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Las pastillas abortivas cobran protagonismo en Los Estados Unidos




28/06/2022 - 10:11:43

NY Times.- En las horas posteriores a que la Corte Suprema emitiera su decisión de anular el derecho legal al aborto en Estados Unidos, casi 100 solicitudes de citas llegaron a Just the Pill, una organización sin fines de lucro que ayuda a las pacientes a conseguir pastillas abortivas en varios estados.

Eran más o menos el cuádruple de la cantidad normal de citas diarias para esta organización, y muchas eran de pacientes de Texas y de otros estados que suspendieron los abortos inmediatamente después del fallo de la corte.

Como consecuencia de la revocación del fallo de Roe contra Wade, se está recurriendo cada vez más a las pastillas abortivas, las cuales se han usado en más de la mitad de los abortos recientes en Estados Unidos. Las píldoras probablemente se vuelvan el epicentro de las batallas jurídicas que se anticipan conforme aproximadamente la mitad de los estados prohíben el aborto y otros toman medidas para facilitar el acceso a ellas.

Este método, conocido como terminación del embarazo con medicamentos, está autorizado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por su sigla en inglés) para emplearse durante las primeras 10 semanas de embarazo. Consiste en tomar dos fármacos distintos con una diferencia de 24 a 48 horas a fin de detener la evolución del embarazo y provocar contracciones parecidas a las de un aborto espontáneo para expulsar el feto; se trata de un procedimiento que casi siempre produce un sangrado parecido al de una menstruación abundante.

Muchas pacientes optan por la terminación del embarazo con medicamentos porque es menos caro, menos invasivo y ofrece una mayor privacidad que los abortos quirúrgicos. Las pastillas se pueden recibir por correo y tomarse en casa o en cualquier otro sitio después de una consulta inicial con un médico, ya sea por video, por teléfono o en persona, o incluso con solo llenar una solicitud en internet.

La paciente debe realizar la consulta desde un estado donde esté autorizado el aborto, y esto simplemente puede ser llamar desde un teléfono en un auto que se ubique cruzando la frontera del estado. La dirección IP de la computadora o teléfono que se use para la consulta permite que la clínica identifique cuál es su ubicación.

Es probable que las interrupciones con medicamento planteen importantes desafíos para el cumplimiento de la ley en estados que prohíben todos los tipos de aborto. Una cosa es clausurar una clínica, pero es mucho más difícil controlar el envío o la recepción de las pastillas por correo o los viajes a los estados donde estas son legales para ir a una consulta y obtenerlas, de acuerdo con los expertos en leyes.

“Cuando la gente afirma que estamos retrocediendo a la época previa al caso Roe, no creo que haya una máquina del tiempo; ahora tenemos un escenario farmacéutico muy diferente”, señaló Katie Watson, constitucionalista y especialista en ética médica de la Escuela de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.

Las leyes relacionadas con el aborto que están comenzando a entrar en vigor en muchos estados conservadores prohíben todas las formas de interrupción del embarazo, también con medicamentos. Además, 19 estados ya tenían leyes que prohibían la consulta médica a distancia para abortar. En fechas recientes, Texas promulgó una ley que prohibía enviar pastillas abortivas por correo. Así que los grupos y algunos gobiernos estatales que apoyan el derecho a interrumpir el embarazo se están movilizando para ayudar a las pacientes a conseguir las pastillas en estados donde son legales.

Desde octubre de 2020, Just the Pill ha ofrecido más de 2500 consultas a distancia con médicos que proporcionan pastillas abortivas por correo en Colorado, Minnesota, Montana y Wyoming. La organización tiene pensado desplegar en unos días lo que se convertirá en “una flotilla de clínicas móviles” en Colorado y que estacionará a lo largo de las fronteras estatales a fin de que ofrezcan consultas para abortos con medicamentos y proporcionen las pastillas, mencionó Julie Amaon, la directora médica de la organización.

