Más de 300 iraníes murieron por los audios de WhatsApp en tiempos del coronavirus
30/03/2020 - 13:20:27
Infobae.- M�s de 300 iran�es murieron como consecuencia de la mala informaci�n. No del coronavirus que se expande por todo el mundo. Consumieron metanol creyendo que as� podr�an eliminar los males que causa el COVID-19 y curarse definitivamente. Lo hab�an le�do en algunas redes sociales y cadenas de mensajer�a instant�nea. Desesperados, lo ingirieron. Ese tipo de creencias no es exclusiva de aquel pa�s y, similares, se extienden por todo el mundo. Caf�, t�, sopas y dem�s infusiones ser�an ideales para combatir la cepa maligna que muere a cierta cantidad de grados cent�grados. Tambi�n se promocionan brebajes milenarios, alguna que otra p�cima y hasta nadar por alcantarillas.
El virus mata, pero las fake news tambi�n. Mucho m�s cuando emerge de la boca de mandatarios como Nicol�s Maduro o Jair Bolsonaro. El dictador venezolano promueve un mejunje de malhojillo, jengibre, sa�co, pimienta negra, limones amarillos y miel. Se lo dict� y recomend� un �cient�fico� que tampoco es m�dico. Sirio Quintero -de �l se trata- asegura que el coronavirus es un arma de bioterrorismo y que puede ser curada con el remedio natural que �l receta. �Yo conf�o en el m�dico, el que quiere que lo haga y el que no que me respete. Ya yo hice nueve botellas de preparado con Cilia (Flores, su esposa) y como dice el m�dico cada cierto tiempo me lo tomo�, promovi� el pasado 24 de marzo el hombre del Palacio de Miraflores.
Por su parte, Bolsonaro dijo confiar en la gen�tica que desarroll� el ciudadano de su pa�s a lo largo de los tiempos para no contagiarse. "El brasile�o tiene que ser estudiado. �l no se contagia. Puede verlo saltar a una alcantarilla, bucear, �verdad? Y nunca le pasa nada. Yo creo que hay mucha gente que ya se ha contagiado en Brasil y ya tienen los anticuerpos que ayudan a que no siga proliferando�.
A cada minuto, los tel�fonos celulares -el dispositivo que conecta a miles de millones extramuros en tiempos de cuarentena- explotan con todo tipo de material: memes, audios apocal�pticos, videos, falsos profetas, hip�tesis sobre la cepa mortal y supuestas teor�as en torno a lo que ocurre en todo el mundo con la pandemia nacida en Wuhan, China en noviembre pasado y que ya cuenta m�s de 35 mil muertos en todo el mundo.
Una gran porci�n del espacio que servir�a para la comunicaci�n responsable es ocupado en la divulgaci�n de informaci�n falsa, como el brebaje de Maduro, la fortaleza inmortal de los brasile�os o los sanadores caf�s calientes, que circulan peligrosamente y sin ning�n fundamento por las redes sociales. �No es momento de utilizar las v�as de comunicaci�n en lo que realmente importa y lo imprescindible y con la seriedad que los tiempos demandan? Reenviar datos y consejos sin confirmar tambi�n contagia.
Las publicaciones que pueden encontrarse en sitios de noticias suelen estar respaldados por el profesionalismo de quien la escribe o emite y con la seriedad que la precede. En los medios profesionales no escapamos a la l�gica que vive el mundo. Nuestra responsabilidad, sin embargo, nos empuja a continuar informando como hasta ahora, llevando al extremo la rigurosidad que nos caracteriza desde siempre.
Las historias y los consejos de m�dicos y enfermeros -los verdaderos h�roes de esta era-, cient�ficos, universidades y organismos internacionales -desvelados en encontrar una cura-, las vidas de los pacientes y las v�ctimas que no deber�n ser olvidadas detr�s de una estad�stica y las decisiones pol�ticas, econ�micas, estar�n siempre primero publicadas en un medio de comunicaci�n de renombre, con la exactitud que exige el momento y en cualquiera de los formatos: texto, foto, video, audio. Ninguna cura, tratamiento o vacuna -por m�s reciente que �stas sean- se conocer� primero por un mensaje reenviado.
Para ello es de vital importancia mantener un vinculo fluido que permita una interacci�n permanente entre el medio y sus diferentes audiencias para no caer en falsas esperanzas o en exagerados pron�sticos. El desaf�o es, pues, tratar de apartarse de la tentaci�n de cadenas o audios que circulan sin certeza alguna. Esto es, menos WhatsApp para informarse en tiempos de cuarentena y mucho m�s periodismo.
