- Destacadas
- 2024-10-07
Loading
[Estamos en WhatsApp. Empieza a seguirnos ahora]
VOA. — Las remesas que reciben los países de América Latina y el Caribe alcanzarán un récord de 155.000 millones de dólares en 2023, impulsadas sobre todo por cientos de miles de inmigrantes que envían dinero a la región desde Estados Unidos para ayudar a subsistir a sus familias, de acuerdo con proyecciones difundidas por el Banco Interamericano de Desarrollo.
El volumen total de las remesas en dólares equivale a un incremento de 9,5 % con respecto a los 142.000 millones recibidos en 2022 y completa 15 años consecutivos de crecimiento. Refleja asimismo el flujo migratorio dentro del hemisferio occidental y la contribución que los migrantes hacen a sus países de origen.
“Sigue siendo una fuente importante a nivel agregado para la economía e importante de subsistencia para muchas familias en la región”, expresó Felipe Muñoz, jefe de la unidad de migración del BID, en entrevista con The Associated Press.
El incremento tiene lugar en momentos en que la economía latinoamericana atraviesa una desaceleración, con un magro crecimiento estimado en el 2 % para este año que no alcanza para reducir la pobreza ni crear empleo, según las proyecciones del Banco Mundial. Para la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) los pronósticos son incluso menos alentadores: un crecimiento de apenas 1,7 % previsto para este año y de 1,5 % para 2024.
Con dificultades para encontrar trabajo, altos índices de inflación y elevadas tasas de interés que restringen el crédito, el debilitamiento de la economía ha generado tensiones sociales. La pobreza alcanza a cerca de un tercio de la población de la región.
En ese contexto, las remesas son una ayuda para las economías. A nivel regional, representan el 2,5 % del Producto Interno Bruto y su volumen en dólares ha superado incluso la inversión directa extranjera en la región, sin incluir a Brasil.
En Centroamérica equivalen al 12,7 % del PIB. En Nicaragua, alcanzan al 30 % del PIB , en Honduras el 27 %, en El Salvador el 24 % y en Guatemala el 19,5 %.
En Sudamérica el impacto es del 0,7 % en el PIB, pero el BID advierte que aunque sea menor que en otras subregiones, los flujos de remesas benefician a millones de familias de bajos ingresos que de otra manera podrían caer en un nivel de pobreza aún más severo.
EEUU es el país desde el que más remesas se envían a la región: el 60 %. El aumento en el volumen se podría explicar en parte por un incremento en la tasa de empleo de los migrantes en este país, que llegó a un 95,1 % en 2023, y las mejoras en los ingresos de los inmigrantes que envían ese dinero, con un salario semanal promedio de 860 dólares, según el BID.
Los inmigrantes de Latinoamérica que viven en Estados Unidos son 23,1 millones, un 2,3 % más que en 2022, de acuerdo con estadísticas de la Oficina del Censo. El BID, sin embargo, dijo que ese aumento reciente en la cantidad de migrantes no necesariamente se refleja de manera inmediata en las remesas ya que les lleva tiempo acomodarse y encontrar trabajo antes de que puedan enviar dinero.
Aunque las remesas en dólares han aumentado, cuando se analiza el dinero que reciben las familias teniendo en cuenta la inflación y la devaluación de las monedas locales, el monto promedio ha caído levemente, con marcadas diferencias según de qué país se trate.
En algunos como Nicaragua el impacto de las remesas fue positivo, pero en otros como México —donde la moneda local se apreció con respecto al dólar— el efecto fue menor a pesar del mayor volumen de remesas.
México recibirá en 2023 un récord de más de 64.000 millones de dólares en remesas, un aumento de casi el 10 % al compararlas con el año anterior y equivalentes al 42 % del total de remesas de la región. Es el segundo país del mundo que más recibe después de la India. El 96 % de ellas llegan desde Estados Unidos y representan casi el 4 % de su PIB. Sin embargo, debido a la apreciación del peso mexicano el poder de compra de esas remesas cayó un 18,9 %.
Nicaragua, en tanto, recibirá en 2023 poco más de 5.000 millones de dólares en remesas, un incremento de cerca del 60% con respecto a 2022.