Cuenta con helipuerto, salón de masajes y cinco bares.
La vida millonaria tiene muchas ventajas, y una de ellas es la adquisición de lujosas viviendas como la mansión más cara del mundo, situada en el prestigioso barrio de Bel Air, en Los Ángeles, EE.UU. Pero esas tres habitaciones no lo son todo, cuenta además con piscina de horizonte infinito, helipuerto, garaje con coches de época, cinco bares y un salón de masaje.
Más de 3.500 m2 repartidos en 12 suites y 21 baños vigilados por siete personas a través de cámaras para una seguridad las 24 horas del día y el precio asciende a nada más y nada menos que 250 millones de dólares.
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