Obispo venezolano: Con gente que ha optado por la dictadura y la tiranía no se puede negociar
19/09/2019 - 11:26:57
Infobae.- El obispo Mario Moronta dijo que en Venezuela la gente lo que est� es pregunt�ndose: "�C�mo sobrevivir sin que tengamos que morir en el intento? Las ilusiones y las esperanzas de la gente sencilla y que, de verdad, sufre, se estrellan ante el muro de la indiferencia de quienes est�n en el poder, o de quienes negocian con el poder para no perder sus cuotas e intereses particulares".
A juicio del Monse�or, nuestras ciudades est�n sedientas de justicia, libertad y de lo necesario para poder vivir. "La inmensa mayor�a del pueblo s� est� de duelo. Hay un profundo dolor debido a que no se tiene lo que se requiere para vivir dignamente. Adem�s del hambre real con sus serias consecuencias, ya se va disminuyendo la capacidad de adquisici�n de los venezolanos, pues los sueldos no alcanzan para nada".
Record� que muchos han emigrado en busca de mejores condiciones de vida para conseguirse con las penurias que supone el abandonar todo para aventurarse en tierras extranjeras. "Crece el contrabando, la especulaci�n, la trata de personas, la captaci�n de j�venes para la prostituci�n, la indefensi�n de la mayor�a", dijo el prelado.
Destac� que en Venezuela los ricos se han enriquecido y embriagado con el poder y que son quienes "han hecho realidad la "nueva sequ�a" que ha dejado a nuestro pa�s en la debacle. �Acaso no son ellos los que han destruido la industria petrolera?". Hizo alusi�n a la escasez, las largas colas para conseguir alimentos y medicinas, gasolina u otros insumos necesarios. "�D�nde van a parar el oro y los otros minerales que son explotados irracionalmente?".
Revel� que "los pobres han aumentado. No son s�lo quienes no reciben el sueldo necesario. Tambi�n lo son los numerosos ni�os y ancianos maltratados por la desnutrici�n; los j�venes a quienes se les cercena el futuro y a miles de familias que ven partir a sus hijos lejos del calor amoroso de sus hogares. Son tambi�n los golpeados continuamente por la crisis, por la falta de una salud necesaria sin hospitales o sin atenci�n m�dica".
Se pregunta para qu� est�n las autoridades militares en el pa�s. "�No es para defender los derechos humanos de cada ciudadano y hacer respetar su dignidad? Si esto fuera verdad, �por qu� se persigue al disidente? �Por qu� en los denominados "puntos de control" bajan a la gente del pueblo para revisarles y quitarles lo que llevan en sus maletines o morrales? �Por qu� no se dedican a erradicar "todos" los grupos irregulares que controlan ya gran parte del pa�s?".
�Podremos reaccionar?
Asegura que la Iglesia ha levantado su voz "pero pareciera no haber sido escuchada ni apreciada". Destaca que quienes detentan el poder y los que se acobijan a �l, cuando "se les denuncia lo que est�n haciendo mal, entonces reaccionan con virulencia. As� sucedi� con el Informe Bachelet sobre la situaci�n de los Derechos Humanos en nuestra naci�n".
Ya no se puede ocultar -dice Moronta- la tortura como m�todo propio en los lugares de reclusi�n de civiles y militares. "No s�lo se ha denunciado. Hay expresiones duras que comprueban su pr�ctica en nuestro pa�s. �Podremos olvidar la muerte del Concejal Alb�n y la del Capit�n Acosta? �C�mo no dejar de tener presente el rostro sin vista de Rufo Chac�n a causa de los perdigonazos disparados a mansalva por un polic�a?"
"En muchos pa�ses, con un gobierno decente, el Ministro de la Defensa y las autoridades correspondientes hubieran ya renunciado para facilitar las investigaciones y para mostrar algo de verg�enza. Y los directores de los organismos responsables ya estuvieran no s�lo investigados sino invitados a asumir sus responsabilidades".
"Las reacciones se sienten: el silencio y el miedo de quienes est�n en funciones de servicio para la "seguridad" del pa�s. Hay cacer�a de brujas, pues nadie quiere hablar; todos se sienten perseguidos o vigilados� y lo peor del caso, junto a connacionales hay extranjeros que lo hacen tambi�n".
Sobre la movilizaci�n de tropas hacia la frontera "se presenta como excusa la necesidad de "ejercicios militares" para estar preparados por si acaso se da una invasi�n extranjera. La presencia de militares de otros pa�ses es colocada como de asesoramiento y de apoyo".
Reflexion� en que "no hay dinero para dotar de medicinas a los centros hospitalarios ni para surtir adecuada y econ�micamente a los expendios de alimentos pero s� los hay para comprar uniformes y armamentos. Nos presentaron camiones lanza misiles, misiles y otras cosas m�s. �Para asustar al pueblo? �Para amedrentar? �Para hacer ver que se tiene un poder destructivo?"
"La reacci�n de la gente ha sido clara: lo ha sentido como un irrespeto m�s a la inteligencia del pueblo venezolano. Y para quienes les gusta las proyecciones internacionales de esto, una prueba m�s de que las grandes potencias no piensan en Venezuela, sino como una ficha geopol�tica".
Consider� que el colmo es el acuerdo del Ejecutivo "con representantes minoritarios de una facci�n de la oposici�n. Han negociado cosas, nuevamente, que favorecen al gobierno para permanecer en el poder y as� poder acceder a cuotas de ese poder y seguridad de propios intereses".
Dijo Moronta que, con los mencionados eventos, "particularmente el �ltimo, se ha faltado el respeto a todo el pueblo de Venezuela. Quienes est�n en desacuerdo ser�n acusados de "golpistas", desestabilizadores, "vende patria" y pare de contar".
Fij� posici�n como obispo. "Como pastores, repudiamos todo lo que sea atentar contra la vida humana, la tortura, el empobrecimiento de la gente. Como pastores de una Iglesia sin fronteras, no podemos aceptar que quienes debieran construir puentes de encuentro e integraci�n, se burlen de los esfuerzos solidarios presentes en la frontera mostrando una fuerza irracional y amenazante".
Rechaz� "las negociaciones de grupos pol�ticos y el gobierno, que pretenden hacer creer la existencia de un di�logo fruct�fero". Lo consider� "maquillaje de la mentira", cuando lo que se requiere de manera "urgente y necesaria es que se den elecciones presidenciales y quien detenta el poder ejecutivo se retire".
"Con gente que ha optado por la dictadura y tiran�a no se puede negociar", enfatiz� Monse�or Moronta, quien considera que "si hubiera di�logo aut�ntico, la primera actitud deber�a ser la de la escucha del otro. En este caso, el mismo pueblo que no es atendido en sus clamores".