El programa de clínicas sobre ruedas, llamado en inglés Abortion Delivered, el cual también ofrecerá métodos quirúrgicos para las pacientes que los prefieran o para aquellas cuyo embarazo esté demasiado avanzado para un aborto con medicamentos, está diseñado para atender a pacientes de estados cercanos, como Texas, Oklahoma y Dakota del Sur, los cuales de inmediato declararon ilegal el aborto tras la decisión de la corte, así como otros estados, por ejemplo Utah, que se prevé que prohíban o restrinjan mucho el aborto.

“Al operar dentro de las fronteras estatales, reduciremos las dificultades del traslado de las pacientes que viven en estados que prohíben el aborto o lo tienen muy restringido”, señaló Amaon. “Y al no limitarnos a las clínicas físicas convencionales, nuestras clínicas móviles pueden adecuarse con rapidez a lo previsto por los tribunales, las leyes estatales y los mercados, e ir a cualquier lugar donde se necesiten”.

Otros profesionales que ofrecen ese tipo de abortos con medicamentos también están planeando participar. Hey Jane, una organización que ha atendido a casi 10.000 pacientes en California, Colorado, Illinois, Nuevo México, Nueva York y Washington, planea abarcar más estados. “Hemos reforzado nuestro equipo para atender este importante incremento en la demanda”, señaló su directora general, Kiki Freedman.

Los grupos que están en contra de la interrupción del embarazo están tratando de contrarrestar el aumento del interés en los abortos con medicamentos al tacharlos de inseguros y calificarlos como “abortos químicos”. El viernes, James Studnicki, vicepresidente de análisis de datos en el Instituto Charlotte Lozier, una rama de Susan B. Anthony Pro-Life America, señaló que “se exagera mucho la seguridad de la pastilla abortiva” y consideró el aumento de abortos con medicamentos como “un grave problema de salud pública”.

Hay muchas cosas que no se saben acerca de cómo los estados que prohíben todos o la mayoría de los tipos de interrupción del embarazo tratarán de aplicar sus leyes en los casos de abortos con medicamentos. Pero mientras el gobierno de Joe Biden se apresuraba a reaccionar al fallo de la corte, dos miembros del gabinete emitieron de inmediato comunicados que prometían proteger el derecho a tomar fármacos que contaban con aprobación del gobierno federal.

“Seguimos inquebrantables en nuestro compromiso de garantizar que todos los estadounidenses tengan acceso a la atención médica y cuenten con la capacidad de tomar decisiones sobre el cuidado de su salud, incluido el derecho a un aborto seguro y legal, por ejemplo, al aborto con medicamentos que la FDA ha aprobado por más 20 años”, mencionó en su comunicado Xavier Becerra, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos.

En otro comunicado, Merrick Garland, el procurador general, se refirió en concreto al primer medicamento del régimen de interrupción del embarazo con medicamentos llamado mifepristona. En diciembre, la FDA hizo que el acceso al mismo fuera mucho más sencillo cuando eliminó de manera permanente el requisito de que, para obtenerlo, las pacientes tuvieran que acudir a una clínica o a ver en persona a algún médico autorizados.

“Estamos preparados para colaborar con otras ramas del gobierno federal que empleen sus facultades legales para proteger y preservar el acceso a la salud reproductiva”, señaló Garland. “La FDA, en especial, ha aprobado el uso del fármaco mifepristona. Los estados no pueden prohibir este medicamento por no estar de acuerdo con el dictamen de los expertos de la FDA sobre su eficacia y seguridad”.

Pero no se sabe bien qué puede hacer el Departamento de Justicia. Algunos juristas han alegado que la aprobación federal de medicamentos se antepone a las acciones estatales para restringir su uso. Otros afirman que esto solo es aplicable a casos en los que un estado afirma que la seguridad o la eficacia plantea algún problema.

“Hoy, la Corte Suprema ha dicho que el aborto solo puede regularse en cuanto a la forma de salud y seguridad cuando está permitido, pero puede prohibirse completamente”, dijo Watson.

Como resultado, dijo, la capacidad del gobierno federal para afirmar que la aprobación de la FDA tiene prioridad sobre las leyes estatales “es limitada, dado que, tradicionalmente, los estados logran regular el ejercicio de la medicina”.

Los expertos legales dijeron que podría haber otras maneras de que el Departamento de Justicia se involucre en la lucha contra las restricciones al aborto con medicamentos, como impugnar las leyes que prohíben el envío de píldoras por correo, ya que el correo está bajo supervisión federal.

