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Wilfredo Rojo Parada

Tareas para enfrentar la caída del precio del petróleo


2015-01-14 - 15:02:48
Los ciclos de la economía global son regidos por las reglas del mercado, y es ineludible que sus efectos incidan en las economías de los países, más aún cuando hoy en día la dependencia por los precios internacionales determina cuándo y dónde se pueden comercializar los productos a nivel mundial. Es así que Bolivia no supo aprovechar en su momento los altos precios de los hidrocarburos y se hizo derroche de la renta petrolera, en vez de llevar adelante una política precavida de inversión para el crecimiento y desarrollo, ahora toca encarar el desplome del crudo; por eso, en el presente artículo de opinión proponemos tareas específicas en materia política y económica para intentar minimizar en el país los efectos negativos que se vienen para la próxima gestión 2015, y siguientes años.

Cuando un individuo es carente de recursos económicos y de conocimiento y llega a tener gran cantidad de dinero, se conduce casi de manera instintiva a satisfacer sus necesidades inmediatistas sin pensar en el futuro. Lo mismo sucede con un país donde esa ansiedad dispendiosa y desmesurada por el gasto (en términos de Estado, gasto público) lo conduce al derroche y despilfarro de dineros que no les pertenece a los gobernantes coyunturales sino al pueblo, ellos son simples administradores de la res pública.

Ese malgasto de las arcas nacionales acelerada y desproporcionada que se ha generado en Bolivia desde 2006 no consideró el mediano y largo plazo de la economía nacional, y las autoridades de la Administración actual de Gobierno se ofuscaron con los dineros provenientes de los hidrocarburos y minerales. Por 6 años se vivió el hiperciclo de la economía jamás visto en el siglo XX e inicios del XXI, y Bolivia perdió la opción que tenía de crecer a tasas asiáticas (más del 10%), y de países como Chile, Perú, Colombia, Panamá, Paraguay, y Brasil en su momento; Bolivia creció al 4.4%.

Para un mejor entendimiento de lo que sucede en el mercado global del petróleo, lo que vemos en estos días es que los precios del crudo están en caída libre hasta niveles no vistos en los últimos cinco años, y las perspectivas no parecen indicar un cambio de tendencia. Hasta la conclusión del presente artículo, el barril Brent se cotizaba a US$58; el West Texas Intermediate (WTI) llegó a romper la barrera de los US$ 55.

Para la Agencia Internacional de la Energía (AIE), el derrumbe del precio se debe al alza del suministro de los países no miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y a una contracción del crecimiento de la demanda tras años de elevados "petroprecios". Los precios cayeron drásticamente desde que los ministros de la OPEP decidieron, el 27 de noviembre pasado, mantener sin cambios su cuota conjunta de producción (30 millones de barriles diarios (mbd), vigente desde 2011, y no lograr un acuerdo para recortarla, como esperaban los mercados. El mayor exportador mundial de crudo, Arabia Saudí, se impuso al recorte de la cuota en una reunión ministerial, ese día, frente a los socios como Venezuela, Irán y Argelia, entre otros.

Tras el inicio de la depreciación brusca del petróleo en noviembre pasado, el ministro boliviano de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, dijo que el país ahorrará aproximadamente 150 millones de dólares por concepto de la subvención de diésel y gasolina, debido a la caída del precio internacional del barril del petróleo. Para 2015 el Presupuesto General del Estado (PGE) se ha formulado sobre un precio de US$ 80 barriles diarios de petróleo (bdp), pero la realidad nos está mostrando que la propensión a la baja seguirá, lo que incidiría en la ejecución del PGE.

En el país, el 70% de las exportaciones están vinculadas al petróleo. En casi 9 años el gobierno del MAS no tuvo la capacidad de hacer una conversión industrial del gas (las plantas de licuados no son industrialización), por lo tanto el PIB-Industrial no creció, hubo ausencia de una visión clara hacia el futuro de la economía nacional. Bolivia sigue siendo extractivista y el panorama es sombrío en términos de obtener mejores tasas de crecimiento para sacar a la nación del rezago en el que se encuentra con respecto a los países de la región, que sí están en pleno desarrollo y crecimiento, con excepción de Venezuela, Argentina, y ahora Brasil que se encuentra en un franco retroceso de su economía.

La pregunta es: ¿Qué medidas deberían adoptarse para hacer frente a los efectos de la caída intempestiva del precio del petróleo?

En el ámbito político proponemos las siguientes:
1) Que el Gobierno modifique su política a favor de la seguridad jurídica, y la no intromisión en el Poder Judicial; 2) Encarar la urgente necesidad de instaurar, a carta cabal, la institucionalidad en el país; 3) Un pacto fiscal para un desarrollo acelerado, armónico y autonómico en cada una de las regiones, con inversión, generando mayor productividad para el sector privado: 4) Una política irrestricta que favorezca las exportaciones y la apertura de mercados internacionales; y 5) Revisión y corte del gasto público excesivo, y direccionar los recursos a la inversión.

En el ámbito económico sugerimos:
1) Implementar la inversión pública para una logística total en todas las regiones del país, incentivando el desarrollo productivo; 2) Crear clausters regionales de productos industriales propios, con autonomía para un desarrollo competitivo dirigido a la exportación; 3) Dejar de crear empresas estatales poco competitivas que disputan con la empresa privada nacional, y encarar con seriedad proyectos de real importancia como son el de Rositas, que tiene 5 impactos: hidroeléctrico, agua para consumo humano, riego para el desarrollo del chaco, instalación de agroindustrias, y control de inundaciones. También está el proyecto minero del Mutún que no solo debe ser de extracción del hierro, sino siderúrgico-industrial; ambos proyectos están en el departamento de Santa Cruz; 4) Apoyo y trabajo coordinado con las gobernaciones para un mejor desempeño de los diferentes rubros de productividad; 5) Al haberse invertido los ciclos económicos se debe realizar una reforma tributaria profunda que apalanque el crecimiento económico del país, ya que la Ley 843 de 1985 cumplió su objetivo y ya no contribuye a un crecimiento eficaz y eficiente como requiere Bolivia.

No es hora de culpar a nadie por las leyes del mercado, es hora de afrontar la realidad con propuestas concretas y factibles para un desarrollo efectivo en el corto y mediano plazo.
* Lic. Adm. Empresas - Empresario

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