación petrolera en Bolivia; y en Kuruyuki, Ivo, Cuevo y la Misión de Santa Rosa rememorará en el árido paisaje la tragedia de la última sublevación chiriguana.
En San Antonio del Parapetí, La Muela del Diablo, Boyuibe, Macharetí, Tarairí y Villamontes atravesará los escenarios de las encarnizadas batallas que detuvieron y rechazaron el último avance paraguayo en las postrimerías de la Guerra del Chaco.
Más al sur encontrará a los matacos dedicados a su paciente pesca nocturna en las gargantas del Pilcomayo y conversará en largas tertulias con los capitanes de las comunidades ava guaraní asentadas al pie de la Cordillera del Aguaragüe.