Pirómanos: adictos al fuego desde los seis años
01/09/2018 - 19:07:27
El mundo.es.- Aunque algunos usen ambas palabras indistintamente, "incendiario" no significa lo mismo que "pir�mano", una patolog�a que puede corregirse mediante terapia. S�lo el 3% de los incendios son obra suya
Llamativo, sonoro, impetuoso, pr�cticamente fascinante ante cualquier ojo pero, en algunos, el fuego, las llamas e incluso los incendios generan una atracci�n desmedida, tanta que pueden llegar a provocarlos. Sin embargo, aunque la palabra pir�mano parece de uso com�n -empezando por los medios de comunicaci�n- "son pocos los casos de incendios provocados por ellos", sostiene el psic�logo Jos� Gil Mart�nez, que los ha estudiado a fondo.
De lo primero que hay que hablar es de que la piroman�a responde a un trastorno mental, en concreto, aquel que inhabilita el control de los impulsos, y as� est� reconocido por la Asociaci�n Americana de Psiquiatr�a (APA, por sus siglas en ingl�s). Sin embargo, "aceptar que la conducta incendiaria representaba un trastorno mental fue motivo de grandes controversias durante el siglo XIX", explica Jos� Joaqu�n Aniceto, agente de medio ambiente de la Junta de Andaluc�a y responsable de un informe que mucho aclara: �Incendiario o pir�mano? Claves para la determinaci�n de la piroman�a como causa de los incendios forestales.
"Hay un bajo porcentaje de incendios producidos por trastorno mental. Y la mayor�a de las veces obedecen a otro tipo de causas que no ser�an piroman�a en s� misma, como el alcoholismo, por ejemplo. El diccionario de enfermedades, DSM V, explica que la piroman�a se encuentra dentro del trastorno del control de los impulsos pero, si somos estrictos en la clasificaci�n de este trastorno mental, muy pocas veces se cumple, porque existen otras patolog�as de fondo, como esquizofrenia, oligofrenia, trastorno por consumo de sustancias...", detalla.
No todos los pir�manos queman b�sques. El tratamiento para ayudar a estas personas es dif�cil debido a su falta de motivaci�n
Jos� Gil Mart�nez, psic�logo
Tanto Aniceto como Gil, que ha tratado a pir�manos y ha conseguido ayudarlos, sostienen que "s�lo el 3% de los incendios" que se producen en Espa�a ser�an obra de un pir�mano diagnosticado y, citando datos de la Guardia Civil, Gil apunta que "habr�a en nuestro pa�s unas 100 personas" que sufren esta patolog�a.
Otra investigaci�n reciente, de 2017, El perfil psicriminol�gico de los pir�manos, elaborada por la crimin�loga Elena Tortosa, detalla que en los pir�manos se suele encontrar "una elevada incidencia de disfunci�n familiar, as� como problemas de aprendizaje". "Los abusos f�sicos y sexuales junto con un ambiente familiar violento son factores ambientales adicionales que se han demostrado que se relacionan con la provocaci�n de incendios en ni�os y adolescentes", ahonda el informe. "Los pir�manos experimentan significativamente m�s abandono emocional y abuso f�sico que otros j�venes de similares antecedentes. Raramente tienen amistades significativas".
Pero "no todos los pir�manos queman bosques", puntualiza Jos� Gil. "La mayor�a de las veces hay m�viles econ�micos, deseos de venganza, intenci�n de ocultar un delito, descuidos o accidentes fortuitos". Aunque este psic�logo reconoce que tampoco es sencillo "entender la mente de un pir�mano", aunque da algunas caracter�sticas predominantes: "Provocaci�n deliberada de incendios en m�s de una ocasi�n, una fuerte tensi�n o activaci�n emocional antes de cometer el incendio, la fascinaci�n por el fuego y por las actividades y equipos dise�ados para combatirlos, as� como placer y alivio cuando se provoca un fuego y se observa".
�C�mo ayudarles? Sostiene Gil que "el tratamiento con estas personas es dif�cil debido a su falta de motivaci�n" y que, cuanto antes se les trate, mejor que mejor. Es de hecho habitual que las primeras se�ales de alarma aparezcan cuando estas personas est�n en su ni�ez, como tambi�n lo destaca Tortosa en su informe, aunque con matices: "El inter�s por el fuego se exhibe t�picamente en ni�os de tres a cinco a�os de edad. Este tipo de conducta no debe ser motivo de p�nico ya que puede ser parte de la curiosidad normal de un ni�o. Pero los estudios cl�nicos de los pir�manos adolescentes confirman que muchos ni�os hab�an establecido su primer incendio cuando ten�an entre seis y ocho a�os de edad".
Para ayudarlos, el psic�logo Enrique Garc�a Huete apunta que la mejor opci�n es la terapia cognitivo conductual. "Funciona", asegura, "siempre y cuando la persona tenga conciencia del problema. El objetivo es conseguir que el sujeto aumente tanto su autoestima como su seguridad personal... Son personas con dificultades sociales, algunos con casos de abusos sexuales en la infancia a los que el fuego excita".
Otra psic�loga especializada en piroman�a, Sara Puig, recuerda que, "a pesar de que la prevalencia problacional es del 1%, seg�n datos del Ministerio de Agricultura, la piroman�a supone el 9,79% de los incendios intencionados o con indicaci�n de motivaci�n, situ�ndose en el tercer puesto en la lista de posibles causas de incendios forestales tras la quema agr�cola ilegal".
