Díaz: Se acabará la intromisión política en la justicia
09/01/2020 - 06:25:59
El Pa�s.- Cristina D�az asumi� el 15 de noviembre de 2019 la presidencia del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ). Es as� que se convirti� es una de las tres mujeres que dirige uno de los �rganos del Estado, el judicial. Janine ��ez lo hace como presidente transitorio del ejecutivo, mientras que Eva Copa del legislativo.
Para la magistrada, el cargo lo asumi� en una etapa especial para Bolivia, cuando los bolivianos se unieron para profundizar la democracia, pensando en un pa�s mejor. Pero tambi�n entiende que la lucha de la gente en las calles demanda un cambio en su instituci�n. Por eso, una de sus principales tareas es lograr la independencia del �rgano Judicial.
El Pa�s (EP).- �Cu�l es el reto trazado como Presidenta del TSJ?
Cristina D�az (CD).- El planteamiento para Bolivia en el a�o 2020 es la independencia judicial, la cual tiene muchas aristas. Para una independencia judicial tenemos que tener una independencia presupuestaria y justa, una escuela de jueces a la altura de la formaci�n que requiere ese cargo, no solo una preparaci�n en la Ciencia del Derecho, sino una preparaci�n en valores, porque solamente as� un juez puede someterse �nicamente a los tratados internacionales, la Constituci�n Pol�tica del Estado y las leyes ordinarias.
Se debe formar jueces honestos, valientes y comprometidos con la justicia. Deben tener la �ntima convicci�n que la justicia es un servicio y un derecho, mas no un privilegio.
Para la selecci�n de jueces no solo es importante una convocatoria transparente, las fuerzas vivas de la ciudadan�a tienen que ingresar a calificar, el Colegio de Abogados y las universidades p�blicas y privadas son las llamadas a participar en el proceso de ingresos de jueces.
Hay que darles su lugar a los colegios de abogados, porque ellos son los que saben las dificultades y necesidades del �rgano judicial. Es por eso que hay que devolverles el rol que se merecen.
EP.- �Cu�l es el presupuesto para el �rgano Judicial?
CD.- No solamente tenemos recursos que emana del Tesoro General de la Naci�n (TGN), tambi�n se tiene ingresos propios. Pero en general los datos arrojan la siguiente realidad: el 2012 se otorg� 229 millones de bolivianos, el 2013 se tuvo 277 millones, el 2014 se lleg� 299 millones, en el 2015 se alcanz� a 317 millones, en el 2016 se lleg� a 322 millones, en el 2017 se alcanz� a 342 millones de bolivianos.
Para el 2019 se hizo una serie de modificaciones, con un crecimiento de 27 por ciento del �rgano Judicial con la creaci�n de nuevos juzgados, sin embargo, el presupuesto para ese a�o solo fue de 403. 862.699 bolivianos.
Es un presupuesto baj�simo, incluso la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca tiene m�s presupuesto que nosotros.
Hemos escuchado en el discurso de la inauguraci�n del A�o Judicial a la presidente de Bolivia, Janine ��ez, quien ofreci�, para empezar, un aporte de 200 millones de bolivianos m�s. Ella como abogada conoce las necesidades del �rgano Judicial. Esa suma nos resuelve el problema, pero hay una intenci�n de tener una mejor justicia, eso es loable.
EP.- �Con cu�ntos jueces necesita el �rgano Judicial y con cu�ntos se cuenta en la actualidad?
CD.- Hasta el 2019 ten�amos 1.002 jueces, con los 41 que se crearon, m�s uno laboral en Cochabamba, se tiene un total de 1.047. Pero nosotros necesitamos 2.011 jueces para atender a la poblaci�n. Entonces, la transferencia de los recursos del TGN alcanza para el 47 por ciento, nosotros tenemos otros ingresos, el m�s importante es el de Derechos Reales.
La Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia piensa que se debe aumentar, por lo menos, nueve juzgados de violencia, por todo este flagelo de los feminicidios y la violencia contra la mujer. Eso me dijo en una charla personal.
EP.- �Cu�l es la soluci�n para resolver la carga procesal?
CD.- Lo que pasa es que un juez, en vez de resolver la causa de uno, resuelve de dos o tres. El problema se ahonda cuando hay vacancias. El hecho de tener mayor presupuesto significa tener m�s juzgados y por ende un desahogo de causas. La carga procesal var�a por distritos, por ejemplo, si se resuelven 1.000 causas, entran otras 2.000 nuevas.
