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Los 10 errores históricos de Chernobyl, la serie del momento




24/06/2019 - 19:34:16
Infobae.- Chernobyl, la miniserie de cinco episodios creada por Craig Mazin para HBO, se ha convertido en un inesperado suceso. Cuenta de manera detallada y con rigor hist�rico el desastre nuclear ocurrido en 1986.

Como toda creaci�n audiovisual basada en un hecho real por momentos debe sacrificar la m�s estricta realidad hist�rica. Ficcionalizar hechos reales requiere, en ocasiones, correrse de los hechos r�gidos para contar la historia verdadera de lo que sucedi�.

Quienes escriban un gui�n televisivo o cinematogr�fico basado en una historia real debieran tener un solo credo y es el que expresa Jorge Luis Borges en el final de "Emma Zunz". Parafrase�ndolo, se puede afirmar sobre la adaptaci�n de Chernobyl que la historia era incre�ble, pero se impuso a todos, porque sustancialmente era cierta.

Verdadero era el tono, verdadero el dolor, verdadera la muerte. Verdadero tambi�n era el da�o irremediable que hab�an producido la mentira y el ocultamiento. Solo eran falsas algunas circunstancias y uno o dos nombres propios.

Los apartamientos de la realidad de Chernobyl no afectan a la historia verdadera. Porque la miniserie cuenta lo que sucedi� m�s all� de un personaje que resuma a otros, de un subrayado de m�s o de un protagonista con menores matices.

La historia del desastre nuclear de Chernobyl es una historia que habla sobre los riesgos de la mentira en la vida p�blica, del enga�o, de los peligros de la burocracia elefanti�sica y alejada de los hechos, que se olvida de la gente. Es una miniserie cuyo tema es la mentira y c�mo ella conduce a la destrucci�n, a la muerte y a la decadencia. Cuyo ep�grafe podr�a ser perfectamente una frase del libro El fin del Homo sovieticus de Svetlana Alexievich: "Muchos vieron en la verdad a un enemigo".

Los 10 "errores" hist�ricos de la serie

1) Uno de los principales personajes de la miniserie no existi�. La doctora Ulana Khomyuk, interpretada por Emily Watson, no es parte de la verdadera historia de Chernobyl. En ella, en esa cient�fica con personalidad, que no se arredra, que dice las cosas de frente, que supera obst�culos, que cuestiona al poder, los autores resumieron a varios especialistas que intervinieron en los primeros d�as de la cat�strofe. Es una de las grandes licencias que los creadores de la miniserie se tomaron frente a la verdad hist�rica.

Por necesidad dram�tica, por econom�a narrativa, condensaron en esta mujer fuerte e inteligente el aporte de varias personas. Sin embargo, Khomyuk no solo es una invenci�n porque no existi� nadie con ese nombre. A pesar de que en la d�cada de los 80 varias mujeres ocupaban puestos de importancia en el mundo cient�fico sovi�tico, ninguna lleg� a ocupar un sitio de tanta relevancia. La l�gica machista del r�gimen comunista y de la �poca no lo hubieran permitido. En la larga mesa (m�s nutrida de lo que se ve en la serie) en que en las altas esferas buscaban soluciones comandados por Mija�l Gorbachov, los sovi�ticos no sentaron en ning�n momento a una mujer.

2) Apenas producido el desastre, uno de los m�todos que se utiliz� para mitigar las consecuencias de la radiaci�n y el fuego, fue el de conjurarlo con grandes cantidades de arena, plomo y boro sobre el ardiente reactor. Tal como se muestra en Chernobyl se utilizaron varios helic�pteros para la tarea. No era un trabajo sencillo. Las posibilidades de �xito eran escasas.

Lo que no sucedi� es que en medio de esa actividad un helic�ptero haya ca�do a tierra devorado por el monstruo radiactivo tal como se ve en uno de los primeros cap�tulos. Los pilotos de los helic�pteros obedecieron los consejos de los especialistas y no se acercaron demasiado al n�cleo ardiente y desnudo del reactor.

Sin embargo, un helic�ptero se desmoron� sobre la central nuclear pero m�s de seis meses despu�s de la explosi�n. Durante las tareas de liquidaci�n, mientras se constru�a el sarc�fago para la central nuclear, una de las h�lices impact� contra un cable y el aparato se precipit� a tierra ocasionando la muerte de sus tripulantes. Las im�genes estremecedoras se encuentran en YouTube.

3) Otro apartamiento de la estricta verdad hist�rica es la hip�tesis alarmante que blande la doctora Ulana Khomyuk en una de las reuniones del comit� de crisis comandado por Gorbachov. El personaje de Emily Watson menciona la posibilidad de una segunda explosi�n que pod�a llegar a tener una intensidad de entre dos y cuatro megatones. Las consecuencias pod�an ser las m�s fatales de la historia de la humanidad. Gran parte de la Uni�n Sovi�tica y casi toda Europa Oriental corr�a serio riesgo. La realidad indica que la probabilidad de una segunda explosi�n era escasa y no inminente como se dice en la serie y nunca podr�a haber tenido tama�o efecto de devastaci�n.

