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El asesino en serie al que pillaron por un .doc borrado en un disquete treinta años después de su primer asesinato




24/08/2019 - 12:17:01
Xataka.- Entre 1974 y 1991, BTK at�, tortur� y mat� a diez personas en Wichita, la mayor ciudad de Kansas, Estados Unidos. Diez cuerpos, dos imitadores y varias decenas de cartas llenas de detalles, reivindicaciones y juegos despu�s, desapareci�. Hasta 2004.

En marzo de ese a�o, empezaron a llegar cartas a varios medios locales mof�ndose de la polic�a por ser incapaz de detenerlo. Las cartas llenas de descripciones, fotograf�as y objetos de las escenas del crimen dejaron claro que se trataba de BTK. No fueron muchas cartas. En la �ltima, hab�a un disquete con un solo archivo que BTK cre�a irrastreable. No lo era. Esta es la historia de como cogieron a uno de los protagonista de Mindhunter.

Los asesinatos de Wichita

El primero fue el 15 de enero de 1974. Aquel d�a BTK asesin� a cuatro de los miembros de la familia Otero: a los padres (de 33 y 38 a�os) y a dos de los hijos (de 9 y 11). Los cuerpos los encontr� el hijo mayor, de quince a�os, cuando volvi� de clase. Ese ser�a su firma los siguientes ocho a�os y de ah� viene el apodo, de "Bind, Torture, Kill" ("Atar, Torturar y Matar").

En octubre de ese mismo a�o (cuando ya hab�a acabado con la vida de Kathryn Bright) escribi� una carta que pas� meses escondida dentro de un libro de ingenier�a de la Biblioteca P�blica de Wichita. En ella, describ�a el asesinato de los Otero con todo lujo de detalles. En los siguientes a�os, BTK fue dejando un reguero de muertos y cartas que consigui� tener a la polic�a totalmente perdida.

En 1988, tres miembros de la familia Fager aparecieron asesinados con un modus operandi muy parecido al de nuestro asesino en serie. A los pocos d�as, se recibi� una carta en la que el propio BTK negaba ser el autor de los asesinatos de los Fager. Eso s�, en la misma carta reconoc�a que el verdadero asesino hab�a hecho un "trabajo admirable".

El �ltimo asesinato fue en 1991 y, durante trece a�os, se hizo el silencio. Seg�n cuentan, cuando llevas un caso de asesinatos en serie ese silencio es una carga muy pesada. Por un lado, la falta de asesinatos es una excelente noticia; por el otro, vives con el coraz�n en un pu�o cada vez que suena el tel�fono. �Y si es �l? �Y si est� ah�, acechando, esperando su momento?

Trece a�os despu�s

En marzo de 2004, apareci� una carta que reivindicaba el asesinato de Vicki Wegerle el 16 de septiembre de 1986. No iba de farol. La carta conten�a fotograf�as de la escena del crimen de una de las �ltimas v�ctimas y hasta una fotocopia de su carnet de conducir. Aquello hizo saltar todas las alarmas.

Los investigadores nunca hab�an estado seguros de si Wegerle hab�a sido una v�ctima de BTK. As� que, en un movimiento desesperado, la polic�a realiz� nuevos an�lisis de ADN a las muestras del caso Wegerle y, con los resultados en la mano, se inici� una campa�a para que comparar el ADN de los adultos de Wichita con el ADN encontrado bajo las u�as de la v�ctima.

Fue una aut�ntica caza de brujas. Los hombres se ofrec�an voluntarios empujados por las sospechas de su entorno y el "qu� dir�n". Sin embargo, tras la enorme campa�a, la polic�a no encontr� nada. Las mofas de BTK fueron enormes y durante semanas sigui� jugando con los investigadores y los medios.

En enero de 2005, BTK cometi� un error (aunque �l no lo sab�a). Dej� uno de sus mensajes en una caja de cereales en el Home Depot de la ciudad. Cuando los polic�as lo encontraron, descubrieron que el asesino ten�a un Jeep Cherokee en negro. Sin embargo, poco m�s se pudo saber: hab�a demasiados Cherokees en Wichita.

La �ltima carta

BTK estaba tremendamente crecido. Sus cartas eran cada vez m�s duras y provocativas. En una de sus �ltimas cartas afirmaba que la Polic�a de Kansas era tan torpe que, aunque les enviara un disquete con archivos ser�an incapaces de pillarlo. El 16 de febrero de 2005 lleg� el disquete. Lo que deb�a ser la gran muestra de superioridad de BTK, se convirti� en su mayor error.

El asesino estaba convencido de que el disco era irrastreable y bien pod�a haberlo sido, pero la Polic�a encontr� un fichero de Microsoft Word borrado en el disco. All�, en los metadatos, encontraron dos cosas: el �ltimo usuario en modificarlo hab�a sido �Dennis� y la licencia parec�a ser de una iglesia luterana.

En ese momento, los investigadores hicieron lo que har�a cualquier persona en su lugar: buscarlo en Internet. �Dennis Luteran Church Wichita� dio un resultado Dennis Rader, presidente consejo local de la iglesia luterana. Por si fuera poco, el tal Rader ten�a un Jeep Cherokee negro.

Pero las pruebas no eran concluyentes para detenerlo: todo era circunstancial. D�ndole vueltas al problema, se enteraron de que hab�a una muestra de ADN que la hija hab�a dejado en la cl�nica de la Universidad de Kansas donde estudiaba. Pidieron una orden para poder compararla con el ADN de las u�as de Wegerle y descubrieron una coincidencia familiar. Era lo que les faltaba.

La historia de Dennis Rader es una historia de crueldad, sin sentido y egocentrismo desmedidos. Pero tambi�n es la historia de c�mo un simple disquete puede acabar con un criminal que ha escapado de la polic�a durante m�s de 30 a�os. No est� mal para tener solo tres pulgadas y media.

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