Opinión

Los Siete Contratos Capitales

2024-02-27 - 20:52:49
No dejan de sorprendernos las caprichosas relaciones existentes entre el gobierno de Luis Arce y Evo Morales, pues estas discurren, como en un matrimonio mal avenido, entre declaraciones de amor y disputas casi irreconciliables y, al mejor estilo vernáculo, a pedradas. De ahí que tratar de intermediar o conciliar sería una tarea infructuosa y suicida, por la consabida respuesta de cualquiera de los supuestos beligerantes: “A usted que le importa, si me pega es porque me quiere”.

Sin embargo, en medio de esta incierta o verdadera gresca, los bolivianos estamos pendiendo de un hilo, ya que la situación económica es una de las razones que la alientan y, como muestra palpable de este aserto son los vergonzosos acontecimientos protagonizados por algunos asambleístas, para lograr la aprobación del Proyecto de Ley, para la construcción de la doble vía Caracollo–Colomi en Cochabamba, por un monto de 176 millones de dólares. Este Plan, a su vez, hace parte de un paquete de siete proyectos de crédito, que en su totalidad engloban la nada despreciable suma de $us 704 millones de dólares.

Lo más jocoso del impasse fue que, en la nómina firmada de votantes se consignó a 56 diputados que votaron por el NO, o rechazaron el Proyecto de Ley empero, a tiempo del escrutinio, sólo 51 aparecieron en el tablero electrónico, error que fue atribuido por algunos legisladores de oposición a la Presidenta en ejercicio de la Cámara de Diputados, por haber votado fraudulentamente dos veces.

Tales errores desataron una feroz reacción de quienes se sintieron engañados por la presidenta de marras y se dieron a la tarea de ocupar la testera, acto que fue repelido por bandos oficialistas que no tuvieron reparo hasta en bajar los calzones a un honorable padre de la patria, y causar algunos daños en el abigarrado atuendo de la presidenta, lo que nos confirmó la existencia de un exuberante Departamento de Utilería en la Casa del Pueblo, al que el Jefe del Estado debe también echar mano, para lucir frecuentemente una extravagante indumentaria.

Si por un solo proyecto de ley sucedió lo señalado, ¿que podrá pasar a tiempo de pretender aprobar los otros seis? Ello nos trae a cuenta los siete vicios o pecados capitales que la Iglesia nos señala como: el orgullo, la codicia, la lujuria, la envidia, la glotonería, la ira, la pereza y el ama sua y el ama llulla, de factura indígena originaria como decía Evo que, de no acatarlos y frenarlos con virtudes como: la humildad, la caridad, la castidad, la gratitud, la templanza, la paciencia, la diligencia, la verdad y la honradez, estaremos irremisiblemente condenados a sufrir eternamente los tormentos del infierno.

Si bien es cierto que muchos bolivianos desconocemos los siete pecados capitales y las virtudes cristianas citadas en el párrafo anterior, no es menos cierto que, si no somos conscientes de cómo actúa la organización del crimen internacional y la forma que éste se enquista en nuestra sociedad ¿cómo podremos hacer patria, si no somos conscientes del daño que estos agentes del mal nos ocasionan?

A pocas horas de volver al hemiciclo de la Asamblea, para tratar la aprobación de los seis proyectos de créditos restantes, destinados a labores de infraestructura, crece la suspicacia de que estos dineros vayan a destinarse al gasto corriente; a pagar 235,5 millones de dólares por la “nacionalización de Vinto y Colquiri”; y a la prórroga indefinida en el poder, lo cual transformaría automáticamente a esta supuesta y muy loable gestión, en Los Siete Contratos Capitales.