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Confesó haber matado a 45 personas: Jhimmy, el reo serial que quiere ser pastor y se enamoró




20/06/2021 - 09:37:09

Opinión.- Desde su celda, situada dentro del penal de máxima seguridad de Chonchocoro, Jaime Cárdenas Pardo, alias el Jhimmy, proyecta su mente hacia varios sueños, pero hay uno que -señala- “alimenta su espíritu” y lo motiva a despertarse a diario en su pabellón: ser pastor de la Iglesia evangélica y estar al frente de su congregación para “guiar las ovejas” y llevar la palabra de Dios.

En mayo ha cumplido nueve años de estar en prisión, luego de haber sido recapturado por la Policía en 2012, en la población de Yucumo, Beni. El 6 de diciembre de 2011 fue condenado a 30 años de reclusión, sin derecho a indulto, por la muerte de las universitarias Nairobi Alexis Muñoz y Marfa Delgado Roso. Ese crimen fue el boleto directo hacia su sentencia. Sin embargo, hay más detrás, pues Cárdenas es conocido mediáticamente como el Asesino de Sucre, muy probablemente, el mayor en los registros nacionales. Él mismo ha confesado haber terminado con la vida de 45 personas desde que se inició en un mundo del hampa que ya no quiere recordar y desea eliminar de su memoria selectiva.

Portales del mundo, blogs de aficionados a los hechos policiales y medios independientes se hicieron un banquete con la historia del cruceño. Jaime ahora tiene 33 y asegura que es otro, que es una persona renovada y que se “cimienta en la fe hacia Cristo” para evadir viejos demonios que solían invadir su mente, según narra.

En una entrevista exclusiva a la que Cárdenas accedió con OPINIÓN, confiesa que, en otro momento de su vida, le habría incomodado que escarbaran en su pasado y que intentaran saber, de su boca, pormenores de lo que hizo. Ahora, no obstante, dice entender las reglas. “Al principio me molestaba. Con el tiempo he aprendido a tener paciencia y que no todos los seres son perfectos. No son molestas las preguntas, uno también sabe las situaciones de las que le van a cuestionar cuando accede a dar una entrevista”, explica.

Dice que está arrepentido por las “cosas malas”, que, de pronto, si no las hubiera cometido, su presente sería más sonriente. Sin embargo, intenta convencer de que experimenta gozo porque ha evolucionado.

“Siento alegría de haber vivido, pero arrepentido por las cosas malas, porque hubiera sido mejor mi vida si no las habría cometido. Gozoso de las buenas decisiones, porque gracias a eso soy mejor persona. Mi mundo y mi entorno están mucho mejor. Estoy bendecido, gracias a Dios”.

DIOS Y LOS DEMONIOS

Se convirtió al cristianismo dentro de la propia cárcel. Hace ocho años que “se entregó al Creador”. Fueron unos predicadores del Evangelio -recuerda- los que se acercaron a él y le transmitieron la palabra. Entonces, Jaime luchaba con apariciones demoníacas que lo atormentaban. Así, al menos, lo rememora. “Me enseñaron el poder que hay en el nombre de Cristo Jesús… hubo sucesos que me pasaron, experiencias con demonios. Yo, reprendido en el nombre de Jesucristo, desaparecieron los demonios. Eso me llevó a creer. Llevo ocho años convertido a Cristo, siempre con Dios por delante. Me inclino a la Iglesia, que me ha ayudado mucho”.

También dice haber contado con asistencia psicológica y que los “hermanos pastores” influyeron en la “fortaleza de su corazón”. “Tuve ayuda de psicólogos y de la Iglesia. Ellos me han sacado de toda esa enfermedad”.

LA RUTINA Y LA BIBLIA

Cuenta que abre los ojos muy temprano, antes de que salga el sol, y que de inmediato se da a la tarea de separar las puertas del pabellón. Después, se encarga de la limpieza para luego pasar lista y proceder, junto al resto de los internos, a dirigirse al salón y desayunar. Una vez que se ha liberado de la primera comida de la jornada, Jhimmy invierte varias horas de la mañana para aprender la Biblia, “compartiéndola”, hasta que llega la hora del almuerzo y se reúne con sus compañeros.

