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Dante N. Pino Archondo

Dime como vives y te diré como piensas


2018-09-25 - 09:14:19
Si la injusticia cometida con un joven médico nos ha llenado de indignación, porque como sociedad estamos hastiados del manejo delincuencial que se hace en la administración de justicia, es hora de ponerle fin y de empezar a actuar con toda nuestra fuerza defendiendo los principios y valores en los que se funda la democracia.

Resulta deshonroso para cualquier sociedad que se precie de ser civilizada, mirar pasivamente y, con esta conducta avalar la injusticia. El caso del bebe Alexander no es el único, aunque sea reciente, en el cual se ha fraguado pruebas, se han ejercido presiones y se ha maleado a jueces y fiscales para condenar a inocentes.

Esta conducta de uso instrumental de la justicia no es nueva. En este gobierno durante estos trece años se hizo costumbre violar y desconocer la ley. ¿Acaso no son ejemplos los casos de judicialización jurídica a gobernadores, dirigentes cívicos y ciudadanos a quienes se ha llegado al extremo de dictarles sentencia falsificando pruebas y dando instrucciones a fiscales y jueces para que actúen en consecuencia?

¿Es que por ejercitar la política un ciudadano, no deben ser sus derechos respetados? Veamos el caso Rozsas, que hasta ahora prosigue teniendo enjuiciados y en la cárcel a personas que el gobierno ha calificado de “separatistas” mientras en realidad todas las pruebas reales acusan al gobierno de haber promovido y desempeñado una conducta delictiva, conspirativa y abusiva, mientras la justicia no hace otra cosa que secundarlo y servirle de instrumento fácil.

Las autoridades cruceñas, que hasta el presente callan, permitieron la farsa de un juicio para demostrar que no estaban comprometidas con ningún delito, y han transcurrido años sin que este haya demostrado la existencia del delito de “separatismo” inventado con fines políticos y el silencio cómplice prosigue.

Si para enjuiciar a un médico, y encubrir la falsedad ideológica de la amante del Fiscal General, las ambiciones políticas del gobernador Cocarico, no se ha tenido pudor en instruir se dicte una sentencia injusta, ¿qué se puede pensar, ocurrió, en el caso Rozsas?

El periodista Carlos Valverde ha documentado este caso con suficiencia, demostrando la maquinación política desempañada por el actual Vicepresidente García y su hermano Raúl, la injerencia venezolana y otros que urdieron la trama delictiva, incluimos al fiscal que huyó del país y develó la conspiración. ¿Sirvió para que la sociedad reaccionara como lo hace ahora?

Duele tanto la vida de ese bebé como la de esas familias cruceñas separadas y humilladas en todos estos años. Si la justicia está podrida, es porque como sociedad permitimos que eso suceda. Es que le hemos dado poder a un grupo de matones que viven de la coca y sus derivados, a quienes hemos reconocido como autoridades, violentos que no conocen otra manera de actuar que no sea profesando su violencia.
Dice el materialismo filosófico que tu nivel de existencia determina tu nivel de conciencia. Apliquemos esto al gobierno actual. Viven de la coca y el narcotráfico luego piensan y actúan como delincuentes. Quien espere que haya justicia mientras estén gobernando no ha entendido nada.

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