El viernes, la FDA adoptó una postura prudente al decir en un comunicado: “No hemos tenido oportunidad de volver a evaluar el dictamen, pero sí señalamos que las decisiones independientes y normativas de la FDA están basadas en la ciencia y los hechos”.

Este organismo añadió que “los pacientes deben tener acceso a los medicamentos seguros y eficaces para el uso aprobado por la FDA”.

La interrupción del embarazo con medicamentos se volvió legal en Estados Unidos en el año 2000, cuando la FDA aprobó la mifepristona. La agencia impuso estrictas restricciones al fármaco, muchas de las cuales siguen vigentes. Pero el acceso a este método aumentó en 2016, cuando la FDA amplió el periodo dentro del cual se podía tomar el medicamento: de las siete a las 10 semanas del embarazo.

Algunos grupos médicos importantes hacen referencia a los datos obtenidos durante muchos años que demuestran que la interrupción del embarazo con medicamentos es segura. Por ejemplo, un programa de investigación en el que la FDA autorizaba a ofrecer consultas a distancia y a enviar las pastillas por correo informó que el 95 por ciento de los 1157 abortos realizados durante el programa entre mayo de 2016 y septiembre de 2020 concluyó sin requerir ninguna intervención de seguimiento. Según el estudio, las pacientes realizaron 70 visitas a salas de urgencias o centros de atención urgente, y hubo 10 casos de complicaciones graves.

Cuando los estados conservadores comenzaron a aprobar más leyes que restringían el acceso a abortos por métodos quirúrgicos, más pacientes optaron por las pastillas, sobre todo porque podían tomarlas en la privacidad de su hogar.

La pandemia de COVID-19 acentuó esa tendencia. El Instituto Guttmacher, una organización de investigación que apoya el derecho a la interrupción del embarazo, informó que en 2020 los abortos con fármacos representaron el 54 por ciento de la totalidad de las interrupciones.

A medida que las pacientes buscan formas de obtener las píldoras, se espera que algunas recurran a sitios web internacionales como Aid Access, una organización europea a la que la FDA ha intentado —hasta ahora sin éxito— impedir que envíe píldoras a Estados Unidos, lo que complica aún más los esfuerzos de vigilancia.

Mary Ziegler, profesora de Derecho de la Universidad de California, campus Davis, que ha escrito ampliamente sobre el aborto, dijo en una entrevista el mes pasado que podría haber intentos por parte de los estados que prohíben el aborto de enjuiciar a los médicos y otros proveedores de salud en otros estados que proporcionan servicios de aborto como consultas y píldoras a sus residentes, o para tratar de bloquear las organizaciones o fondos que dan ayuda económica a las pacientes para viajar a otros estados.

Los estados en los que el aborto sigue siendo legal se están movilizando para aumentar el acceso y sofocar los ataques legales de otros estados. Connecticut aprobó un proyecto de ley que impide que los proveedores de abortos sean extraditados a otros estados, prohíbe a las autoridades de Connecticut cooperar con las investigaciones que lleva a cabo el estado de origen de la paciente y permite a los residentes de Connecticut que son demandados en virtud de la disposición sobre el aborto de otro estado contraatacar. La legislación en California proporcionaría asistencia financiera a las pacientes que viajan desde otros estados para el procedimiento y aumentaría el número de proveedores de servicios de interrupción del embarazo.

El juez Brett Kavanaugh, en una opinión concurrente con la decisión de la Corte Suprema, insinuó que las pacientes que se trasladen a otros estados para la interrupción del embarazo estarían protegidas por el derecho constitucional a viajar entre estados.

Hasta ahora, la mayoría de los estados que restringen el aborto se han adherido durante mucho tiempo a un principio que apunta a los proveedores y otras personas que ayudan a las pacientes, pero no a las propias pacientes. Ziegler dijo que era posible que eso también cambiara porque, en circunstancias en las que el aborto tiene lugar fuera de las fronteras del estado, “puede que no haya absolutamente nadie más en ese estado a quien enjuiciar que a la paciente”.

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