Susana Seleme AnteloEntre vanidad y alianzas políticas
2013-09-24 - 17:26:37
RESPUESTA A EL DÍA 22.09.13
¿Qué perspectivas le ve a las postulaciones que se han hecho públicas en la oposición para las elecciones del 2014? ¿Qué opina del Frente Amplio ¿Tiene futuro? ¿Pueden haber otras alianzas, por ejemplo entre Rubén y Revilla (MSM)?
¿Qué perspectivas ve a las postulaciones que se han hecho públicas en la oposición para las elecciones del 2014? ¿Qué opina del Frente Amplio?
Ante un régimen autocrático como el de Evo Morales, en el que nada ni nadie puede estar por encima de él, las perspectivas para la oposición política en las elecciones nacionales previstas para el 2014, no son halagadoras dada las dispersión que arroja hasta ahora dicha oposición. El anuncio de un Frente Amplio, incipiente por el momento, es una apuesta de buena voluntad política, aunque se oyen todavía voces que apuntan a una cierta “vanidad” político-partidaria, como señalara en su tiempo, el intelectual comunista italiano, Antonio Gramsci y como él otros intelectuales de la talla de Max Weber, libre de toda sospecha de izquierda comunista .
La soledad política no es buena compañera ni signo de reconocimiento de las ventajas de alianzas políticas que pueden ser coyunturales, en una sociedad como la nuestra donde una mayoría circunstancial ahíta de “vanidad gubernamental”, suprime la opinión de la minoría, ahoga el espacio público y el debate político.
¿Tiene futuro ese Frente Amplio? ¿Pueden haber otras alianzas, por ejemplo entre Rubén y Revilla (MSM)?
El futuro de ese Frente, o de otras posibles alianzas y de cualquiera organización política en Bolivia, ajena al régimen autocrático y populista de Morales está ligado, si o si, al reconocimiento, ante todo, de quién es su enemigo principal. Es decir aquel poder político dominante al que hay que ganarle democráticamente una elección sin trampas oficialistas.
El enemigo principal es aquel que coarta el desarrollo de la pluralidad política y viola el principio democrático de respeto al adversario, al Estado de Derecho y la separación de poderes, vulnera los Derechos Humanos y los Derechos Indígenas, omite la rendición de cuentas y la transparencia en el gasto público, entre otro valores de una democracia permanente. Es decir, de una democracia perfectible y en construcción, que fortalece la sociedad política y la sociedad civil, enriquece el debate político, preserva el espacio de lo público frente a las veleidades autoritarias y autocráticas del poder político actual y permite, además la pluralidad económica, sin impulsos nacionalizadores o concentradores de poder económico.
Frente a las violaciones que el régimen de Morales y compañía practican con pasmosa regularidad en detrimento de una democracia real deseada y posible, solo la unidad política de todas, o las más sustantivas fuerzas de oposición, pueden cambiar el rumbo de la sociedad política boliviana actual.