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Fernando Rodriguez Mendoza

Estamos locos, locos, locos


2016-05-06 - 20:51:06
Una famosa serie de TV dedicada a los niños, que dejó una secuela de filosofía popular que persiste en el tiempo, tenía un personaje que decía a su compañero: “Estamos todos locos, Lucas”. Y, efectivamente, viendo lo que acontece en nuestro inefable país, hay tantos actos que realmente son de locura que, además de apavorarnos por las barbaridades de las que somos testigos, son incomprensibles a la luz de una pequeña racionalidad.

Como no vamos a estar locos si una marcha de personas con discapacidad, con invalidez y con otras graves dolencias físicas que disminuyen al extremo sus capacidades de trabajo y, consiguientemente, las oportunidades para solventar su vida, de por sí sacrificada, son reprimidas con gases tóxicos y, además, la autoridad encargada de la represión aclara que no se gasificó a los marchistas, sino simplemente se les roció gas pimienta. Esta es una declaración de locura.

Se cita al gobernador de La Paz a presentar un informe a una comisión de la Asamblea Legislativa y la autoridad, en uso de sus prerrogativas constitucionales, brinda su informe en aimara, pero ninguno de los miembros de esa comisión le entiende, cuando ellos, para ser elegidos, debieron declarar que hablaban otro idioma nativo. Pero acá no pasa nada; no deja de ser una locura lo que estamos viendo en vivo.

Se denuncian actos que se encuentran tipificados como tráfico de influencias y en lugar de analizar el fondo mismo de este tipo de conductas, los encargados de hacerlo consiguen que metan en prisión a un chofer que trabajaba con los denunciados y se pierde en una marea de explicaciones, investigaciones para no llegar al fondo del verdadero asunto. ¿Alguien me puede desmentir que no es una locura este tipo de situaciones inexplicables?Ante tantas situaciones absurdas y de locura, ¿no será que nos estamos embruteciendo y ya no nos llama la atención este tipo de barbaridades? Sería grave. Otra filosofía popular de un personaje de tiras cómicas, ante situaciones de locura, expresaba: “Exijo una explicación”. Creo que estamos obligados a exigirlas para no ser absorbidos por esta demencia nacional.

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