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José Percy Paredes Coimbra

Tupak Amaru vuelve...


2021-06-02 - 21:09:28
Hace un poco más de doscientos cuarenta años, un 18 de mayo, el libertador Inca - José Gabriel Tupak Amaru - fue torturado y asesinado junto a su familia y algunos colaboradores cercanos, por los cobardes que en aquellos años detentaban el poder. Antes de morir, como una premonición de esperanza, dijo, “volveré y seré millones”.

Desde su asesinato hasta la fecha, muchas organizaciones libertarias, desde los más distintos enfoques, adoptaron su apellido “Tupak Amaru”, como símbolo de unidad, fuerza y rebeldía contra los usurpadores, gobernadores nefastos y élites de poder que sangran al pueblo, humillándolo y viviendo con privilegios que deberían ser los derechos de todos.

Tupak Amaru, irradió sus ideales de libertad, dignidad y soberanía de los pueblos más allá del tiempo y del espacio; hombres y mujeres, de todas las edades, lugares y credos, hoy viven y actúan en busca de construir esa sociedad posible; luchan por una vida digna, por el respeto a sus derechos fundamentales como seres humanos, derechos básicos como educación y salud de calidad, la posibilidad de un trabajo digno que les permita vivir bien y no solamente sobrevivir.

Hoy más que nunca, estamos viendo las más diversas manifestaciones que expresan de que gobernar en desmedro de los intereses de las mayorías para favorecer a unos pocos, ya no es aceptable y que el pueblo ya no está dispuesto a callar.

La palabra “democracia”, ya no puede ser vilipendiada y mal utilizada por gobernantes y sus aliados, que hicieron uso y abuso de ella, como si ellos fueran la personificación de la misma y, todo lo que contradijera aquello fue considerado subversivo, marginal o vandálico. El pueblo, que otrora entregaba su poder a quienes se autoproclamaban personas “de bien”, ya está cansado de saber que la clase política elitista o autocrática, nunca va a gobernar pensando en el bienestar del pueblo, el mismo que le entregó su poder con su voto.

No es casual que en nuestro Abya Yala, estén soplando vientos de cambio; que después de volver a gobiernos elitistas, hoy estemos retomando el camino correcto; si lo que anhelamos es una sociedad equitativa, con bienestar para todos y donde nuestros derechos fundamentales sean respetados y valorados.

Al momento, los gobiernos democráticamente elegidos en este continente, son gobiernos que nacieron en las barriadas, en el campo o que vienen con un bagage de lucha social inclaudicable. Tampoco es menos cierto, que las élites harán de todo para aferrarse al poder (como es su costumbre) – desde rasgar vestiduras diciendo que hubo fraude (cuando los resultados no son los que quieren), hasta asesinar (sin sombra de conciencia) a personas que están haciendo escuchar su voz en marchas o manifestaciones pacíficas, como lo sucedido en Chile el 2019, cuando ya habían varios líderes mapuches asesinados, desaparecidoso encarcelados por defender la vida de todo el planeta o, lo que está sucediendo en nuestra hermana Colombia que, a raíz del Paro Nacional iniciado el 28 de Abril, ya lleva más de 65 asesinatos, más de 500 desaparecidos y más de 1500 heridos por la actuación criminal de las “fuerzas del orden” contra manifestantes desarmados, mejor dicho, armados sólo con su amor por Colombia, sus expresiones culturales y por el deseo de mejores días para su país.

La plandemia desatada en el 2020, vino a salvar los privilegios de Piñera, así como a Ivan Duque - por lo menos le dio un respiro desde el 28 de noviembre del 2019 hasta el 28 de abril de este año.

En este mes de protestas contra Duque, que al igual que su homónimo chileno, gobierna en beneficio de las élites y de sus propios bolsillos, en desmedro de las ciudadanas y ciudadanos que ya están “mamados”de tanta ineficiencia, de tanta discriminación y de pelearle a la vida solamente para sobrevivir el día a día, la policía y el ejército, se lanzaron con toda su ira contra manifestantes pacíficos cuya protesta está envuelta en expresiones artísticas.

Como dije anteriormente, las élites hacen de todo por mantenerse en el poder y exportar mentiras es su fuerte. Así, el gobierno de Duque intenta crear miedo entre a población, sindicando de vándalos y asaltantes a los manifestantes, queriendo hacer creer que “ellos” son los que generan inestabilidad y violencia, pero él y su cúpula no entienden que los padres, madres y hermanos de quienes están haciendo escuchar su voz en las calles, saben que eso no es cierto, que sus hijos y ellos están saliendo a las calles para exigir un cambio profundo en las estructuras de su gobierno y su sociedad; Duque no podrá sembrar miedo por encima de la esperanza, de la terquedad que busca el bien común. Su treta le salió al revés y los únicos que ahora están con miedo son ellos, a pesar de que un gobierno del pueblo, ni por asomo asesinará, desaparecerá o violará a quienes hoy detentan un poder que ya no les pertenece.

En nuestra Abya Yala, con estos fuertes vientos de cambio, con las manifestaciones masivas contra Bolsonaro en Brasil, falta saber a quienes apostarán su futuro nuestros hermanos peruanos; la segunda vuelta ya se acerca y los ataques a Pedro Castillo son cada vez más frecuentes, más mentirosos y discriminadores y lo que es peor, más violentos; la ultra derecha agarrada con uñas y dientes a la candidatura de Keiko Fujimori está apostando todas sus fichas a estigmatizar a Castillo como un ex guerrillero sanguinario que transformará al Perú en un nuevo campo de batalla, que cerrará las empresas y que confiscará los pocos bienes que tiene el pueblo, es decir, dicen que Castillo será para el Perú, lo que ellos ya fueron, le echan sus males como si el pueblo peruano no tuviera memoria, como si no recordara los asesinatos y desapariciones en los años de Fujimori, época en la que Keiko fungía de primera dama, o como si no recordara los manejos económicos poco éticos de Keiko en sus últimas campañas, donde recibió jugosos aportes de la empresa Odebrecht a través tanto de operadores locales como de las filiales de esa empresa, tristemente célebre a nivel mundial, a partir de la investigación llamada Lava Jato, iniciada en la gestión de Dilma Rousseff, en Brasil, para luego extenderse por gobiernos latinoamericanos.

Los vientos de cambio están en las urnas y en las calles, en las mentes y corazones de todo el pueblo del Abya Yala, ni mentiras ni presiones lograrán alejar al pueblo de sus conquistas, de sus metas y de sus anhelos; así como cierta vez dijimos en Bolivia, gobernar sin el pueblo NUNCA MÁS.

Así como predijo Tupak Amaru, volvió y se hizo millones; millones de personas, en su mayoría jóvenes, en las calles y en las urnas, derrotando la opresión, los privilegios y los gobiernos que no son del pueblo; esto me recuerda una canción de Silvio Rodríguez:
“Ahora el águila tiene su dolencia mayor .... y le duele que el niño vaya sano a la escuela, porque de esa madera de justicia y cariño no se afila su espuela...”

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