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Álvaro Riveros Tejada

Resucitando una Vaca Muerta


2023-03-15 - 08:07:17
A medida que el populismo, con vocación de termita y piel de cordero comunista, viene carcomiendo las bases políticas e institucionales que cimentan la democracia de los países que han caído bajo su dominio, bajo la ridícula, mendaz y anacrónica narrativa de izquierdas y derechas, acuñada en la Francia el siglo XVIII, son cada vez más desesperantes los cuadros de pobreza y miseria que van dejando a su paso estas dictaduras de la mediocridad, como es el caso de Cuba, Venezuela, Nicaragua y todas las demás víctimas de esta pandemia narco-socialista del Siglo XXI.

Desde México, hasta la Argentina, ya es imposible trazar una línea divisoria entre el gobierno y los cárteles de la droga y, en lo que a Bolivia concierne, por geopolítica, y por ser uno de los principales productores de la materia prima para la narcocadena, estamos seguros de que esa línea divisoria será cada vez más fina, si los gobiernos que se entronicen en el poder, estén apuntalados por las mafias del narcotráfico, y no, como estos pregonan, en la doctrina filosófica de un socialismo recalentado.

Baste ver la trágica realidad por la que están atravesando países como México, donde en sus ciudades, como Matamoros, Sinaloa y otras, campea el secuestro y el asesinato a plena luz del día; casos similares ocurren en Medellín -Colombia; en Puno-Perú, en las cárceles del Ecuador; en la otrora pacífica ciudad de Rosario en la Argentina, y muchas otras, donde se ha impuesto la ley metalúrgica de este malévolo negocio, que se basa en: “Plata por Plomo” o a la inversa.

Ante semejantes cuadros de perversidad, consideramos que la efectividad mayor de estos bandidos radica en su habilidad de desquiciar nuestras sociedades y sus más arraigados principios de moral y ética, especialmente aquellos en los que se basa nuestra unidad nacional, educativa, familiar y religiosa; creando, a toda costa, el enemigo infaltable y causante de nuestras desdichas, como el imperialismo, el vendepatria, el discriminador racista, etc. para allanar el camino donde implantar esa dictadura de la mediocridad donde pasa todo y no pasa nada, donde lo que no ocurre es raro, y lo único que rige es un vergonzoso conformismo en forma de abulia e indiferencia. Ante esa lamentable realidad, es necesario generar las condiciones económicas para que la gente entienda que el mejor camino a la prosperidad es el trabajo honesto y a la inversa.

De seguir por esta ruta, trazada por el castrochavismo, muy pronto constataremos que, en quince años, al margen de agotar todos los recursos con los que la divina providencia y el trabajo de gobiernos visionarios nos legaron, lo único que logramos fue forjar un nuevo eslabón de esa narcocadena, consistente en el contrabando, el lavado de dinero y la infraestructura apropiada para sus actividades, como aeropuertos y carreteras en recónditos parajes de nuestra geografía. Empero, lo más extraordinario fue desecar nuestro mar de gas y no explorar, siquiera, nuevas fuentes de producción, por el contrario, de productores, pronto nos convertiremos en arrendatarios de los ductos que otrora transportaban esa herencia perdida, con sólo el premio de ser los milagrosos artífices de la resurrección de una Vaca Muerta.

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