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El gobierno de Daniel Ortega ordenó mi muerte, asegura un periodista nicaragüense




11/09/2019 - 19:52:36
Infobae.- An�bal Toru�o es uno de los periodistas m�s perseguidos de Nicaragua. Su radio ha sido destruida en dos ocasiones durante el r�gimen de Daniel Ortega, hace nueve meses se fue al exilio para salvar su vida, y ahora que ha regresado fue atacado con sa�a por paramilitares y polic�as que, seg�n �l, quer�an matarle. "El Carmen (Casa Presidencial) ha ordenado mi muerte", dice.

Toru�o, de 60 a�os, es el director de Radio Dar�o, de Le�n, una de las principales y m�s antiguas ciudades de Nicaragua, ubicada a 95 kil�metros de Managua. Radio Dar�o fue fundada en 1949 por el padre de Toru�o, Juan, un herrero aficionado a la radiodifusi�n, quien por iniciativa propia fabric� un transmisor y comenzar�a la empresa familiar que ha estado marcada por la violencia en diferentes gobiernos.

Desde su fundaci�n, Radio Dar�o ha estado sometida a la represi�n de casi todos los gobiernos. En 1978, durante el gobierno de Anastasio Somoza Debayle, la radio fue quemada y destruida por una tanqueta de la Guardia Nacional que lleg� a atacarla hasta a su sede. "Siempre hemos sido cr�ticos, siempre hemos estado en la acera de enfrente", dice Toru�o, quien, sin embargo, considera que Ortega "ha sido lo peor".

En 2008, poco despu�s de que Ortega regresara al poder, un grupo armado irrumpi� en la emisora, enca�on� al personal y destruy� a balazos sus equipos. Diez a�os m�s tarde, cuando comenz� la rebeli�n de abril 2018, una turba quem� totalmente la radio y el personal que se encontraba en ella, unas doce personas, Toru�o incluido, a duras penas pudo salvar la vida escapando por una puerta lateral del edificio.

"Esta vez la acci�n fue mucho m�s grave. No solo se trataba de destruir la radio, sino que ya se hab�a tomado la decisi�n de matarnos", dice Toru�o. "Una decisi�n de esa no la toma un operario cualquiera, la orden ven�a de arriba, de los m�s altos niveles".

Si bien en esa ocasi�n lograron quemar la radio, las cosas no salieron del todo bien para los malhechores. Dos de los atacantes murieron quemados por el mismo fuego que provocaron.

La turba lleg� en camionetas, armados de bidones de gasolina y morteros artesanales. Enca�onaron al vigilante mientras el resto del personal trabajaba en la cabina, ajeno a la tragedia que se ven�a. Regaron el combustible por las habitaciones frontales y el techo, y desde una distancia de tres metros, Apolonio Delgadillo, uno de los atacantes, dispar� un mortero para iniciar el incendio. La lengua de fuego que provoc� lo alcanzo a �l y a Jimmy Paiz, otro de sus compa�eros, cuyas ropas aparentemente quedaron impregnadas de combustible. Dos d�as despu�s ambos murieron en el hospital como consecuencia de las quemaduras.

"Yo ya los perdon�. Era gente humilde, le pagaron 500 c�rdobas (16 d�lares aproximadamente) a cada uno", relat� Toru�o a La Prensa, en esa ocasi�n.

El director de Radio Dar�o acusa al diputado sandinista Filiberto Rodr�guez de estar a cargo de la operaci�n que pretend�a quemarlos vivos dentro de la emisora. Parad�jicamente Rodr�guez, quien nunca fue acusado ni procesado por este hecho, es miembro de la junta directiva de la Comisi�n de la Paz, Defensa, Gobernaci�n y Derechos Humanos de la Asamblea Nacional.

Desde entonces An�bal Toru�o sinti� que su vida estaba sentenciada. Comenz� a esconderse en casas de seguridad, vivir en virtual clandestinidad, hasta que hace nueve meses se march� del pa�s para proteger su vida.

