Opinión

El científico que se aplazó en gestión pública y democracia

2020-06-18 - 13:29:29
Mohammed Mostajo Radji a sus 31 años es doctor en biología molecular y celular en la universidad de Harvard, cuenta con una licenciatura en biotecnología y otra en bioinformática, hizo un diplomado en ciencia, tecnología y gobierno, y espera concretar un doctorado en biología molecular y celular en la universidad de California.

Con semejante currículo obnubiló a #JeanineAñez que rápidamente le dio un status de embajador y con su áurea de Harvard se pavoneó por los set de televisión, redacciones de diarios y cabinas radiales. Era el "científico" que llegaba con la promesa de trabajar de cerca con la Comisión de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de Naciones Unidas. Entre los objetivos que se planteó a corto plazo fue trabajar a favor de las instituciones bolivianas de educación superior, centros de investigación, agencias gubernamentales y con el empresariado privado, sector que, según dijo, merecería especial atención para impulsar el desarrollo tecnológico.

Tres meses después salió como ladrón en la noche, en un vuelo de BoA rumbo a Miami, allí donde también salió huyendo Elio Montes, otro "genio" que en 45 días descalabró Entel.

Atrás quedaron todas sus promesas de poner al país en escenarios de primer mundo tecnológico. Apareció un virus en su cancha, en la cancha de los científicos, en ese exclusivo mundo de hombres que microscopio y cubetas en mano manipulan virus y encuentran cura a los males del siglo 21. O no? Quizás los crean y los esparcen por el mundo, como dicen que ocurrió con el Covid-19. Como saber si es cierto, porque el común de los mortales no somos parte de esa comunidad privilegiada de elegidos con títulos y pergaminos imposibles de imaginar para millones y millones de mortales.

¿Cómo es elegido para este cargo? Mostajo señaló que recibió invitaciones por parte de la presidenta Jeanine Áñez y de la canciller Karen Longaric, con quienes mantuvo reuniones donde les explicó la importancia de fomentar la ciencia y tecnología en Bolivia y conectarla a otros países. Con eso bastó para que las puertas de Palacio se abran y las luces de las cámaras mostraran con orgullo la gran figura contratada para jugar con maestría en el "Team Jeanine".

Pero el "científico" de marras, tal como un principiante que llega a su primer trabajo con el título bajo el brazo, mostró, una vez más, que de la teoría a la práctica hay un largo camino difícil de saltar para mostrar con hechos, no con títulos, de qué pasta está hecho el profesional.

Y de qué está hecho Mohammed? Cuando se quitó la toga de científico, apareció el charlatán que prometió 500 respiradores que nunca llegaron y su mano inexperta aparece pringada en uno de los escándalos más canallescos que ha sufrido el pueblo boliviano en plena pandemia: la compra burda con sobreprecio de 170 respiradores que no sirven para una UTI.

Descubierta su impericia y su incapacidad para manejar la cosa pública, mostró otra desagradable faceta: su gorilismo despreciable desprovisto de vocación democrática al bloquear sus redes sociales para evitar críticas y no dar explicaciones al pueblo boliviano.

Si no regresa de su refugio en EEUU, mostrará que la única gran jugada que fue capaz de hacer en Bolivia, fue burlar a la justicia y dejar a millones de bolivianos librados a su suerte para sobrevivir a una pandemia que dicen que salió del círculo de científicos del que él es uno más.

*Vicepresidente de la Asociación Nacional de Periodistas de Bolivia