Opinión

Segunda vuelta

2021-06-04 - 20:29:16
A horas de la realización de la segunda vuelta en Perú, el compañero Pedro Castillo sigue liderando las encuestas, a pesar de que éstas muestran que la conservadora de derecha Keiko Fujimori se le acerca al punto de tener, lo que los técnicos llaman, un empate porcentual.

¿Pero que significa eso? Significa, en teoría, que cualquiera de los dos puede resultar electo; sin embargo, soy bastante escéptico con las empresas encuestadoras que están presentando resultados tan extremos justo en la etapa final, siendo que el compañero Castillo estuvo liderando la intención de voto todo el tiempo.

Podemos creer que efectivamente hay un empate, o un acercamiento que deja una diferencia tan corta como el 2% de intención de voto entre ambos candidatos, otra posibilidad es pensar que, como acostumbra hacer, la extrema derecha esté manipulando los resultados para dar la falsa sensación de que su candidata está logrando subir en la intención de voto de los ciudadanos y ciudadanas peruanas.

Están intentando jugar a “votar a ganador”, dando la sensación de que la ganadora es la fórmula de Keiko Sofia, sin embargo, no consideran que la gente ya no cae en esa treta, el pueblo sabe lo que puede esperar de la extrema derecha unida a los conservadores representados por Fujimori y tanto en el gobierno de su padre, donde ella fue primera dama, como en la actualidad, los escándalos de corrupción de Keiko recibiendo dinero de la empresa Odebrecht, del caso Lava Jato, entre otros y las peleas de poder con su hermano, son muestra de lo que se puede esperar de esta candidata.

Por su parte, Pedro Castillo, profesor rural vinculado con las luchas sociales, recibe el apoyo de la mayor parte de la población que se siente identificada con su origen, sus ideales y la posibilidad de que una persona del pueblo, de a pie, llegue a la presidencia y sea la voz de quienes no la tienen; al fin y al cabo, ya tenemos muy buenos ejemplos de ciudadanos del pueblo que llegaron a la presidencia de sus países y lo hicieron muy bien, aunque obviamente, la derecha buscó la manera de perjudicar sus gestiones, por ejemplo en Brasil con el impeachment contra la presidenta constitucional Dilma Rousseff o la detención de Lula para impedir que sea candidato, acusándolo y deteniéndolo sin las suficientes pruebas, echo que el mismo juez, Sergio Moro, confesó luego de romper su alianza con Bolsonaro, razón por la cual Lula fue puesto en libertad inmediatamente, o lo sucedido en Ecuador y las denuncias tendenciosas contra Rafael Correa, entre otros tantos y tantos ejemplos de buenos gobiernos del pueblo versus mentiras y corrupción de gobernantes derechistas y sus operadores.

La polarización, creada en el Perú entre estos dos extremos, Castillo y Fujimori, de hecho favorece la toma de decisión del pueblo que irá a las urnas por segunda vez buscando al mejor candidato. Los que quieren más de lo mismo y los que quieren un cambio profundo en las estructuras de gobierno y de participación social en la toma de decisiones.

Pocas serán las personas que se dejen confundir con los discursos extremistas y alarmistas de los allegados a Keiko Fujimori contra Pedro Castillo, inclusive pude constatar una serie de “adivinos/as”en línea, augurando la victoria de Fujimori, todo con tal de hacerse con el poder, pero esta estrategia tiene, como todo, su debilidad, porque más allá de los augurios y predicciones, está la voluntad soberana del pueblo.

Los indecisos, tienen pocas horas para definir a quién darán su voto y la posibilidad de gobernar al Perú en los próximos años.

La decisión no es difícil; se elegirá entre la representante de la corrupción, intolerancia, crímenes sin responsables, prebendas y privilegios de unos en desmedro de la mayoría, o votarán por el representante de pueblo, aquel que estuvo dispuesto a dar su vida por el bienestar de su país y de su gente y que ahora, puede hacer realidad su ideal de un país más justo, con mejor distribución de la riqueza, con educación y salud de calidad para todos, un país inclusivo con respeto a los derechos humanos, un país donde pensar diferente no le cueste la vida a nadie, donde expresarse libremente sea la regla y no la excepción.

Pedro Castillo soñó un país, una nación y un continente unidos y en libertad; es hora de comenzar a dar forma a este sueño...y este sueño solo se hará realidad cuando Castillo este domingo saque mas del 50% de los votos.

JALLALLA, PERÚ LIBRE!!!