4) Para evitar esas consecuencias se dise�� un plan que s� tuvo lugar en la realidad. Dentro de los ingenieros de la planta se busc� tres voluntarios que fueran por debajo de la planta (deb�an conocer el terreno) para abrir unas compuertas para que el agua pasara y evitar que el suelo se convirtiera en lava por el extremo calor. La tarea era muy riesgosa. La radiaci�n pod�a ser letal.

Tres fueron los que se internaron en las profundidades. Los mismos tres que aparecen en la serie. Alexei Ananenko, Valeri Bezpalov y Boris Baranov.

En la serie, en una escena de gran tensi�n, son ellos los que deciden ante el silencio de sus compa�eros para la casi letal misi�n, un suicidio anticipado al que se lanzan luego de sentirse conmovidos por un discurso en el que se habla de los sacrificios del pueblo ruso, de ese componente casi gen�tico de resignaci�n, entrega y determinaci�n. Sin embargo, como suele suceder, la realidad fue m�s llana, profana. No hubo lugar para la emoci�n, ni para dejar a elecci�n de los operarios las decisiones. Los tres fueron convocados por escrito en base a sus conocimientos, experiencia laboral y juventud. Y sin el incentivo de ninguna recompensa ni premio especial. El deber los llamaba.

El equipo con el que descendieron era menos completo y seguro del que se muestra en Chernobyl. Tan solo un traje de neoprene; ni siquiera ten�an cubiertas sus caras. En la mayor�a del trayecto el agua apenas les tapaba las rodillas. Pero la gran sorpresa que ofrece la realidad en este caso es que los tres, pese a lo que se dice en la serie, sobrevivieron sin mayores consecuencias a la peligrosa misi�n. Dos de ellos todav�a viven y gozan de buena salud; el tercero muri� en 2005 pero se cree que por causas no atribuibles a la radiaci�n. Los dos sobrevivientes, que residen en Kiev, est�n teniendo unos d�as agitados respondiendo las preguntas de los periodistas de gran parte del mundo, dado el colosal �xito de la miniserie de HBO.

5) Los mineros que debieron ingresar a las profundidades para cavar un t�nel, a alt�simas temperaturas, para que el uranio no llegara al Mar Negro y as� impedir que el veneno se desparramara a trav�s del agua por toda Europa, tambi�n existieron en la realidad. Las condiciones de trabajo eran atroces. No hab�a ventiladores porque remover el aire solo consegu�a esparcir las part�culas radiactivas. Pero esos mineros hicieron su tarea vestidos y no desnudos como exagera la creaci�n de Craig Mazin. La tarea fue infructuosa: el material se enfri� solo y el peligro (ese peligro) se disip�.

6) Valeri Leg�sov fue el principal asesor cient�fico del Kremlin en el desastre. A �l escucharon los funcionarios. Sin embargo su papel no fue estrictamente el que le adjudica la serie. Los testigos dicen casi no haberlo visto en el campo (de batalla). Su lugar de trabajo era un b�nker subterr�neo cercano a la zona de desastre. Naturalmente tampoco actu� solo. En muy pocos d�as un batall�n de los principales especialistas fue puesto a trabajar al lado suyo por el poder pol�tico.

Tanto su rol como el del ministro Boris Shcherbina est�n magnificados en virtud de la econom�a narrativa. En ellos dos se depositan las principales decisiones y dilemas de la cuesti�n. Las decisiones se tomaban en un enorme comit� integrado por pol�ticos, bur�cratas, jefes militares y cient�ficos.

El Leg�sov de la vida real estaba casado y ten�a una peque�a hija. El parecido f�sico entre Leg�sov y el personaje encarnado de manera magistral por Jared Harris es sorprendente.

7) Los tres responsables de la planta, los tres que terminar�an recibiendo las condenas m�s fuertes, est�n retratados sin demasiados matices, algo caricaturizados. Son los villanos perfectos, sin espesura. El ex director de la central, Viktor Bryukhanov, el ingeniero jefe, Nikolai Fomin, y el ingeniero jefe adjunto, Anatoly Dyatlov. Este �ltimo-seg�n testimonios de antiguos operarios- era muy r�gido, poco amable en el trato personal, pero muy capacitado para su funci�n.

Lo que la serie dej� de lado es la historia personal de Dyatlov, que unos a�os antes hab�a participado en otro accidente nuclear mientras era ingeniero jefe de una planta de submarinos nucleares. La radiaci�n que recibi� en ese episodio se supon�a que debi� haberlo matado, pero no lo hizo. Pero un a�o despu�s muri� un peque�o hijo suyo de leucemia. Se cree que debido a la contaminaci�n con radiaci�n que Dyatlov llev� a su hogar.

