Megaobras Bolivia Cambia, Evo Cumple se quedan en el abandono
24/06/2019 - 13:05:20
Los Tiempos.- Suenan los bombos y platillos, se entona la diana, se firma el contrato y empieza una construcci�n que nunca acaba o que queda como decoraci�n.
Han pasado casi cuatro a�os desde que se inaugur� el estadio de Chimor� "Hugo Ch�vez", del programa "Bolivia Cambia, Evo Cumple", con una inversi�n de 2,7 millones de d�lares, grader�as, una cancha y una pista que hoy est�n rodeadas de maleza.
Junto a �ste est�n al menos una treintena de obras en Cochabamba, del mismo programa que depende del Ministerio de la Presidencia, con obervaciones, demora o falta de entrega.
Desde el 2017 a agosto del 2018 el Gobierno erog� 3,7 millones de bolivianos para la construci�n de proyectos de caracter educativo, social, salud y deportivo en el marco del programa "Bolivia Cambia, Evo Cumple".
Solamente en esta gesti�n el Gobierno emiti� dos decretos para la fiscalizaci�n de escuelas y obras deportivas elaboradas con presupuesto de la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE), exigiendo al Ministerio de Deportes y Educaci�n que se destine 2,5 millones de bolivianos y 432.341 bolivianos, para las auditor�as de las 43 obras a fiscalizar.
Entre las infraestructuras observadas de Cochabamba est�n la Unidad Educativa T�cnico Human�stica "Nacional San Isidro", y el tinglado y grader�as de la Unidad Educativa Otto Felipe Braun.
Las megaestructuras de este programa corresponden sobre todo a campos deportivos, cuyo porcentaje de proyectos y financiamiento es el mayor. En Cochabamba entre el 2011 y el 2015 la UPRE destin� 152.697 bolivianos en coliseos y canchas, frente a 119.804 en escuelas, Seg�n un informe relizado por el senador, Oscar Ortiz.
De acuerdo al Sistema de Contrataciones Estatales (Sicoes), en los �ltimos meses desde septiembre del 2018 figuran al menos tres licitaciones para construcciones de tinglados y canchas de c�sped sint�tico en Cochabamba, adem�s de sedes sindicales.
Sin embargo, el a�o pasado la llegada de los Juegos Suramericanos dej� obras de gran embergadura que hoy se reconocen facilmente en el tr�pico de Cochabamba.
En el municipio de Quillacollo, seg�n Control Social, hay al menos nueve obras paralizadas desde el 2014, con una inversi�n que supera los 60 millones de bolivianos.
El representante de esta organizaci�n, Richard Fern�ndez explica que se hicieron varias inspecciones a los proyectos con demoras en su entrega. La falta de coordinaci�n ente Estado y vecinos es uno de los factores que identific� como agravante para estas obras en desuso.
En un recorrido que realiz� Los Tiempos se pudo evidenciar que el Centro de Acogida del Adulto Mayor se encuentra abandonado, tanto que las telara�as son la �nica barrera para el ingreso a trav�s del port�n.
En el interior cuenta co un generador de energ�a, habitaciones nuevas, cocina e incluso un espacio con ventanilla que simula una farmacia. Nadie vigila el lugar, algunas chapas sedieron al tiempo y otras ya fueron reemplazadas, antes de su funcionamiento.
Los vecinos son reacios, despu�s de que la maquinaria tuvo que invadir sus sembrad�os en el norte de Quillacollo, para aparentar un ingreso. "Se han abierto campo sobre los terrenos de los comunarios, ahora lo que ellos quieren es que se les reconozca".
La concejal Angelina Zeballos asegura que la poblaci�n de adultos mayores en este municipio no supera las 100 personas.
R�quetbol
El Complejo de Raquetbol con 12 canchas solo sirve, por ahora, para almacenar locetas y cordones de acera, en el patio de atr�s.
La obra a dos a�os de estar concluida se mantiene limpia y prolija por el trabajo del sereno, pero nadie se sienta en sus banquetas ni ha probado la pelota y la raqueta en su interior.
El complejo tambi�n fue ejecutado con el programa y la Alcald�a Municipal.
Para que el martadero entre en funcionamiento, seg�n Fern�ndez, se necesitan 3 millones de bolivianos que no estaban previstos por la Alcald�a. Mientras que la terminal ocupa predios en litigio y la parada improvisada de buses del municipio se ha vuelto un suplicio para los conductores y pasajeros.
"Hay proyectos que los hacen a capricho nom�s, en eso todos hemos fallado", explica.
