Opinión

La demanda de la unidad urgente

2021-03-23 - 21:28:33
La unidad política es un pacto o alianza entre partes para alcanzar fines y objetivos de corto o largo plazo. La Unidad de corto plazo se denomina unidad táctica, mientras que la otra se conoce como Unidad estratégica. La Unidad táctica tiene objetivos mediatos que una vez cumplidos la dan por concluida. La unidad estratégica en cambio tiene objetivos que se van cumpliendo a lo largo del tiempo y que reflejan y construyen coincidencias ideológicas y de acción en la unidad.

Un ejemplo de unidad táctica es aquella que se hace para ganar elecciones, sus alcances tienen el tiempo que dura la campaña y luego concluye o toma el camino de la unidad estratégica. En cambio, la construcción de procesos políticos que tienen como fin crear visiones sociales en su forma de vivir y de relacionarse con el mundo obligan a los actores políticos a encontrar la Unidad para hacer en tanto se vayan cumpliendo los pasos necesarios. Se conoce como la complementariedad ideológica y programática.

En Bolivia estamos viviendo una confrontación de ideas distintas en la forma de concebir la construcción de la sociedad. Hay una mitad que cree en el Estado como el eje central de donde deviene y da forma a todo. La otra mitad considera que el Estado tiene funciones que cumplir y que es la libertad del individuo la que prima para generar riqueza y bienestar.

El centralismo Estatalista se basa en el dominio del partido como articulador del pensamiento social, que tiene como fin la unidad del ser. Es decir, una sola forma de concebir y de actuar en sociedad. Fuera del Estado nada, y nada contra el Estado. Por eso el centralismo económico obliga al Estado a decidir el qué se produce, cómo se hace y para quienes se produce. La extinción de la libertad individual es una necesidad y esta necesidad lleva al Estado a “educar” a la sociedad dentro los parámetros señalados y definidos por el partido que es al final de cuentas el Estado.

Deviene entonces inevitablemente la sujeción subordinada y disciplinada de las Fuerzas Armadas y la Policía como instituciones de fuerza monolítica al servicio del Partido.

¿Alguien medianamente formado tiene dudas acerca del camino y dirección que viene tomando el gobierno del presidente Luis Arce? Y si existe conciencia política en esa mitad que no quiere vivir bajo este modelo político la urgencia inmediata es la construcción de la Unidad Estratégica. Es la forma de evitar llegar a situaciones que otras sociedades como la venezolana ya han vivido.

Hemos llegado al punto de bifurcación. O dejamos que nos lleven por el camino del socialismo populista etnocentrista aimara o resolvemos ir por la ruta del Estado de Derecho basado en la ley y el respeto a la libertad del individuo como derecho primario.

La forma en que viene expresándose esta dualidad está determinada por las últimas acciones del gobierno para inventar un “golpe de Estado”, deslegitimar a la oposición como protagonista del mismo, desatar el miedo a través de la persecución judicial y doblegar a la oposición en todas sus instancias. La respuesta a esto no puede ser declarativa ni mucho menos de conducta ausente, no participativa e indiferente. No puede ser un llamado a la Unidad Táctica. Obliga a la construcción de una Unidad Estratégica.

Es esto lo que preocupa cuando actores importantes que son el resultado electoral de esa sociedad que no quiere el camino del socialismo etnocentrista niegan ir a la construcción de la Unidad estratégica, retaceando su presencia en actos que simbolizan esa decisión. Con ello crean desanimo social e invitan a pensar en que el futuro es más incierto aún. Al mismo tiempo le dan fuerza al gobierno para avanzar. Ya no se trata de defender personas sino principios, no se trata de evitar procesos sino de expresar valores que se deben convertir en acciones democráticas que fortalezcan a esa mitad social y convenzan a la otra mitad.