En mi modesto entender, la estructura estatal se qued� del mismo tama�o que cuando se ten�a cinco o seis millones de habitantes, cuando la realidad actual es otra, 11 millones, aproximadamente. Entonces, el Estado tiene que agrandarse de acuerdo a como vaya aumentando la poblaci�n. Eso implica no solo juzgadores, sino tambi�n personal de apoyo jurisdiccional, m�s fiscales, un aumento de autoridades judiciales y m�s infraestructura.
EP.- �En qu� �reas se tiene m�s carga procesal?
CD.- La carga de la justicia est� en el �rea penal y contenciosa. En realidad todos los juzgados est�n abarrotados. Si uno va a un juzgado o a la Fiscal�a los expedientes est�n abarrotados. Si se va a la Polic�a se tiene que hacer colas para que le atiendan porque son pocos los funcionarios. Entonces, es un problema estructural que hay que irle dando soluciones.
En lo que corresponde a Tarija no solo estamos preocupados por la carga procesal, sino tambi�n por las condiciones infrahumanas en las que trabajan los jueces porque no se tiene un nuevo Palacio de Justicia. Un compromiso como una ciudadana tarije�a es que se tiene que hacer el Palacio de Justicia. Lo vamos a hacer.
EP.- �Se habl� de limpiar la casa judicial, en qu� consiste esa iniciativa?
CD.- Yo creo que tenemos todos los instrumentos para limpiar la casa. Tenemos un Consejo de la Magistratura, pero esta instituci�n debe funcionar de manera adecuada, no perseguir a los jueces, sino hacer las evaluaciones que sean correctas y los controles para garantizar que la justicia sea transparente.
Tambi�n tenemos los instrumentos del derecho com�n, normativas que sirven para sancionar a los malos jueces. En todos los �mbitos de las profesiones tenemos los buenos, los malos y los regulares. Para eso hay que ponernos manos a la obra, la justicia no tiene que ser un discurso, sino en el ejercicio.
EP.- Se habl� de intromisi�n pol�tica �cu�l es la situaci�n actual?
CD.- En todo tiempo hubo intromisiones, eso hay que corregir. Existe un compromiso del Ejecutivo a trav�s de la Presidente, un cambio de actitud para que no haya intromisi�n. Entre los �rganos del Estado debe existir un relacionamiento y coordinaci�n natural, pero no una intromisi�n porque cada uno tiene su �rea de acci�n y debe ser respetado. A eso me dirijo, nos reunimos con el Ministro de Justicia, quien garantiz� que no habr� jueces perseguidos, nadie les dir� lo que tienen que hacer. Pero eso tambi�n parte desde que los jueces no permitan ese tipo de situaciones.
La verdadera independencia es la que se logra en cada uno de los jueces en su interior, eso tiene que ver con la formaci�n de valores. Se debe actuar con valent�a, con capacidad, honestidad. Cuando haya un acto que demuestre intromisi�n, se debe denunciar en los medios de prensa.
EP.- �C�mo se puede poner fin a la corrupci�n?
CD.- La erradicaci�n de la corrupci�n tiene dos aristas: una tiene que ser preventiva, para eso es la Escuela de Jueces, que debe dar una formaci�n �ptima, que convenza a los jueces sobre los valores que deben tener, que deben actuar conforme a las leyes y nada m�s; pero la otra parte es sancionadora, castigar a aquellos malos jueces. Pero tambi�n sancionar a los abogados por parte de su colegio. Ya se tiene como delito a la corrupci�n, entonces no es falta de normativa. La instituci�n no es corrupta, sino las personas, para ello hay que usar los mecanismos sancionadores.
EP.- �C�mo encontr� al Tribunal Supremo de Justicia?
CD.- Desde que nosotros asumimos funciones en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el 2 de enero de 2018, se hicieron muchas mejoras como el buz�n judicial, se moderniz� la Unidad de Jurisprudencia, se digitaliz� el Archivo Judicial, se crearon sistema inform�ticos para agilizar y modernizar los procesos. Son una serie de cosas que est�n reflejadas en la revista judicial, que el ex presidente de este poder se preocup� de mejorar. Se enfrent� el reto de una justicia sin corrupci�n y se tiene el reto de lograr la independencia.