El 29 de agosto pasado, sin embargo, Toru�o decidi� regresar al pa�s junto al conocido comentarista televisivo, Jaime Arellano. Toru�o explic� que hay unos 70 periodistas nicarag�enses en el exilio, la mayor�a viviendo en condiciones dif�ciles y su regreso representa una especie de "punta de lanza" para el retorno de todos. "Nicaragua es de todos. Vamos a estar desde adentro luchando para construir un pa�s en libertad", dijo cuando entr� al pa�s por el aeropuerto de Managua.

Una vez en Nicaragua, decidi� este s�bado visitar su radio y la tumba de su padre, en Le�n, y para su resguardo fue acompa�ado de una comitiva que inclu�a, entre otros, al presidente de la c�mara empresarial, Cosep, Jos� Ad�n Aguerri. Aun as� la caravana fue atacada por paramilitares violentos que actuaron en coordinaci�n con la Polic�a.

Seg�n explica Toru�o, la caravana de veh�culos fue perseguida por paramilitares que se movilizaban en motocicletas. Uno de ellos se adelanta y le indica a unos polic�as que estaban en la v�a que detengan la caravana, para permitir que el resto de paramilitares los alcance y agreda con bates, piedras y disparos. Uno de los disparos peg� en la ventana donde va el presidente del Cosep.

"Ellos atentan contra el veh�culo en el que cre�an que iba yo, y atacan el que iba el presidente del Cosep, Jos� Ad�n Aguerri, y eso tiene enormes efectos, porque queda en evidencia los que viven negando, que aqu� hay paramilitares. Los vimos de frente, atacando y poni�ndose de acuerdo con los polic�as. Me buscaban a m�", dice Toru�o.

Despu�s del ataque paramilitar en el que se atent� contra la vida del presidente del Cosep, Jos� Ad�n Aguerri (primero de la izquierda) el grupo realiz� una misa apara agradecer el salir sin mayores da�os.
Despu�s del ataque paramilitar en el que se atent� contra la vida del presidente del Cosep, Jos� Ad�n Aguerri (primero de la izquierda) el grupo realiz� una misa apara agradecer el salir sin mayores da�os.

Dice que le dio una gran tristeza ver que Le�n "se qued� en el tiempo de la Operaci�n limpieza" en alusi�n a las caravanas de paramilitares que patrullan las calles con licencia para matar. "Grupo ultrarradicales tienen el manejo de la ciudad. Siguen en operaci�n limpieza. Caravanas de la muerte, salieron del zonal. Yo lo vi. Est�n en guerra y represi�n".

Estos grupos son sumamente peligrosos, dice, "porque buscan el reconocimiento de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Para ellos la mejor recompensa es presentarme ante Ortega o Murillo ajusticiado (asesinado) o secuestrado".

Asegura que no espera ninguna protecci�n de la Polic�a. "Cuando destruyeron la radio ni la Polic�a, ni los bomberos ni la Cruz Roja, aparecieron. Los vecinos apagaron el fuego. Los polic�as m�s bien trabajan en coordinaci�n con los paramilitares. Nunca me asistieron ni llegaron para investigar el crimen que se cometi� contra nosotros. Solo han llegado para apedrearme y allanarme. La �nica vez que lleg� el jefe de la Polic�a de Le�n fue para esposar a los periodistas y confiscar el esquipo de la radio", dice.

-Cuando usted dice que han ordenado su muerte, �acusa directamente a Daniel Ortega?

-S�. La destrucci�n de la radio con mi persona y otros adentro no pudo ser llevada a cabo sin la autorizaci�n de El Carmen. No s� qui�n de los dos (Daniel Ortega o Rosario Murillo) pero a ese nivel.

A�n as�, dice que insistir� en regresar a su ciudad. "Los riesgos de vivir en Le�n son grandes, pero tengo el derecho de vivir y trabajar en Le�n. Daniel Ortega me puso una raya roja, me desterr�. Debo ser prudente. Soy leon�s, pertenezco a Le�n, nac� en Le�n. En alg�n momento voy a regresar", promete.

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