Posteriormente es momento de la segunda limpieza del día, de modo que el pabellón quede aseado. Ya desinfectado todo el sitio, Cárdenas se entrega a las alabanzas. Entonces, canta, lanza reflexiones en voz alta e incluso se anima a grabar videos que luego sube a su cuenta personal de Facebook.

Ya, al caer el sol, se alimenta con la última ración diaria, cumple con su encierro y finaliza orando. Todo ello responde a la monotonía de su devenir. “Busco al Señor en mi día. Me agrada mucho leer la Biblia”.

UN SUEÑO

Relata que estar al frente de su congregación es su anhelo máximo. “Es el sueño de mi vida tener una congregación y ser pastor. Pastorear las ovejas de Cristo es un anhelo muy grande. Ser pastor sería un sueño realizado para mi vida, dentro de mi fe. Me cimienta la piedra y roca viva que es Cristo”.

Estar libre para “hacer una Iglesia e implementar mejoras para que los jóvenes no caminen así”, para que no escojan el sendero equivocado de las drogas y el alcohol es, según su versión, su objetivo. Se asume con un pasado con pisadas “perdidas”, por lo que transmite que planea “dar testimonio” e influir positivamente para que los adolescentes  “no se metan en esto, para que haya deportes, cultura y lectura de la palabra de Dios”.

El 9 de junio, el programa QD Show, dentro del sector llamado Personaje Oculto, analizó sus gestos sirviéndose de declaraciones que dio Jaime hace más de una década. Al respecto, el Jhimmy considera que aquel material es viejo y no corresponde con su presente porque “ha cambiado”. Eso ha dejado evidenciado en su cuenta de Facebook, donde ha compartido el video con la leyenda: “Bueno, un analista en mi persona, pero eso es un antes, cuando, necesitaba mucha ayuda. Ahora soy muy distinto. Deberían analizarme ahora”.

“Lo que quiero demostrarles a todos mis amigos y a mis parientes es que soy otra persona, para que se den cuenta de que he cambiado porque quiero hacer una familia, cuidar a mis niños, superar las pérdidas del pasado y vivir una vida nueva”.

YASEL

Se revela “enamorado” de una rapera a la que llama Yasel. Con ella, según dice, quiere contraer matrimonio y formar una familia. “Tengo mi pareja, una hermosa rapera que me ama mucho. Se llama Yasel, enamoro con ella, quiero una familia con ella y poder ser feliz. Todos nos merecemos una segunda oportunidad, esa chance que Dios me ha dado la quiero aprovechar. Un día me dieron una decisión (elección), entre la persona que amaba o la droga. Decidí a la persona que amaba. Ahí vivo, todos los días luchando con oraciones”.

Las drogas han consumido su pasado. Según reportes de 2012, creció en una familia con nueve hermanos y sus padres eran divorciados. Su vínculo con el ambiente del hampa comenzó cuando él tenía 14 años, con su primer robo. A esa edad, según Criminalia, ya aspiraba cocaína. A los 17 cometió su primer asesinato con un arma blanca, luego de un robo. Ha sido acusado de violación, homicidio y de ser sicario. No recuerda a cuántos mató con exactitud.

Asegura que enfrentar las tentaciones no es sencillo. “A veces vienen las tentaciones, pero le pido fortaleza al Señor y las supero. Voy de victoria en victoria, luchando. Es una guerra contra la droga. Voy erradicándola de mi mente, de mi corazón y de mis compañeros. Otra cosa que he dejado son las bebidas. Es una bendición. Me dedico ahora a enamorar a mi mujer y amar al Señor”.

Ya es padre de una niña, pero apunta a tener otro hijo y llamarlo Jhimmy. Se anima a proyectar su futuro con Yasel e incluso habla de hacer música. “Alabanzas para Dios, si es posible. Y (tengo) planes de tener un hijito y ponerle Jhimmy. Siempre estoy planeando la vida de mi hijo, enamorando a mi mujer. Ahora estamos buscando casarnos”. Jaime cumplió el primer tercio de su sentencia en la cárcel. El camino aún es largo.

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