Junto a ellos, que recibieron una condena de diez a�os, otros tres fueron condenados en el juicio: Yuri Laushkin, ingeniero jefe, y Boris Rogozhin y Aleksandr Kovalenko, directores del Reactor 4 (el que explot�), recibieron penas inferiores que no pasaron los cinco a�os de prisi�n.

8) Los efectos de la radiaci�n est�n mostrados muy bien. Los operarios toman r�pidamente el bronceado nuclear. Sus caras se vuelven rojas o marrones por efecto de la radiaci�n liberada. Sin embargo, en las v�ctimas de la cat�strofe nuclear ese proceso fue paulatino y no inmediato como muestra la serie. S� sufrieron quemaduras espantosas quienes entraron en contacto directo con los materiales radiactivos.

"Las v�ctimas profer�an alaridos que nunca volv� a escuchar; no se les ve�an heridas, pero hab�an aspirado vapor radiactivo: estaban quemados por dentro, se hab�an quemado sus pulmones", cont� un sobreviviente.

La otra objeci�n que puede hacerse es la enorme cantidad de sangre que se observa en el primer cap�tulo. M�s all� de que la explosi�n produjo derrumbes, roturas y dem�s eventos que pudieron ocasionar lesiones, no se aprecian heridas que ameriten tanta sangre. La radiaci�n mata en silencio y de manera invisible.

9) Las autoridades comunistas dieron una cifra baja de v�ctimas para tama�a tragedia: 31 muertos. Ese n�mero se refiere solo a los que murieron en las horas siguientes a la explosi�n tratando de contener el incendio y las primeras tareas de salvataje. De esos 31, 29 eran bomberos.

La historia del bombero Vasili Ignatenko y su esposa embarazada, Lyudmila, est� extra�da de Voces de Chernobyl, el implacable libro de la Premio Nobel Svetlana Alexievich.

La tarea de los bomberos, desprovistos de las herramientas necesarias para proteger su integridad, fue demasiado desigual frente a la furia de Chernobyl. Sin embargo no hubo que combatir fuego en el techo de la planta tal como muestra la serie. Tampoco sali� de las entra�as de la central destruida un rayo vertical azul que se dirig�a al cielo en medio de la noche. Aunque s� sobrevolaba un halo indefinible, una tenue nube de ese color producto de algo que se conoce como "la radiaci�n Cherenkov".

10) Como hemos visto son todas peque�as desviaciones, peque�as trampas para darle m�s vigor a un relato estremecedor. Nada que afecte la real dimensi�n y sentido de los hechos. De estas licencias, hay dos que son las m�s abruptas, las que se alejan de modo m�s terminante de lo sucedido. La primera de las enumeradas, la creaci�n de la doctora Ulana Khomyuk, una especie de Frankenstein de los cient�ficos sovi�ticos que intervinieron en la crisis.

El otro gran desv�o o error hist�rico es el desarrollo del juicio. Pero si se piensa en la necesidad de los guionistas de conseguir que la historia se entienda y mantenga el ritmo para hipnotizar a los espectadores, se comprende la elecci�n. El juicio dur� varios meses y a pesar de haber sido un proceso oral, padeci� de todas las morosidades, tiempos muertos, zonas grises y tecnicismos que pueden asolar un juicio de estas caracter�sticas en medio de la insoportable y agonizante burocracia sovi�tica.

Por supuesto que no hubo tarjetas rojas ni azules. Un gran recurso narrativo que encontraron para que los espectadores logren entender sobre reactores, energ�a nuclear y dem�s cuestiones que suelen colisionar con el lenguaje audiovisual.

La otra gran transgresi�n hist�rica es que, en ese juicio que se nos muestra, tan cercano a lo que estamos acostumbrados como espectadores desde El veredicto con Paul Newman a Cuesti�n de honor -y s�, por supuesto, tambi�n hay un momento "You can�t handle the truth"-, el gran protagonista, el que lleva el peso, el personaje principal de Chernobyl no particip� de las audiencias en la vida real. Leg�sov no compareci� en el proceso legal que conden� a los responsables de la planta nuclear.

Hay una gran historia que qued� afuera de la miniserie seg�n cuenta su creador Craig Mazin en un reciente podcast (en el que reconoce varios de estos "errores hist�ricos"). Una vez producida la explosi�n, uno de los operarios comprendi� la magnitud del desastre y sali� caminando con tranquilidad de la planta nuclear. Fue a su casa, durmi� una siesta, se despidi� de sus familiares y regres� a su puesto de trabajo. Ten�a una obligaci�n y cumplir�a con su deber aunque sab�a que no iba a regresar con vida. No hacerlo no era una opci�n para �l.

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