Jueves 18 de abril 2024 Contacto

La plataforma de tortura que se ha impuesto en la Dirección de Contrainteligencia Militar de Venezuela




01/07/2019 - 12:14:04
Infobae.- En la Direcci�n General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) se fue imponiendo desde hace tiempo, pero con mayor �nfasis durante 2018 y lo que va del 2019, una estructura de poder para liquidar, por v�a f�sica pero sobre todo psicol�gica, a quienes caen detenidos por sospechas de conspiraci�n. No son cubanos, son militares y polic�as venezolanos quienes lo hacen.

El Jefe de la DGCIM es el mayor general (Ej) Iv�n Hern�ndez Dala, que ha tenido una acelerada carrera de ascenso en la Fuerza Armada como hombre de confianza de Nicol�s Maduro, no s�lo como jefe de Contrainteligencia Militar sino de la Guardia de Honor Presidencial.

Uno de los hombres claves en ese tri�ngulo de terror en que se han convertido los s�tanos de la DGCIM, es el mayor (GNB) Alexander Enrique Granko Arteaga, egresado de la II promoci�n Toma de Las Flecheras, en la EFOFAC, a�o 2004.

Este oficial, procedente de Puerto Cabello y cuya familia se dedica a sacar chatarra por el puerto, ocupa el cargo de jefe de la Unidad de Asuntos Especiales de la DGCIM. Es un hombre de absoluta confianza del general Hern�ndez Dala, lo que le ha permitido imponer actos brutales contra detenidos. No por casualidad su oficina est� al mismo nivel que la del mayor general.

El otro factor en ese entramado de tortura lo constituyen los tribunales militares y la Corte Marcial. Uno de las demostraciones m�s relevantes de la participaci�n de la justicia militar es lo que ha venido sucediendo con la juez del Tribunal primero de control My (Ej) Claudia Carolina P�rez Benavides de Mogoll�n. Ella no solo es que hace caso omiso cada vez que un militar detenido ha sido presentado con evidentes signos de tortura, sino que adem�s ha sido determinante para desarrollar maniobras que les impida a los detenidos presentarse con su abogado privado.

La juez a trav�s de subterfugios hace que los imputados sean asistidos por defensores p�blicos militares que por supuesto nunca los defienden, porque obedecen a sus jefes superiores.

El otro elemento a considerar es un grupo de m�dicos forenses del Hospital de El Llanito, quienes se limitan a firmar las certificaciones sobre la situaci�n de salud de los detenidos. Ellos omiten las marcas, moretones, golpes, heridas y cicatrices recientes de los militares presos.

En ese tri�ngulo perverso de poder, de tortura y de muerte, est� por una parte la DGCIM con sus esbirros, que allanan, torturan y montan expedientes con pruebas inventadas, por la otra la justicia militar con jueces, fiscales y defensores p�blicos y finalmente los carceleros, en los que tambi�n hay que incluir algunas ONGs para quienes los detenidos no son m�s que una estad�stica.

Desde el primer paso

Cuando se hace un procedimiento el C�digo procesal penal establece que debe notificarse al Fiscal en las primeras 8 horas y presentarlo ante el Tribunal en las primeras 48 horas.

En el caso del capit�n de corbeta Rafael Acosta Ar�valo pasaron d�as antes de ser presentado al Tribunal, a donde lleg� brutalmente golpeado seg�n denunci� su abogado Alonso Medina.

El oficial casi no pod�a hablar. Lo llevaron en silla de ruedas y con signos evidentes de tortura seg�n los testigos en el tribunal. El juez lo envi� al hospital, pero fue demasiado tarde y muri�.

Pero esos procesos son viciados. Lo est�n desde que arranca el allanamiento y la detenci�n.

Hay m�s de 160 militares detenidos por razones pol�ticas, los imputan de Traici�n a la Patria porque es el que acarrea m�s a�os de presidio.

No los presentan en el lapso de 8 horas, no notifican al Fiscal y menos al Tribunal, porque los torturan hasta que obtienen de ellos la informaci�n que quieren o la que los obligan a grabar y firmar. En todo ese tiempo el militar permanece detenido y viol�ndole el debido proceso

Una vez que el detenido llega a la DGCIM le ordenan sentarse en el s�tano 3 de investigaciones, donde hay un mostrador donde lo obligan a quitarse todo lo que cargue encima de prendas, documentos, etc. Luego te ponen a llenar a mano el formulario con el inventario.

Dependiendo del caso el detenido va a tortura. Y ah� viene otra etapa: entorchan al detenido, es decir es decir le colocan papel peri�dico o de bolsas, alrededor de los ojos y cinta pegante, lo tienen esposado hasta que llega el teniente de nav�o Abel Anzola y el capit�n Jes�s Gerardo Cardenas, entrenados en la tortura f�sica.

Mientras el torturado grita, el Coronel Hannover Esteban Guerrero est� oy�ndolos desde su oficina en el s�tano tres.

Estimados lectores: recuerden que estas noticias las pueden encontrar en nuestro Canal de Whastapp al momento de su publicación.

Sigue el canal de Hoybolivia.com en WhatsApp:
whatsapp.com/channel/0029Va8B7PQ3GJOyC41B2Q1a

Noticias Recientes de Venezuela

Copyright © Hoybolivia.com Reservados. 2000- 2024