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Daniel Castro

Un país a medio hacer, al margen de la ley


2022-04-19 - 19:55:10
La muerte de Marco Antonio Aramayo, el principal denunciante del descomunal desfalco al Fondo Indígena, Fondioc, nos tiene que doler a todos. Su deceso no puede pasar inadvertido y tapado por otras noticias que los operadores políticos o judiciales se inventen para quedar impunes ante semejante atrocidad cometida contra un ser humano, que tuvo la valentía de denunciar el robo sistemático y millonario de fondos públicos destinados a favorecer a la población indígena y que fueron desviados para otros fines. El caso deja como saldo una persona inocente muerta y una lista innumerable de ladrones afines al régimen comandado por Evo Morales, libres y sin miras de pagar por los delitos cometidos.
 
¿Cuál fue su delito? Aramayo denunció en 2015, durante el gobierno de Evo Morales, un robo millonario en el Fondo Indígena (Fondioc) y desde entonces estaba con prisión preventiva en el penal de San Pedro y con una suma de juicios, pese a ser quien denunció la mega corrupción, que tenía como cabeza principal a la entonces ministra Nemesia Achacollo, quien autorizó el desembolso de 575 millones de bolivianos, en pleno año electoral, pese a la deuda y a la quiebra técnica del Fondo Indígena.
 
Sin embargo, Aramayo terminó siendo el “chivo expiatorio” del escándalo que llegó hasta la cabeza del mismo Evo Morales, que sin inmutarse y fiel a su ostentación de poder, defendió a la Achacollo y “condenó” al denunciante. “Si Aramayo sabía que ilegalmente estaban (proyectos en el Fondo Indígena), ¿por qué en ese momento no ha denunciado? Es doblemente delincuente el Aramayo”, afirmó Morales el 14 de enero de 2016. Meses antes, el 27 de febrero de 2015, en conferencia de prensa anticipaba el destino funesto de Aramayo, “Caiga quien caiga. Sea del MAS o no, quienes recibieron estos fondos tienen que ser juzgados (…) Siento que gerentes y exgerentes del fondo han panfleteado la plata”, decía Evo y fue más allá, puso las manos al fuego por Achacollo. El 14 de febrero de 2016 dijo que ella no pudo haber depositado dinero de los proyectos a su cuenta bancaria. “Yo siento que Nemesia nunca ha manejado un fondo en su proyecto, plata a su cuenta bancaria para administrar un proyecto”, aseguró, con la que selló la suerte de Aramayo. ¡A partir de allí le llovieron los procesos!
 
El abogado de Aramayo, Héctor Castellón, recordó que su defendido en 2013 ya denunció las irregularidades ante el directorio del Fondo Indígena y dijo que “unos cuantos dirigentillos estaban robando a la gente”. Mencionó que hasta esa época se aprobaron 3.600 proyectos a solo nombre, sin ningún detalle específico de la ejecución de los supuestos proyectos.

“Son 153 procesos que él denuncia, trabaja con la Contraloría durante todo un año (2014). Logra determinar la existencia de muchos elementos irregulares. El 4 de marzo de 2015, Marco es llamado para declarar como testigo y denunciante, y el 5 de marzo en la madrugada lo detienen y es sometido a medidas cautelares”, relató Castellón. En resumen, en más de siete años de detención con torturas y vejámenes, acumuló más de 250 procesos, en 84 juzgados con igual cantidad de jueces, 91 fiscales, 32 técnicos del Fondioc que justificaban las acusaciones y otro tanto de policías “investigadores”, terminaron con doblegar sus energías y su organismo sucumbió esta madrugada, pero lo que no pudieron quebrar fue su espíritu y hasta el final siguió con su dedo acusador levantando la voz en busca de justicia y castigo para los culpables.  
 
Lo cierto es que la muerte del ex director del Fondioc, tras siete años de tortura, desnuda la grave situación jurídica que vive el país, donde la justicia, con jueces y fiscales vendidos al poder de turno, se ocupan de atender las demandas de la política y el grueso de la población boliviana sufre un escandaloso desamparo institucional. La indefensión judicial obliga a que las demandas de la sociedad se resuelvan a gritos con violencia en las calles o en espurios arreglos económicos bajo la mesa con corrompidos administradores de justicia y “aboganster” que pululan por juzgados de la mano de policías y funcionarios públicos corruptos que sangran a cualquier incauto que tuvo la desgracia de caer en sus manos.
 
Lamentablemente el caso de Marcos Aramayo, no es el único, el expresidente del Servicio Nacional de Caminos (SNC) José María Bakovic enfrentó 72 procesos penales, civiles y administrativos por parte del Gobierno del MAS. Falleció en 2013 tras sufrir un ataque cardiaco, que fue generado al asistir, por recomendación de forenses de Sucre que no consideraron su avanzada edad, a una audiencia en La Paz. Y otro caso que puede terminar igual que los mencionados es lo que sucede con la expresidenta Jeanine Añez, que está detenida hace más de un año y su salud está muy deteriorada y no hay posibilidades que se defienda en libertad porque siguen sumándole procesos. No existe la más mínima sensibilidad humana.
 
Q.E.P.D. Marco Antonio Aramayo, una víctima de la corrupción que no debe quedar en el olvido y ser un incordio para el régimen del MAS, Evo Morales y los administradores de justicia vendidos al poder de turno.
*Periodista

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