Daniel CastroEvo y su mala hora: de semidiós a paria social
2020-08-23 - 11:17:27
“La vida sería trágica si no fuera graciosa”, dijo una vez el astrofísico parapléjico Stephen Hawking, para explicar los cambios trascendentales y los sucesos contradictorios de la vida humana. Quizá le faltó agregar que lo que para uno es el mejor día de su vida para otro puede ser el peor. Y eso debe estar ocurriendo ahora en la cabeza del expresidente Evo Morales que pasó de acusador implacable de sus enemigos políticos (para él no son adversarios) a acusado de uno de los delitos más repudiados por la sociedad: el estupro y la pedofilia.
“El mejor día de mi vida fue aquel en el que tú y yo nos hicimos novios, aquel día 24 cuando te juré a mi corazón y al tuyo amor sincero por siempre”, dice uno de los mensajes enviados por Noemí Meneses, al refugiado ex presidente de Bolivia, en uno de los tantos textos que fueron develados por la investigación realizada por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, Felcc, el pasado 7 de julio, cuando retuvieron en la localidad de Tiraque, un vehículo robado a la Gobernación de Cochabamba y cuya desaparición había sido denunciada en la Fiscalía de Punata.
Evo debe opinar lo contrario. Y es que nueve meses después de salir del país hacia México con la aureola de líder mundial de los indígenas y cara visible de la llamada “revolución bolivariana” que enarboló el extinto Hugo Chávez, que le dio espacio en Latinoamérica a los gobiernos populistas del socialismo del Siglo XXI, su poder e influencia desaparece rápidamente como agua entre los dedos. Han salido a la luz videos, textos y fotografías que ponen en evidencia su relación amorosa con una joven ahora de 19 años de edad, que admite el romance que ya lleva al menos cuatro años.
El misil lanzado que está destruyendo la figura pública de Evo y lo puede enviar a la cárcel, vino por donde ninguno de sus asesores internacionales y ni siquiera él lo esperaba, acostumbrado a hacer y deshacer con los bienes del estado y la vida de las personas que osaban interponerse en su camino. Total, tenía un ejército de obsecuentes que lo llenaban de adulos, le proporcionaban cualquier deseo que saliera de su boca y llegaron a tejer toda una red de complicidad con tal de mantener al semidiós ahíto de placer y poder.
Por eso, el periodista español, Alejandro Entrambasaguas, encontró desprevenido al devaluado régimen masista, afanado en complicar al gobierno de Jeanine Añez, que está enfrascada y a tientas en una lucha desigual contra el coronavirus y desorientada políticamente por la campaña electoral, su candidatura y las cortinas de humo que le lanza constantemente el ladino poder legislativo, controlado desde el exterior por los designios del vengativo Evo Morales.
Fue así que Entranbasaguas con total libertad penetró en el micromundo secreto, urdido para el jefazo, olió el bacanal y metió la cuña que está haciendo implosionar al poder del hombre que comandó el régimen de mayor continuidad en Bolivia. Publicó la información proporcionada por el Ministerio de Gobierno y la misma tardó más de dos semanas en estar en la agenda de los medios bolivianos, que en principio se resistieron a darle espacio y fueron las redes sociales las que pivotearon la noticia obligando a la policía, al poder político y a la oposición a referirse al tema. Tanto fue así, que la primera que hizo una denuncia contra Evo fue la senadora Carmen Eva González. Incluso la bancada del MAS acostumbrada a tapar todos los actos del cocalero, acusó el golpe y tardó en reaccionar.
“Mi Evito, si algo quiero en esta vida es ser feliz contigo. Mi amor, no me digas con palabras lo que me puedes decir con besos cuando nos vemos”, dice otro texto de Noemí que deja en evidencia la relación íntima que mantiene con el hombre que le lleva 41 años de diferencia.
“Mi amorcito, el día de mi regla siempre quiero que me trates como a una mujer embarazada”, sentencia la joven y sus dichos corrieron como reguero de pólvora ya no solo en el país, sino que ahora hasta medios internacionales tan influyentes como la CNN y la BBC, y decenas de periódicos de todo el mundo, se han hecho eco de la relación destapada por OK Diario.
El líder cocalero, que acostumbra emitir tuits agresivos todos los días victimizándose por su salida cobarde del país, no se ha pronunciado sobre esta acusación hasta ahora y la diputada cochabambina Claudia Mallón, aprovechó y le metió un “rodillazo” similar al que él le dio a un rival jugando al fútbol. “Por qué no te pronuncias sobre la denuncia de estupro en tu contra? Tu silencio otorga, más aún cuando acostumbras a estar tan pendiente de lo que ocurre en el país”, le reclamó en un tuit, que después eliminó.
Envalentonados por la onda expansiva de la denuncia, se multiplicaron las acusaciones en su contra por el mismo delito. El viceministro de Igualdad de Oportunidades, Alex Ríos, le dijo a Correo del Sur que está en investigación en Yacuiba, otra relación amorosa con una menor de edad, de la cual habría nacido un hijo. Asimismo, el miércoles próximo, presentarán una nueva querella contra Morales por el delito de violación y víctimas múltiples porque se trata de varias familias que podrían presentar la denuncia, informó la abogada Paola Barriga. La jurisconsulta, especialista en este tipo de casos, explicó que esperan que otras mamás de niñas que hubieran sido entregadas a los operadores de Morales se sumen a una denuncia que prepara con una persona que ya tomó contacto con ella y que está dispuesta a enfrentar al expresidente.
El primer antecedente que se tiene de problemas que ha tenido Evo, ocurrió durante la presidencia en la Cámara de Diputados, de Guido Añez, cuando se pidió su desafuero como diputado por no reconocer a sus dos hijos hoy mayores de edad. En 2012 el diputado José Carlos Gutiérrez, de UD, denunció que el líder del MAS mantuvo relaciones con la hija menor de edad de una exministra de su gabinete, con la que presuntamente concibió un niño. Cuatro años después, en febrero de 2016, se hizo público el romance con Gabriela Zapata, la ex gerenta de la empresa china CAMC, cuya relación habría comenzado cuando ella era menor de edad.
“No tengo nada que comentar, se inventan cualquier cosa, yo no hablo de esas cosas”, fue la escueta respuesta que ofreció titubeante desde Buenos Aires cuando fue consultado por el periodista que denunció el caso. Desprovisto de todo el aparato político que lo “alcahueteó” cerca de catorce años, Evo pasó en un segundo de ser el mandamás arrogante de chistes machistas y despectivos contra las mujeres, a un desolado paria social.
(*) Vicepresidente de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia
